En los momentos en que nos desentendemos con los otros es cuando más
tenemos que entendernos con nosotros mismos. Al final, la incomodidad con el
otro nos lleva a sentir nuestra propia desarmonía. Delante de tales situaciones,
lo mejor es saber retirarse, darnos la oportunidad de aumentar la comprensión
de la situación antes que la situación se vuelva extremamente caótica.
Toda negatividad se origina en un cierto descontento. Pero, muchas veces
buscamos la raíz de ese descontento en el lugar equivocado.
Polarizamos los conflictos. Sobrecargamos personas y situaciones con tantos
defectos que ni nos damos cuenta que somos parte de ese conflicto.
No es fácil escuchar el descontento ajeno sin dejar de contaminarse por el
propio malestar. Por eso, cuando una discusión se vuelve apenas un desahogo
agresivo, lo mejor es reflexionar antes de salir acusando al otro de esto o
aquello. Saber auto observarse y soportar el silencio generado después de
una descarga de insatisfacciones de ambas partes, requiere habilidad de auto
acogerse. En estos momentos, buscar apoyo en nosotros mismos nos da la
chance de reconocer nuestras propias fallas.
El problema surge cuando no sabemos como auto acogernos. Pues buscamos
en el otro la base de nuestra seguridad. Naturalmente, no es fácil encontrarlo
disponible para recibirnos, si hace poco había una catarata de insatisfacciones.
Pero, si estamos acostumbrados a depender del estado emocional ajeno para sentirnos bien, instintivamente comenzaremos a intentar transformarlo para que pueda entendernos en nuestra necesidad de ser visto y acogido. El otro, presionado por nuestro deseo secreto de cambiarlo, puede actuar negativamente y puede estar aún más no disponible. A esa altura ambos irán a sentirse incómodos sin saber bien por qué. Finalmente, todo éste proceso de buscar calmarse en las condiciones emocionales ajenas ocurre, en la mayoría de las veces, sin que ambos estén concientes de sus carencias e intenciones.
Aquí ocurre un grave peligro: cuando no nos tenemos a nosotros mismos para acogernos acusamos al otro de no estar listo para recibirnos.
Surge entonces, el resentimiento de no haber recibido la atención que se
buscaba. Y como dice la psicoanalista María Rita Kehl: el resentido acusa, pero
no está interesado en ser resarcido por el agravio que sufrió. Realmente, el no
quiere liberar al otro de su castigo, quiere continuar secretamente intentando
transformarlo para que él se adapte a sus demandas.
Lama Michel Rinpoche en sus enseñanzas nos alerta: Agredir al otro es una
forma de auto agresión. Pues la agresión nos impide de elaborar nuestra
rabia interiormente. Cuanto el otro quiere agredirte es una cuestión de él, pero
cuanto dejamos que nos agredan es una cuestión nuestra.
En una discusión, aquel que quiere agredir más es el más débil interiormente.
Cuanto más elaboramos nuestra propia rabia interiormente, menos precisamos
del otro para exteriorizarla. Una vez más, podemos reconocer que cuando no
nos acogemos perdemos la posibilidad de encontrarnos!
Los maestros budistas nos recuerdan que lo que nos deja enfermos no es
el hecho de no expresar nuestra rabia, pero si, el apego al deseo intenso
de expresarla. Es el apego a ese deseo que debemos liberar. Para eso,
tenemos que acogernos, escuchar nuestros propios resentimientos, faltas e
insatisfacciones. Hasta sentir que el calor de la discusión pasó...
Una vez equilibrados, ahora, es la vez de acoger al otro. Cómo?
Una vez estaba muy herida con algo que un amigo me dijo, y Lama Gangchen
Rinpoche me dijo: No escuches las palabras, ellas apenas son la mente. Escucha más allá de las palabras. Así, encontrarás al corazón y, de corazón a corazón, algo sucede. Paso a paso.
Bel Cesar é psicóloga, pratica a psicoterapia sob a perspectiva do Budismo Tibetano desde 1990. Dedica-se ao tratamento do estresse traumático com os métodos de S.E.® - Somatic Experiencing (Experiência Somática) e de EMDR (Dessensibilização e Reprocessamento através de Movimentos Oculares). Desde 1991, dedica-se ao acompanhamento daqueles que enfrentam a morte. É também autora dos livros `Viagem Interior ao Tibete´ e `Morrer não se improvisa´, `O livro das Emoções´, `Mania de Sofrer´, `O sutil desequilíbrio do estresse´ em parceria com o psiquiatra Dr. Sergio Klepacz e `O Grande Amor - um objetivo de vida´ em parceria com Lama Michel Rinpoche. Todos editados pela Editora Gaia. Email: [email protected] Visite o Site do Autor