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La trampa del auto-sabotaje

La trampa del auto-sabotaje
Publicado dia 12/3/2004 7:31:23 PM em STUM WORLD

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Traducción: Marta Susana Pacho
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Hay momentos de la vida en los que reconocemos que estamos listos para dar un nuevo salto, para efectivizar un cambio profundo. Nos lanzamos en un nuevo emprendimiento, en una nueva relación afectiva, cambiamos de ciudad y hasta de sobrenombre. Pero, en breve, nos encontramos cometiendo los mismos errores de nuestra “vida pasada”. Es como si hubiésemos dado un gran salto para caer en el mismo agujero. Caímos en trampas creadas por nosotros mismos. Nos auto saboteamos. Eso ocurre porque, a pesar de querer cambiar, nuestro inconsciente todavía no nos permite el cambio.

En nuestro fuero íntimo, escuchamos y obedecemos, sin darnos cuenta, órdenes de nuestro inconsciente generadas por frases que escuchamos innumerables veces cuando aún éramos niños. Toda familia tiene las suyas. Por ejemplo: “No hables con extraños” es una clásica. Como nuestra mente fue programada para no hablar con extraños, cada vez que conocemos una nueva persona nos sentimos amenazados. Una parte de nuestro cerebro nos dice “ábrete” y la otra advierte “cuidado”.
En un primer momento, el desafío en sí es osado, por eso nos lanzamos a nuevas experiencias y estamos dispuestos a enfrentar los preconceptos. En tanto, cuando surgen las primeras dificultades que nos hacen sentir incapaces de lidiar con ese nuevo emprendimiento, percibimos en nosotros la presencia de esta parte inconsciente que no concordaba en que nos arriesgásemos a cambiar de actitud: “Bien sabía yo que hablar con extraños era peligroso”.

Cada vez que desconfiamos de nuestra capacidad de superar los obstáculos, cultivamos un sentimiento de cobardía interior que bloquea nuestras emociones y nos paraliza. Muchas veces, el miedo al cambio es mayor que la fuerza para cambiar. Por eso, mientras nos auto ilusionemos con soluciones irreales y nos resistamos a rever nuestros errores y aprender de ellos, estaremos bloqueados. De esta forma, la pereza y el orgullo sarán expresiones de auto sabotaje, esto es, de nuestro miedo de cambiar.
Difícilmente percibimos que nos auto saboteamos. Nos auto engañamos cuando no lidiamos directamente con nuestro problema raíz.
La auto-ilusión es un juego de la mente que busca una solución inmediata para un conflicto, o sea, un modo de adaptarse a una situación dolorosa, empero, que no represente un cambio amenazador. Por ejemplo, si durante la infancia absorbemos la idea de que ser rico es ser envidiado y así, menos amado, cada vez que tuviéramos la posibilidad de ampliar nuestro patrimonio, nos sentiremos amenazados! Entonces, nos crearemos deudas, comprando más allá de nuestras posibilidades, para sentirnos ricos, pero con los ya conocidos problemas de ser pobres.
No es fácil notar que la traición comienza en nosotros mismos, pues no nos damos cuenta que nos estamos auto saboteando.

En la auto ilusión todo parece perfecto. Atribuimos al tiempo y a los otros la solución mágica de nuestros problemas: con el tiempo, el dolor de una pérdida pasará; su amado se arrepentirá de haberla dejado y volverá a sus brazos como si nada hubiese ocurrido. Entretanto, solo cuando tomemos consciencia de nuestros errores dejaremos de ser víctimas de ellos!
Tenemos una imagen idealizada de nosotros mismos, que nos impide ser verdaderos.
Producimos muchas ilusiones a partir de esta idealización. Muchas veces, decimos lo que no sentimos de verdad. Esto ocurre porque no sentimos lo que pensamos!

Muchas veces no queremos pensar en aquello que sentimos, pues, en general, tenemos dificultad para lidiar con nuestros sentimientos sin juzgarlos. Estar abiertos para con nuestros sentimientos
demanda sinceridad y compasión. Reconocer que no estamos sintiendo lo que deberíamos sentir o nos gustaría estar sintiendo es un desafío para con nosotros mismos. Algunas de nuestras auto imágenes no quieren ser vistas!

Es nuestra auto imagen la que genera sentimientos y pensamientos en nuestro interior. Podemos ejercitarnos para identificarla. Pero este no es un ejercicio fácil, pues nos resistimos a mirar nuestro lado sombrío. Sin embargo, una cosa es cierta: todo lo que ignoramos sobre nuestra parte sombría, crece silenciosamente y un día será tan fuerte que no habrá como detener su acción. Por lo tanto, es nuestra autoimagen la que dicta nuestro destino.

El maestro del budismo tibetano Tarthang Tulku, escribe en su libro “The Self-Image” (Ed. Crystal Mirror): “La autoimagen no es permanente. De hecho, el sentimiento en sí existe, empero su poder de sustentación se perderá totalmente en cuanto usted pierda el interés por alimentar la autoimagen. En ese instante, usted puede tener una experiencia enteramente diferente de la que juzgó posible en aquel estado anterior de dolor. Es tan fácil dejar perpetuarse a la autoimagen, dejarla dominar toda su vida y crear un estado de cosas desequilibrado... ¿Como podemos involucrarnos menos con nuestra autoimagen y tornarnos flexibles? Somos seres humanos, no animales, y no necesitamos vivir como si estuviésemos enjaulados o en cautiverio. En el nivel actual, antes de comenzar a meditar sobre la autoimagen, no percibimos la diferencia entre nuestra autoimagen y nuestro “yo”. No tenemos un portón de acceso o punto de partida. Pero, si pudiéramos reconocer apenas alguna pequeña diferencia entre nuestra autoimagen y nosotros mismos, o “yo” o “si mismo”, entonces podremos ver cuál parte es la autoimagen”.

“La autoimagen puede representar una especie de fijación. Ella lo aferra, y usted, como que la congela. Usted acepta esa imagen estática, congelada, como un cuadro verdadero y permanente de sí mismo”, explica Peggy Lippit en el capítulo sobre Autoimagen del libro “Reflexiones sobre la mente” organizado por su maestro Tarthang Tuku (Ed. Cultrix).

La próxima vez que usted se encuentre con frases fáciles, aproveche a anotarlas! Ellas revelan su autoimagen y son responsables por sus comportamientos repetitivos de auto-sabotaje. Al encontrar la autoimagen que genera sentimientos desagradables, tenemos la oportunidad de purificarla en vez de sólo sentirnos mal. El proceso de auto conocimiento podrá tornarse entonces un juego divertido y curioso, sobre nosotros mismos!

Bel Cesar es terapeuta y se dedica a la atención de pacientes que enfrentan el proceso de la muerte. Autora de los libros Viaje Interior al Tibet y Morir no se improvisa.

por Bel Cesar

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Sobre o autor
bel
Bel Cesar é psicóloga, pratica a psicoterapia sob a perspectiva do Budismo Tibetano desde 1990. Dedica-se ao tratamento do estresse traumático com os métodos de S.E.® - Somatic Experiencing (Experiência Somática) e de EMDR (Dessensibilização e Reprocessamento através de Movimentos Oculares). Desde 1991, dedica-se ao acompanhamento daqueles que enfrentam a morte. É também autora dos livros `Viagem Interior ao Tibete´ e `Morrer não se improvisa´, `O livro das Emoções´, `Mania de Sofrer´, `O sutil desequilíbrio do estresse´ em parceria com o psiquiatra Dr. Sergio Klepacz e `O Grande Amor - um objetivo de vida´ em parceria com Lama Michel Rinpoche. Todos editados pela Editora Gaia.
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