El concepto de libertad para el ser humano es bastante peculiar, visto que cada cual imagina para si una situación diferente cuando se menciona esta palabra. Muchas personas consideran que ser libre es, por ejemplo, hacerse millonario y poder escapar para siempre de la esclavitud del trabajo.
Otros sueñan con la posibilidad de salir de una relación agobiante, donde les queda poco espacio para expresar su verdadera naturaleza. Algunos desearían ser libres del control de sus padres y llevar una vida sin forma alguna de límite. Para los prisioneros, librarse del encarcelamiento es la única expresión verdaderamente real de la palabra libertad.
Sin embargo, el más profundo concepto de libertad es aquel que concierne a la libertad del ser. Para volverse verdaderamente libre, el ser humano necesita cortar las ataduras, todas ellas simbólicas, que le aprisionan e impiden vivir en plenitud.
Creencias, ideologías, miedos y emociones reprimidas aprisionan tanto o más que las rejas de una celda. Mientras no adquirimos conciencia de esto, vivenciamos un estado de ansiedad y desesperación que se parece mucho a una cárcel, en la cual somos nuestros propios carceleros.
Liberar nuestro yo de esa condición de sufrimiento exige una única actitud, la observación atenta de nuestro mundo interior, de los pensamientos que predominan en nuestra mente y de las emociones dolorosas que acarreamos como un fardo a lo largo de la vida.
Para experimentar tu coeficiente máximo de libertad, procura, cada día, proceder en sintonía con los anhelos de tu corazón. Siempre que vivas una situación en que te sientas simplemente vivo, vibrante y lleno de alegría, con un entusiasmo que parece no caber dentro de ti, puedes tener la seguridad de que estás experimentando el verdadero sabor de la libertad. Permite que esta energía se desborde de ti hacia el mundo, exprésala en su plenitud, y no sólo serás feliz, sino que además esparcirás esta luz a tu alrededor.
... Debemos aprender a transformar nuestras energías de modo que éstas no se vean reprimidas, de modo que puedan expresarse en forma de amor, de risa, de alegría.
... Olvida todas tus creencias, empieza a meditar en busca de encontrar quién tú eres exactamente, porque encontrándote a ti mismo, habrás encontrado la propia esencia de la existencia. Ésta es inmortal y eterna, y son inexpresables la felicidad y la bendición de aquellos que la han encontrado.
... Necesitamos de más personas alegres alrededor de la tierra para impedir la tercera guerra mundial...
... Puede que tú no seas capaz de descubrir inmediatamente qué conexión puede existir entre las armas nucleares y las personas risueñas – pero ella existe. Esas armas nucleares y esas máquinas destructivas de guerra no logran funcionar ellas solas. Están siendo manipuladas por los seres humanos, por detrás de ellas hay manos humanas.
Una mano que conoce la belleza de una rosa no puede lanzar una bomba en Hiroshima. Una mano que conoce la belleza del amor no es la mano que aprieta un gatillo cargado de muerte. Basta un poco de contemplación y comprenderás lo que estoy diciendo. Estoy diciendo, esparce la risa, esparce el amor, esparce valores de una vida afirmativa, haz crecer más flores alrededor de la tierra... Si logramos hacer más feliz a la humanidad, no habrá ninguna tercera guerra mundial...”
Osho – Hari Om Tat Sat – capítulo 5
Publicado dia 4/6/2008 10:44:37 AM em STUM WORLD
