Apreciados lectores, este esel tema de ahora, en este momento es cuando todos nosotros, los habitantes de este planeta, necesitaremos mucho ejercitar ese tipo de reflexión. La humanidad está pasando por un momento crítico y la transición ya comenzó, es preciso prepararnos para tender una mano amiga a todos aquellos que, perdidos, acudan a nosotros, los afligidos, los desorientados, en busca de una palabra de consuelo, un gesto de amor, una sonrisa luminosa.
Básicamente, estamos divididos en dos clases: la de aquellos que están dispuestos para ayudar a sus semejantes y la de los que recibirán ayuda.
Los que ya han comprendido su misión de ayudadores están realizando su asistencia voluntaria y amorosa por todo el mundo; los que aún no han despertado, al recibir asistencia irán a engrosar las filas de los ayudadores, porque tomarán conciencia de la importancia de esta grandiosa unión del bien en esta época de transición de la humanidad.
Cuando hablo de ayudadores, no me refiero a ninguna formación específica, no es necesario estar ligado a ningún grupo específico, ni religioso ni social, sino tan sólo estar disponible y comprender que el dolor de nuestro hermano es mayor que nuestro propio dolor.
El saber que cada palabra que proferimos o escribimos, cada gesto, cada actitud nuestra tiene impacto en la vida de aquellos que sufren por la incomprensión en que viven, es una característica significativa del legítimo ayudador.
Así es como la humanidad podrá evolucionar; la vieja forma de hacer las cosas ya no está funcionando como antes, la indiferencia hacia los problemas de los demás, hacia lo que sufren otros pueblos, como si lo que sucede al resto del planeta no fuese problema nuestro, ya no sirve, ese modelo está siendo desactivado y todos aquellos que se hallen vibrando en esa frecuencia lo serán también.
Es hora de despertar para el bien mayor, el bien colectivo, y entender que todo lo que sucede en este planeta sí es problema nuestro; hay que entender que no importa la cultura, el idioma, las diferencias geográficas, somos todos hermanos y no sólo podemos sino que debemos ayudarnos mutuamente y esa será la única opción que permanezca activada en esta nueva era.
Los ayudadores son aquellos que no tienen límites para hacer el bien, ellos consiguen realizar verdaderos milagros en las vidas de las personas, sólo con estar disponibles de corazón y alma.
Alguno preguntará ¿cómo puedo ayudar si yo mismo necesito tanto de ayuda?
Seguramente, si observa bien, se dará cuenta de que hay personas que se encuentran en situaciones mucho más graves que la suya; una visita a un hospital es un buen ejemplo para comparar las ventajas que tú puedes tener sobre otros.
Y no sólo la salud del cuerpo, sino principalmente la del alma, el consuelo de una mirada amorosa puede realizar grandes curas.
Estar disponible, eso es lo que importa; si tienes alguna duda sobre cómo puedes participar tú en esta frecuencia del bien, aquí va la clave:
Al levantarte por la mañana, o siempre que veas o te enteres de situaciones de necesidades ajenas, pregúntate en pensamiento: "¿Cómo puedo servir, cómo puedo ayudar?" y aguarda la respuesta que el universo te entregará a través de oportunidades de servir y ayudar a tus hermanos.
Sed felices sirviendo y ayudando a vuestros semejantes, como os gustaría ser ayudados...
João Sposito - Brasilia - DF
Noviembre 2018
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