Dentro de cada uno de nosotros hay cosas mucho mayores de lo que imaginamos. Ilumina tu vida con la llama de la fe, que ella te mantendrá seguro y flexible.
Todo en la vida tiene límite, pero ser flexibles es un principio de gran evolución, por medio del cual podemos armonizarnos con todos los obstáculos y oposiciones, cambiando a cada instante nuestros elementos de perfeccionamiento. Con la flexibilidad damos pasos importantes hacia nuestros sueños, nuestro triunfo.
Nada en el mundo se resiste a una persona en absoluto inflexible.
Hay un refrán chino que dice: “El agua es el elemento más poderoso, puesto que es perfectamente flexible. No oponiendo resistencia, puede reventar una roca y arrastrar cuanto se le ponga por delante”.
El mal que aparece dentro de nosotros, a decir verdad, está fuera de nuestra alma. Solo aparece en nuestra mente, donde lo acomodamos. En nuestra verdadera alma no hay espacio para maldades, no obstante, en nuestro estado de pensamiento, en nuestro estado carnal e ilusorio, creemos en las enfermedades, en los fracasos y en la pobreza.
Si nos ponemos enfermos es porque un día, en algún momento, hemos pensado en la enfermedad. Si somos pobres es porque no pensamos en la riqueza que podríamos conquistar. Si somos ricos es porque no pensamos en ser pobres. Buda demostró que todo proviene de la mente y de los pensamientos. Entonces, te preguntas: ¿Por qué un niño se pone enfermo? La respuesta es: “un niño posee gran sensibilidad y receptividad a los pensamientos de aquellos que le rodean, y a menudo expresa incluso los temores de los propios padres”. Frecuentemente las propias madres atraen, inconscientemente, algún tipo de enfermedad para sus hijos, por alimentar a menudo pensamientos de miedo respecto de ellos, al estar a todo momento observando si presentan algún síntoma de enfermedad.
Todo cuanto pensamos, todo cuanto afirmamos por miedo, crea una puerta de entrada para los males que vienen a incomodar, de alguna forma, nuestro estado de equilibrio y nuestra paz interior. Si centramos y afirmamos nuestro pensamiento en un buen camino, si enviamos energías de bondad y felicidad hacia el prójimo, y no tenemos miedo, nunca seremos atacados o influidos por los pensamientos negativos de los demás, pues esa es la ley del retorno.
La resistencia puede ser confundida con la intolerancia, y en este estado, ella es para nosotros los seres humanos un verdadero infierno, pues nos sitúa en una posición de constante tormento. Ser resistente no significa ser dueño de la verdad, sino que la intolerancia no nos permite ceder a otras voluntades, a otras enseñanzas, a otras personas que vienen a indicarnos un nuevo camino, una nueva idea. Ser resistente es saber reconocer las diferencias y amoldarse a ellas de forma que poco a poco uno va equilibrándose en el otro. En determinado momento nos daremos cuenta de que tanto nuestra idea como la del otro están unidas y caminando por una sola senda, en un solo objetivo. Así, el triunfo es inevitable.
Hay que tener en mente la constante afirmación: Cada persona es un eslabón áureo de la cadena del bien, pues todos los seres poseen la llama divina en manifestación; por tanto, cada actitud tomada por mí será para servir al plan divino de la evolución del ser humano.
Solo podemos adquirir una idea justa si nuestro estado es de equilibrio y flexibilidad.
La flexibilidad y el equilibrio son de gran valor. Pueden curar enfermedades y modificar nuestro rumbo, nuestra vida para mejor. No hace mucho yo buscaba un apartamento, y quedé encantado con uno que fui a visitar. Cuando pensaba que estaba todo concertado, el dueño ya no quiso deshacerse del inmueble. En aquel momento fue un impacto, pero yo soy capaz de deshacerme de un impacto en 30 segundos y enseguida me llena el pensamiento de que algo mejor está por venir. Conté a un amigo lo sucedido y él me dio el teléfono de una agente inmobiliaria, pero ella iba en el coche, saliendo de la ciudad para descansar. Aun así no dejó de atenderme, proporcionándome el número de teléfono de su hermana. Contacté con ésta y al siguiente día, muy temprano, fui a su encuentro para visitar un apartamento que era perfecto para mis pretensiones. Enseguida me di cuenta de que, pese a haber quedado encantado con el primero, éste no colmaba mis necesidades. En ningún momento me disgusté por la marcha atrás del propietario que no llevó adelante la negociación. Creo siempre que debemos respetar los cambios y ser flexibles con las situaciones en que la vida nos coloca. Un pensamiento positivo puede cambiar el trazado de nuestra vida.
Muchos casos pierden de resolverse a nuestro favor a causa de la precipitación y de la ansiedad, que, a decir verdad, no hacen más que retrasar y dificultar el soplo de los buenos vientos y de la energía proveniente del universo.
Solamente con el mar en calma es cuando podemos atracar la embarcación en el puerto. O sea, solo estaremos listos para encontrar el camino correcto si estamos en profundo equilibrio. Siendo así, debemos ser flexibles a todo instante, ya que eso cambia todo a nuestro favor. La fe que poseemos, aliada a nuestra disposición a la flexibilidad y a nuestros pensamientos positivos nos conducen al camino de la comprensión y de la bondad.
Vivir en el pasado es una opción que nos lleva a la ruina, porque estaremos desobedeciendo las leyes divinas del crecimiento espiritual y material. Sé flexiblemente resistente y aprovecha lo que la vida tiene de mejor para ofrecerte.
La vida es un espejo que refleja lo que pensamos de nosotros y del prójimo.
BNN
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Publicado dia 5/29/2012 3:03:59 PM em STUM WORLD
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