Siempre lo he sabido, pero quería comprobar si un niño, aun dormido, podría oír lo que se está hablando cerca de él.
Aproveché la oportunidad para asegurarme de ello cuando una madre ha venido en busca de auxilio para su hija de 4 años. Ésta desde muy pronto había presentado cierta dificultad para mantenerse en equilibrio, cayendo al suelo por nada, muchas veces a lo largo del día.
Esto causa una gran preocupación a la familia, que trató de prevenir posibles fracturas en la cabeza colocándole un casco, que primero fue de ciclista, y luego de esos que llevan los boxeadores en los entrenamientos.
No me fue muy fácil atenderla, lo cual al principio hacía a través de la madre. Pero a medida que avanzábamos, las caídas aumentaban y asimismo las crisis. La niña había pasado una serie de consultas y exámenes médicos, sin diagnóstico, durante los últimos años.
Fue entonces cuando comprendí lo que estaba sucediendo. Por mucho que se quiera desconocerlo, y mira que ya llevo atendidos algunos casos infantiles semejantes, la niña estaba compartiendo su existencia con otra criatura que también estaba habitando el mismo cuerpo.
Lo sospeché porque cuando el espíritu obsesor está por el lado de fuera es más fácil alejarlo, pero cuando está por el lado de dentro, eso se hace más delicado, pues quien tiene que mandarle salir es el propio espíritu de quien se ve perjudicado e invadido, en este caso, la niña.
Inmediatamente hice un audio de Ordenación Divina, descrito en mi Website, para ayudar a la pequeña a tomar posesión de su cuerpo y mandar salir a quien se había metido allí y estaba saboteando su existencia en tiempo integral.
Había causado perjuicios incluso en el desarrollo natural de la pequeña, que a los 4 años de edad aún no había podido dejar los pañales. Claro, el espíritu obsesor lo impidió, y estancó su existencia en la fase de bebé.
Rodando el audio mientras el niño duerme, éste, al proyectarse fuera del cuerpo, oirá todo lo que se habla en la estancia, sea grabado o no, por tanto, cuidado con lo que dices cerca de un hijo que duerme.
El audio instruía, como en una voz interna divina, que ella era ahora la dueña de aquel cuerpo y, por lo tanto, cualquier intruso debería salir inmediatamente. No fue preciso rodarlo más de una vez, ni más de una noche. Al día siguiente ya se notaba la diferencia. La niña parecía que estaba descubriendo la vida, como si hubiese nacido aquel día.
Ya no hubo caídas a partir de aquella mañana; y ella hoy, pasados casi tres meses, ya no lleva casco, y está, poco a poco, iniciando su proceso de desarrollo natural, recorriendo las fases de cualquier niño.
Probé el mismo sistema de audio de Ordenación Divina en un bebé que padecía sordera y él empezó a oír. Entonces llegué a la conclusión de que cuando un niño duerme y se le dan orientaciones, el pequeño recibe y registra aquello como verdad, y deja a su Fuente Interna tomar el mando, restaurando los desequilibrios físicos, mentales, emocionales y espirituales.
Por analogía, es como en una llamada a revisión, para hacer en un coche la reparación de posibles "defectos" de fábrica. link
por WebMaster
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Publicado dia 9/25/2016 9:11:06 PM em STUM WORLD
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