La vida es un regalo del Eterno, debemos amarla y respetarla. Quien no respeta la vida, la suya o la de los demás, no respeta al Eterno e inevitablemente recogerá dolores y tempestades.
No sujetes tu vida a nada que la limite. Ya sea raza, sexo, religión o lo que quiera que fuese. Hay mucho más por este mundo delante de lo que se pueda imaginar y en una vida entera no conseguiríamos aprender todo.
Debemos respetar la vida que hay en los otros, aunque sus opiniones difieran frontalmente de la nuestra. Aunque lo intentemos, jamás lograremos ponernos totalmente en el lugar del otro. El conjunto de experiencias que formó a este individuo es único y no puede ser copiado o creado nuevamente. Somos todos únicos, desde la menor hormiguita hasta el más avanzado ser espiritual.
No te sujetes a religiones o dogmas, hay más vida entre el cielo y la tierra de lo que nuestras religiones pueden divisar. La vida espiritual es rica y bella, y nosotros como seres espirituales viviendo una experiencia en la carne tenemos un extenso bagaje que nos hace únicos y especiales para ante el Eterno y no podemos tener acceso ni a una pizca siquiera de ese bagaje.
El trabajo es edificante, ya sea aquí en la Tierra o allá en el plano espiritual, nadie puede escapar a él. Es lo que nos hace sentir vivos, seguir adelante después de grandes pérdidas y es lo que nos hace evolucionar. Evolución y cambios son las únicas constantes del Universo.
El Amor es lo que nos mantiene vivos y lo que nos une tanto al Eterno como a nuestro prójimo. Crea vínculos de amor por donde vayas, para que tu vida sea un parterre de rosas, pero no lo olvides nunca, las rosas tienen espinas, éstas forman parte de la vida.
No pienses que al salir de tu experiencia de la carne vas a unirte a la luz del Eterno y ya no necesitarás reencarnarte en este o en otros planetas. La reencarnación forma parte de la vida. El retorno es necesario, ya sea aquí o en otra parte del Universo. No crees falsas expectativas. La vida pulula por el Universo adelante en los más diversos niveles de evolución espiritual. Hay niveles más densos que los nuestros y miles de niveles evolutivos por encima del nuestro.
Y la vida, a pesar de sutiles diferencias es, en su base, la misma de aquí. Nacemos, crecemos, trabajamos, nos casamos, tenemos hijos y desencarnamos, partiendo para continuar la senda evolutiva por el Universo adelante. Y eso ocurre en miles, sí, miles de niveles evolutivos mejores que el nuestro.
Y, si tenemos suerte, crearemos fuertes lazos de amor con determinado grupo de personas afines y podremos seguir nuestra evolución junto a esos amados seres. Pero a nosotros incumbe cultivar ese amor, pues nada nace por casualidad, recogeremos aquello que hemos sembrado; si plantamos amor eso será lo que hemos de cosechar.
La multidimensionalidad del ser es un regalo del Eterno a todos los seres para que podamos ir más deprisa en la senda evolutiva; algunos de nosotros que ya logran tener consciencia de ella, hacen de la vida un fértil semillero de aprendizaje y alabanza de agradecimiento al Eterno por tal dádiva.
A mi muy amada familia espiritual y a todos los bien amados amigos espirituales que hace tanto tiempo recorren el camino evolutivo a mi lado haciendo de mi camino un gran vergel de bellas rosas.
por WebMaster
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Publicado dia 5/17/2010 7:39:47 AM em STUM WORLD
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