¿Será cierto que podrÃamos estar viviendo dentro de un sueño inducido?
por: Silvia Malamud
|
|
 |
|
¿SabÃas que aunque estés despierto, si no estás consciente del momento presente puedes estar transitando por la vida como si estuvieses soñando?
Traducción de Teresa
teresa_0001@hotmail.com
La idea de realidad inducida logró llegar al colmo de la extravagancia en estos dÃas. La suerte es que esta vez innumerables personas quedaron sorprendidas con semejante incongruencia.
La propaganda en sà tiene el poder y la maestrÃa de literalmente guiar cabezas y pensamientos en las direcciones más diversas.
Quien desee investigar sobre el tema, fácilmente encontrará numerosos escritos de cómo ese poder viene siendo utilizado a lo largo de nuestra historia.
A lo que parece, la gran cuestión de nuestra actualidad, no obstante, está en la lÃnea roja evocada en los asuntos que tienen por objetivo encaminar al pueblo hacia determinados tipos de comportamiento, ya sean educacionales o de consumo. Califico como lÃnea roja todo aquello que escapa a las pautas de lo que es razonable tragar como posibilidad real de aceptación.
El ser humano tiene como una de sus principales caracterÃsticas el ser inmensamente creativo. Normalmente le gusta crear y suele encantarse con todo tipo de creaciones, quizá por eso mismo algunas propagandas tengan el poder de hacer tanto efecto y por el mismo motivo muchas quedan guardadas como recuerdos nostálgicos de determinados tiempos; y aunque en ellas estén implÃcitos ciertos encaminamientos, el modo en cómo el arte fue dinamizada lo hacÃa valer la pena. Quién no recuerda alguna propaganda de la infancia, como aquella que decÃa Ah… pero mis cabellos… o aquella que cantaba Ya es hora de dormir, no esperes a que lo mande mamá, un buen sueño para ti y un alegre despertar… y con eso el producto anunciado quedaba presentado y referido, y por si fuese poco, además habÃa espacio para una directriz educacional, en este caso, de obediencia a la autoridad materna.
La propaganda bien elaborada, aunque dirija cabezas, de algún modo siempre ha estado a favor de lo polÃticamente correcto sin dañar éticas consolidadas.
La responsabilidad de los hacedores de cabezas es enorme, y si pensamos ampliamente, en algún aspectos, todos nosotros somos hacedores de cabezas, de la nuestra y de las de otros.
Cuando estamos lo suficientemente despiertos, sin embargo, podemos poner barrera a lo que no nos hace bien y a lo que se acomoda a nuestro sistema de valores. También podemos hacer una reclamación, incluso cambiando el rumbo de las cosas, cuando no estamos conformes con lo que puede hacernos daño hasta el punto de hipnotizarnos llevándonos a la condición de zombis que se olvidan de sà mismos, en la medida en que borran de su memoria el hecho de que algún dÃa tuvieron una mirada de observador.
SerÃa un servicio a la humanidad por parte de todos nosotros, con independencia de la profesión o estilo de vida que tengamos, que pudiésemos dedicar un tiempo diario a entrar en contacto con nosotros mismos, respirando profundamente, ensanchando la percepción de que podemos despegarnos de algunas pantallas vivenciales que sólo son ilusión, maya.
¡Cuanto más despiertos, mejor!
|