Amor, sentimiento que todos anhelan
por Maria Isabel Carapinha em STUM WORLDAtualizado em 14/06/2010 12:00:41
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Por qué no consigo encontrar a alguien que me haga feliz? ¿Por qué solo me enamoro de las personas equivocadas? ¿Por qué atraigo siempre a personas comprometidas? ¿Por qué las personas simplemente no me ven? ¿Por qué la persona que está conmigo parece tan distante?
Innúmeros son los casos que atiendo en mi consultorio de personas muy exitosas que anhelan la felicidad en el amor, pero dicen que no se encuentran. Por increíble que parezca, si este campo se vislumbra como imposible de estabilizar, los demás campos de nuestra vida también se desestabilizarán. El sentimiento que observo presente es siempre el mismo: si no sirvo para eso ¿cuál es la razón para continuar luchando por todo lo demás?
Suelo afirmar de manera directa y objetiva que somos fruto de aquello que creamos, las cosas no suceden de fuera para dentro, sino en nuestro interior.
Modifica tu energía, tus parámetros de emisión de energía, o sea, tu forma-pensamiento, elimina todos los cordones emocionales que se han generado en el pasado y ten la más absoluta seguridad de que el amor se hará presente en tu vida.
Vivir la vida de manera intensa, sentir placer, intercambiar experiencias con otras personas, estos son los deseos del universo para tu vida. Entonces, ¿por qué no entender el proceso energético que estamos vivenciando y modificarlo?
Muchas veces no comprendemos el por qué de manera racional, pero al efectuar un atendimiento con la mesa radiónica podemos claramente identificar el bloqueo energético que está dando origen al tipo de energía y situación que estás viviendo hoy.
Tomar las riendas de nuestra vida significa modificar nuestra energía, nuestro patrón vibracional, significa cambiar nuestra manera de pensar, y esto es posible con el auxilio de la radiestesia y de la mesa radiónica.
Las personas aparecen en nuestras vidas exactamente en la forma en cómo nos mostramos a ellas ¡Caramba! Esto nos lleva a reflexionar: ¿será que solo atraigo a personas que no me hacen feliz? ¿Será que quiero ser feliz? ¿O quiero seguir siendo una víctima de la vida?
¿Por qué me enamoro de las personas equivocadas? ¿Será que quiero realmente tener a alguien en mi vida?
¿Por qué solo atraigo a personas comprometidas? ¿Será que quiero realmente entregarme a una relación y vivirla intensamente?
¿Por qué la persona que está conmigo parece tan distante? ¿Será que permito que el otro me vea por entero, o vivo siempre en función de máscaras?
Mira: todo es reflejo de tu interior, tú atraes aquello que emanas, entonces, la clave está justamente en cuidar de ti y de tu energía; ¡en vez de reclamar lo que no tienes y quieres, busca de hecho lo que deseas!
La radiestesia te enseña a equilibrar tus energías, a modificar tus patrones vibratorios y a deshacer los cordones emocionales formados en el pasado, y todo esto está a nuestro alcance, pues todo es energía.
La energía está disponible en el universo para que la canalicemos hacia aquello que deseamos, y cuando esto ocurre, un nuevo patrón vibratorio se instala en tu vida y todo empieza a modificarse.
Siempre digo en mis cursos: tú has venido aquí para aprender a vibrar por lo que quieres en vez de verbalizar de manera continua lo que no quieres; ¡y haciendo así podrás constatar cómo tu vida se transformará!
Cuento ahora un caso clínico, de una mujer joven y muy guapa que acudió a mí por sentirse muy infeliz en la parte emocional; decía no encontrarse, decía amar a las personas equivocadas, en fin, ¡se decía infeliz!
En el atendimiento inicial llevé a cabo un equilibrado completo de todas sus energías a través de la mesa radiónica. Sus frecuencias vibratorias estaban muy alteradas, pues su forma-pensamiento estaba propiciando el desequilibrio en todos los campos vibracionales, o sea, la parte de salud estaba empezando a verse afectada, lo emocional estaba muy negativo y lo mental muy acelerado como forma de fuga de la realidad.
Tras la completa reestructuración de todos los campos vibracionales, empecé un profundo análisis de los bloqueos vividos.
En principio, identifiqué un primer bloqueo hace unos 9 años y le pregunté qué había ocurrido. Entonces ella me dijo que sentía mucha vergüenza por lo que había hecho en esa época; le rogué que reuniese fuerzas y verbalizase lo ocurrido.
Así, empezó a contar: yo llevaba un año de casada, cuando empecé a traicionar a mi marido continuadamente con el abogado que se había contratado para cerrar la confección que yo tenía con mi marido. Lo peor de todo es que yo ni siquiera amaba a esa persona, simplemente traicionaba por un deseo sin control.
Mi marido era una persona estupenda, sabes, del tipo príncipe encantado, el hombre que toda mujer desea tener cerca, y yo le amaba de hecho, solo que la traición era una forma de hacer que ese amor fuese todavía más intenso, y esto duró cinco años.
¡Dios mío! ¡Me quedé abismada! El juzgar no forma parte de nuestra vida como terapeutas, ¡pero algunas veces nos quedamos asombrados! Es complicado oír que una persona ama a otra y al mismo tiempo la engaña.
Me detuve un poquito y me puse a observarla; ella estaba muy alterada energéticamente. Todo aquel equilibro inicial que yo había hecho se había desestructurado nuevamente.
Le rogué que continuase su relato. Ella me confesó entonces que un día llegó a casa y se lo contó a su marido, pues ya no podía vivir de aquella forma y se separaron.
Le sugerí que volviese en un segundo atendimiento y le expliqué que el origen de la falta de amor en su vida no estaba en esa situación de bloqueo que habíamos eliminado inicialmente, sino en algún bloqueo más profundo que solo podría identificarse tras la estabilización de su energía.
En el segundo atendimiento equilibré nuevamente todas sus frecuencias energéticas y fuimos a una identificación de bloqueo más profunda.
Identifiqué una nueva fecha, ésta cuando ella tenía solo 5 años de edad. En este momento, ella me dice: ¡Dios mío, he traicionado a mi marido por afán de venganza!Una observación hago en este punto: el tiempo entre un atendimiento y otro fue necesario para que ella trajese toda la situación a la consciencia de manera clara y pudiese identificar lo ocurrido; solamente así las situaciones repetitivas no retornan a nuestra vida.
Le pedí que fuese más directa, contándome qué había pasado, y ella narró: cuando yo tenía solo cinco años, pillé a mi padre con otra mujer en la cama suya y de mi madre.
Mi madre trabajaba por la noche en turnos alternos, pues era médica y yo siempre quedaba con mi padre y me iba a dormir muy pronto, pues despertaba temprano para ir a la escuela. Aquella noche, por algún motivo, me levanté y fui hasta la sala y cuando pasé por el cuarto de mis padres oí ruido… y pensando que mi madre había vuelto, fui a mirar por la rendija de la puerta y vi que quien estaba allí era otra mujer. Nunca, pero nunca de veras, le conté eso a nadie… sentía mucha rabia y odio contra mi padre, deseaba vengarme de él por mi madre, ya que no podía contar nada de lo que había visto.
Empecé entonces a unir los aspectos que habíamos identificado, diciéndole: mira, tú no encuentras a nadie en tu vida porque de hecho no quieres ser amada, y caso esto venga a suceder, encontrarás una situación que te aleje de ello.
Inicialmente, es lo que has hecho con tu matrimonio; y en las otras relaciones es así como procedes, simplemente porque tienes mucho miedo de que lo ocurrido con tu madre venga a pasarte a ti también.
Las personas comprometidas que atraes es para no entregarte totalmente, las que no quieren compromiso son un reflejo de eso, porque nunca darán lugar a una verdadera unión.
A partir de este momento tu energía está curada, el bloqueo está deshecho y tu energía está equilibrada. Observa la vida, vive intensamente las cosas que suceden a tu alrededor, derrama alegría; sé tú misma y vuelve en breve a contarme cómo se transformó tu vida.
Tras ocho meses, recibo una llamada telefónica de esta joven que decía estar viviendo una nueva relación de manera mucho más intensa y con una entrega que nunca había sentido en su vida y finalizó: ¡qué bueno es sentir todo esto!
¡Has transformado tu patrón energético vibracional y, como consecuencia, has pasado a vivir situaciones acordes con tu nueva energía!
