Camino a Jesús
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 06/12/2017 09:19:00
Autor Wilson Francisco
[email protected]
Traducción de Teresa
[email protected]
¿Es posible la incorporación de personas vivas a través de un médium? Sí. Lo afirmo con convicción a partir de lo que informan los Espíritus en el Libro de los Médiums.
Estudiando la obsesión, ellos enseñan que esa acción intermitente puede darse de encarnado a encarnado.
Y recientemente tuve la prueba de ese hecho oyendo el relato de una médium en Río de Janeiro. Ella ha estado envuelta en manifestaciones de personas vivas culminando con la comunicación del Espíritu de un médium que frecuenta el grupo de ella y que estaba ingresado en un Hospital.
Las expresiones y palabras del Espíritu comunicante caracterizaban la “presencia” del médium. ¡En Espíritu!
La médium se sintió preocupada por lo que pensaría el Grupo, ya que ese es un hecho raro. Y también quiso saber de mí si era natural el impacto que la manifestación causaba en ella físicamente. Ella se caía. Sentía fuertes dolores.
El efecto físico causado en una incorporación depende básicamente de la calidad energético/mental del comunicante y del médium.
Un Espíritu superior causará levedad, buenas ideas, imágenes positivas. Uno que sufre transmite dolores.
Si el Espíritu está en fase de mucho apego a la Vida física y “piensa terrenalmente”, o sea, piensa como un ser vivo, podría impactar al médium.
Aparte de eso, un Espíritu aún preso a la vida humana podrá aportar energía vital intensa, porque piensa terrenalmente. O sea, el Espíritu está en el mundo espiritual y se siente como si aún estuviese vivo.
En el caso de la comunicación de un ser vivo, aunque la criatura tenga un cierto grado de elevación moral, su irradiación de energía será humana, causando impacto físico en el médium.
Ya he realizado procesos de captación de seres vivos para, a través de la incorporación, dar orientaciones o apoyo vibracional. Con un pequeño y experimentado grupo, actué dando apoyo a una clínica de niños/jóvenes deficientes mentales.
Con autorización de la Psicóloga/Directora, yo hacía la captación del Espíritu, siempre pidiendo permiso a su Ángel de la Guarda.
La incorporación se producía completa o parcial y procurábamos envolver al Espíritu en mucho cariño. Y el efecto, según la Psicóloga, era expresado por acciones que ellos desarrollaban en la clínica.
¡A veces el dolor era intenso y producía en el grupo el deseo de curarlo! Les advertí informando de que ese era el camino elegido por ellos y por Dios.
Un hecho curioso me esclareció sobre eso. Una muchacha, Espíritu, vino a agradecer el apoyo. ¡Decía que estar allí vestida de un cuerpo sano donde podía hablar, respirar y sonreír era maravilloso!
Y completó, con seriedad: por favor, yo no necesito la curación. Sí necesito vuestro Amor. ¡A fin de cuentas, es en este cuerpo donde yo realizo mi camino a Jesús!
