Comprende de Una Vez por Todas Por Qué No Consigues Adelgazar
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 12/10/2016 09:07:44
Autor Paula Teshima - [email protected]
Traducción de Teresa
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Hay que comprender dos cuestiones importantes:
1. Alimentación
Ningún alimento, por sí solo, es capaz de hacer a una persona engordar o adelgazar. Los alimentos poseen energías neutras, por eso aquella fabada o aquel dulce de chocolate no te aportará un aumento de peso.
A decir verdad, lo que hace a una persona engordar es lo que ella piensa respecto de ese alimento, o sea, son sus creencias de que tal alimento la va a engordar o no. Como las personas dicen y creen que el dulce de chocolate engorda, eso es lo que realmente sucede – van a engordar.
Aquello que está definido en tu mente inconsciente es lo que determinará tu realidad. Entonces, todo lo que crees que al ingerirlo te va a engordar, se concretizará en tu vida. En cambio, aquella persona que es consciente de eso y que ha buscado formas de engañar o desacreditar a su propia mente, es capaz de comer cualquier cosa y no engordar.
¡Los animales lo saben! ¿Te has fijado en lo golosos que son? Ellos tienen la ciencia de que no es el alimento lo que les va a perjudicar o beneficiar, sino que es el pensamiento y las condiciones físicas de su cuerpo. Ese es el relato de la médica veterinaria Marta Sofía Guerreiro, escrito en su libro Conversas com Animais. Ella es médium y comprende lo que los animales piensan, sienten y desean. Para quienes aman a los animales, este libro es muy esclarecedor. Vale la pena comprobarlo.
2. Hacer un Trabajo que Nos Gusta
Si el trabajo que haces no te place, si no tienes demasiadas ganas de ayudar a otros y no te despiertas todos los días por la mañana con mucha disposición para trabajar, probablemente vas a aliviar todo el sentimiento de vacío de tu pecho, tu infelicidad, frustración, insatisfacción… en cosas materiales como por ejemplo, las comidas. Y no en cualquier tipo de comida, generalmente tienes ganas de comer precisamente la comida rápida calórica, frituras, dulces, pasta, empanadillas, croquetas…
Y si la fuente que eliges para aliviar tus sentimientos inferiores no es la comida, buscarás otra fuente material, como: tabaco, drogas, bebidas, sexo, personas, compras compulsivas… Fíjate en que todo eso son cosas adictivas. La persona entrará en un círculo vicioso y difícilmente saldrá de él.
Y todo eso ¿por qué ocurre?
Porque esas personas no realizan el trabajo que aman y no desarrollan sus talentos. Observa, por otra parte, a las personas que han descubierto cuál es su talento y de eso hay hecho su trabajo. Fíjate en lo activas que son, en el brillo que tienen sus ojos, en cómo son optimistas, alegres y en cómo, consiguientemente, poseen un óptimo rendimiento financiero. Ellas están enamoradas de su trabajo, lo hacen con mucho amor y dedicación, hasta el punto de tener dificultades para irse de vacaciones porque echarían mucho de menos su querido trabajo. O entonces, incluso durante sus vacaciones, si tuviesen que trabajar, lo hacen con mucho gusto. O sea, el trabajo no es un trabajo, no es un esfuerzo, y sí momentos de placer. Ponen el foco en lo que hacen mejor, y el dinero viene en consecuencia.
Cuando haces un trabajo que amas de corazón, todos los sectores de tu vida se transforman. Te conviertes en una persona completa y no necesitarás de algo material para aliviar alguna carencia; claro que es preciso hacer, también, un estudio profundo de tu desarrollo personal. Saber cómo lidiar con las personas, cómo pensar correctamente, cómo mantener el éxito y tantas otras habilidades, son requisitos fundamentales para lograr una vida equilibrada.
Ser delgado, esbelto y disfrutar de una salud inmejorable exige ciertos cambios en el estilo de vida actual. No sirve de nada tomar medicamentos para adelgazar si la persona no modifica su modo de contemplar la vida. Pronto, pronto las cosas vuelven y continúan de la misma manera. Un cambio efectivo ha de partir, primero, de dentro de la propia persona, para después ver los resultados en el mundo exterior.
Abrazos,
Paula Teshima
