Consumo de grasas e inflamación en el cerebro: cómo evitar.
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 06/06/2017 10:13:28
Autora: Pollyanna Patriota
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Traducción de Teresa
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Ya son bien conocidas y debatidas las acciones devastadoras del alto consumo de grasas para la salud cardiovascular. Sin embargo, nuevos estudios han indicado los daños causados por las dietas ricas en grasas saturadas y trans a nuestro cerebro.
Estas grasas producirían una inflamación continua en el hipotálamo y los daños en esta región, que se sitúa en la base del cerebro y funciona como un sensor de nutrientes, causarían la muerte de neuronas responsables por controlar las sensaciones de hambre y saciedad, así como el gasto energético.
Este ciclo vicioso que implica un alto consumo de grasas saturadas y trans, daños al hipotálamo, control deficiente del hambre y la saciedad, llevaría a un aumento cada vez mayor de peso y a un mayor sufrimiento psíquico para aquellas personas que viven en la lucha por reducir peso.
El centro de Investigaciones en Obesidad y Morbilidad Asociada (OCRC, por sus siglas en inglés) informa que el daño cerebral causado por estas dietas excesivas en esas grasas podría ser parcialmente revertido por el consumo de alimentos o compuestos ricos en grasas saludables (las insaturadas). Este estudio fue publicado en la Revista científica norteamericana Diabetes en octubre de 2015.
En síntesis, el consumo excesivo de ácidos grasos saturados llevaría a la ruptura de la barrera hematoencefálica en ciertas regiones del hipotálamo. Desorganizado ese sistema de defensa del cerebro, se produciría inflamación crónica y muerte de neuronas. Los estudios científicos demuestran que basta un consumo excesivo durante 4 semanas (el 30% de la dieta compuesta de grasas saturadas) para que ya se vean esos daños.
En la práctica, lo que pretendemos advertir es que además de mantener un estilo de vida saludable (como la práctica de actividad física regular, por ejemplo) se reduzca el consumo de grasas saturadas y trans, si se pretende mantener una buena salud y regular el peso corporal.
¿Qué son grasas trans? Son grasas producidas a partir de la modificación de aceites vegetales, usados por las industrias en productos alimenticios ultraprocesados (margarinas, masas crocantes, galletas, postres grasientos, helados, diversos alimentos congelados, patatas fritas industriales, aperitivos salados envasados y comida rápida en general). Estas grasas están desarrolladas para que los productos sean más crocantes, cremosos y más adictivos al paladar.
Y dónde encontramos las grasas saturadas: grasa animal, como las grasas de buey y de pollo, leche integral y sus derivados (quesos, requesón, cremas), carnes grasas en general. Por eso, la famosa hamburguesa (preparada con carne grasa) con queso y panceta, sería un buen ejemplo de producto excesivo en grasas saturadas.
Las grasas insaturadas: incluyen los ácidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados. Ambas, grasas mono y poliinsaturadas, cuando son consumidas con moderación y usadas para sustituir las grasas saturadas o trans, pueden ayudar a mejorar la salud cardiovascular y además romper este ciclo de daños neuronales debido al consumo de grasas nocivas.
Se encuentran en alimentos tales como: aceite de oliva, castañas, macadamia, nueces, semillas (lino, calabaza, girasol, chía) y aceitunas. El aguacate también es rico en este tipo de grasa. Otros alimentos como peces de aguas frías, ricos en omega 3 (salmón, atún, sardina, caballa, trucha, arenque) deben ser consumidos dos veces a la semana.
De todos modos, me gustaría advertir que el objetivo aquí no es reforzar el terrorismo nutricional que viene siendo predicado desde hace décadas. Compartir informaciones científicas de forma más simple es un modo de hacer accesible lo que sólo se discute en la elite científica.
Traer estas informaciones a la población en general es mi meta como profesional de la salud.
Ahora que sabes que para mantener sano tu cerebro y también controlar tu peso, has de tener cuidado con las grasas trans y saturadas, importa tener precaución al comer fuera de casa y también, cuando vayas al supermercado, evitar la compra de esos productos.
Recordad que si compramos y dejamos esos productos en casa, aumenta la ocasión de consumirlos diariamente o en grandes cantidades. En fin, en lo cotidiano podéis hacer uso de estas informaciones con equilibrio, sin exageraciones. Observad que para una vida saludable basta la armonía entre la calidad y la cantidad, sobre todo cuando se habla de Nutrición.
