Contaminación emocional: sintonías y sentimientos
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 01/07/2010 15:22:13
por Bruno J. Gimenes - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
En la actualidad, estamos inmersos en un universo repleto de sentimientos negativos, promovidos por actitudes densas, pesimistas y materialistas. Esa actitud de comportamiento es el gran veneno y el mayor obstáculo para la evolución de los seres en general. Los sentimientos negativos que creamos generan ondas de frecuencia energética nociva, como si fuesen descargas constantes de energía negativa. Ésta, a su vez, va acumulándose en la corteza terrestre, esparciéndose por el planeta como si fuesen grandes masas de aire en la atmósfera. La gran diferencia es que este tipo de concentración de energía es muy sutil, o sea, en principio sin forma física condensada.
Lo que esto sugiere es que estamos todo el tiempo siendo bañados por el cúmulo de las energías que nosotros mismos hemos creado, pues comparando con la contaminación ambiental tan evidente en nuestro planeta, se puede decir que es lo mismo, si bien el agente contaminador en este caso es nuestro patrón psíquico y emocional.
Esa masa de energía negativa, creada y acumulada, retorna a nosotros, al igual que los humos y otras emisiones de gases en la atmósfera que han venido destruyendo la capa de ozono tan importante para la calidad de vida en la Tierra. O sea, la ley de acción y reacción muestra que, todo ese patrón vibratorio negativo creado, retorna a nosotros mismos, los originales creadores del “problema”. Cuando esa energía vuelve a quien la ha creado, el ciclo solo tiende a continuar y a aumentar cada vez más, puesto que el patrón negativo estimula a las personas a que se vuelvan cada vez más negativas y menos conscientes de la necesidad de salir de ese ciclo y trascender ese patrón repetitivo de sentimientos inferiores y nocivos.
Esto explica el hecho de que algunas ciudades sean más desarrolladas en aspectos humanos y sociales y otras tan calamitosas. Los propios habitantes de una ciudad crean la vibración específica que habrá de dictar la armonía o la desarmonía existente en aquella región. En Brasil y en todo el mundo hay “Minas” y “Torres” de energía.
Minas son centros generadores de energía vibracional densa y nociva, debida al patrón vibratorio de las personas y de la influencia energética nociva de sus antepasados. Torres son centros transmisores de energía positiva, creada por las propias personas y, principalmente, por la influencia positiva de los elementos de la naturaleza, como el clima, la geografía, la vegetación y también por la gran distancia en relación a las Minas.
Se está en resonancia cuando se crea un patrón vibratorio parecido al ya existente, o sea, si un individuo crea actitudes positivas, directa o indirectamente, él estará conectándose con la misma frecuencia generada. Haciendo una analogía con las ondas de radio, se puede decir que cada ser humano está sintonizado en una determinada radio (la estación es la actitud y el comportamiento personal que sintoniza). Cuando se generan actitudes positivas, las músicas que se tocan son también positivas; de esta manera, se oyen, se cantan esas canciones. Otro factor importante es que otras muchas personas pueden estar sintonizadas en esa misma radio, creando una comunión energética entre todas esas personas, y solo el hecho de gustarles el mismo tipo de música o de estar conectadas en la misma frecuencia de la radio, ya crea una afinidad entre esas personas. Esa afinidad origina una vibración característica que puede ser positiva o negativa, dependiendo de la calidad de la intención, de los sentimientos y pensamientos implicados. Por eso se puede decir que los oyentes de esa misma sintonía están en resonancia.
De la misma manera citada anteriormente, cuando se crean actitudes negativas y nocivas, también se produce una frecuencia de sintonía negativa, es decir, de frecuencia menos elevada, que originará una resonancia con otras personas de la misma vibración.
Lo más importante de todo esto es que se comprenda que cuando estamos conectados en determinada frecuencia, nuestras actitudes están totalmente basadas y estructuradas en lo que “oímos” en esa radio. Esto quiere decir que si en la estación de radio se tocan las “músicas” de sentimientos y actitudes negativas, como rabia, odio, miedo, apego, tristeza, orgullo, etc., el individuo producirá en su vida actitudes en ese mismo patrón.
La importancia de comprender estos conceptos es esencial para que cada ser encarnado en este planeta tenga conciencia de que cada actitud o acción creada genera una reacción de la misma intensidad, que resuena con quien la ha creado, o sea, alimenta las actitudes de la persona y dicta su forma de vivir la vida. Cuando se está conectado a una onda de radio de baja frecuencia, los impactos negativos pueden ser verdaderamente avasalladores hasta el punto de crear una desarmonía muy grande, no solo en una persona individualmente sino además en todo el planeta por efecto de la resonancia.
El lado optimista de este enfoque es que se puede usar la misma ley natural para ayudar al planeta a evolucionar. “Cuando evolucionamos, ayudamos al mundo a evolucionar”, y esto es perfectamente posible, puesto que nuestras actitudes positivas pueden también, en resonancia con otras, crear una masa de energía positiva y generar una nueva atmósfera de armonía en el Planeta.
En el mundo en que vivimos rige la Ley del Libre Albedrío, esto sugiere que cada cual es dueño de sus elecciones, pero también recibe de vuelta todo cuanto llegue a generar; y se enfrenta a las consecuencias de sus decisiones, sean éstas positivas o negativas (ley de retorno). Todavía explorando un punto de vista positivo y optimista, el conjunto de situaciones catastróficas producidas por el hombre ha despertado un nuevo prisma en el plano Astral Superior, que se ha encargado de enviar “ayuda”.
Desde los últimos tiempos, todos estamos siendo bañados por un nivel de ayuda astral mucho más intenso que hace 20 años. No obstante, no se puede dejar de resaltar que, aun así, esa ayuda solo vendrá si estamos “abiertos” a ella, al fin y al cabo este es el Planeta del Libre Albedrío.
Muchas novedades positivas han ido surgiendo naturalmente para ayudar a los seres humanos a evolucionar. Se han roto paradigmas espirituales y religiosos y se ha logrado más libertad de expresión, entre otras, sin embargo una de las mayores ganancias que ha tenido la humanidad ha sido la “aparición” de algunas herramientas verdaderamente importantes para elevar el patrón vibratorio de las personas, entre ellas el poder de una oración, una meditación, la búsqueda interior de respuestas y caminos, las terapias alternativas o complementarias, los sistemas de curas naturales por imposición de manos, y el aumento del universalismo también se destaca.Es esto lo que más necesitamos, explorar caminos sencillos y eficaces para un proceso de evolución personal y espiritual verdaderamente más rápido y consciente, en el cual las elecciones y decisiones puedan verificarse libres de las influencias de las frecuencias menos elevadas de la energía, que inducen al error y al aumento del Karma individual y planetario.
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