¿Crees en vida fuera del planeta?
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 30/01/2015 11:58:54
Traducción de Teresa - [email protected]
Si tú eres de esas personas que considera esta posibilidad, ciertamente tendrás que aflojar exactamente todas tus creencias acerca de cualquier cosa que pueda significar religión.
Imagina que si se constata que no estamos solos en el universo, la pregunta imposible de callar sería sobre cuál parte en este montante espacial nos pertenecería. Y en un sentido más amplio esa pregunta se extendería a sobre quién o qué de verdad nos ha creado en este planeta azul; y a partir de ahí, quizá se hiciese impensable imaginar qué tipo de consciencia sobre nosotros mismos y sobre la vida en sí pasaríamos a tener. Fatalmente nuestras creencias acerca de todo lo que nos rodea sufrirían drásticos cambios. Nuestros conceptos sobre religión, por ejemplo, serían chequeados o dejarían de existir, o incluso surgiría algo totalmente diferente de todo lo que habíamos creído hasta ahora sobre ese vasto tema.
Llega a ser aterrador pensar que otros orígenes podrían venir de otras formaciones y que incluso podrían tener un nivel de consciencia bastante distinto del nuestro. Sus dioses, por ejemplo, si existiesen, podrían ser de otro orden completamente disociado de nuestra percepción y de todo lo que hasta entonces tuvo algún significado y sentido para nosotros en calidad de sagrado.
¿Y, como hipótesis, si ellos nos demostrasen que lo que siempre habíamos creído sobre nuestras historias universales no es más que una especie de cuento de hadas, una fantasía mitológica creada por algunos y compartida por muchos como verdades absolutas? ¿Qué sería de nosotros si a partir de un contacto extraterrestre llegásemos a descubrir que la verdad está mucho más allá de todo lo que concebíamos hasta hoy como tal? Nuestras mentes ¿cómo quedarían?
Todo este cuestionamiento nos lleva a pensar sobre las verdades construidas, sean del orden que fueren, y de cómo en algún momento pueden mostrarse frágiles e incluso incoherentes, como innumerables veces hemos visto ocurrir aquí en la Tierra. Diversas veces la humanidad ha tenido ocasión de presenciar nuevos e inusitados descubrimientos, que la sacudieron por entero hasta el punto de tener que reinventarse en casi completamente todo.
Una de las cuestiones que más impactó a la humanidad de la época, por ejemplo, fue vernos obligados a salir del lugar que teníamos cuando nos creíamos el centro del universo, al descubrir que la Tierra se mueve alrededor del Sol.
Hoy lo que tenemos como verdad aprendida es que nuestro universo está en constante expansión; una idea osada y bastante aterradora incluso para nuestros días, imagínese lo que podría ocurrir si tuviésemos esa información en la época del Renacimiento.
La historia nos muestra que los nuevos paradigmas siempre vienen con fuerza total. Ahora, más que nunca, deberíamos estar abiertos a ensanchar nuestra consciencia, a fin de poder absorber lo que está por venir…
Evitar entrar en contacto con todo eso es como mantener paralizada nuestra consciencia antes aún de la Edad Media, cuando ya hemos salido de ella en muchos sentidos. Y aunque podamos estar muy lejos aún de alcanzar innumerables conocimientos frente a un infinito de informaciones todavía por venir, que por ahora no tenemos posibilidad alguna de obtener, abrir la mente a lo imponderable de algún modo nos sitúa en una posición menos vulnerable frente a lo desconocido.
Abriendo la mente a la posibilidad de absorber nuevos paradigmas, toda la arrogancia que ha generado incontables directrices infundadas de cómo debemos proceder en nombre de una diversidad de creencias no tangibles, ciertamente tendría que ser chequeada y redimensionada. Cuestiones que dirigen y fundamentan nuestro planeta, como son Lucha, Poder y Posesión, también perderían sentido y razón de ser, frente a la presencia de realidades mayores.
¿Deberíamos abrir nuestra mente y prepararnos, o este artículo sería una ficción infundada más? Tú siempre eliges hacia dónde quieres mirar.
