Menu

¿¡¿Cuál es el lenguaje del amor?!?

por Rosana Braga em STUM WORLD
Atualizado em 21/05/2007 11:41:19


Traducción de Teresa - [email protected]

Cuando estamos viviendo un sentimiento importante por alguien, desde un simple flirteo, pasando por una aventura, un noviazgo, un matrimonio o incluso una separación… creo que las preguntas que más nos hacemos son: “¿Cómo actuar? ¿Qué decir? ¿Cómo hablar? ¿Qué demostrar y qué ocultar? ¿Debo abrir de par en par mi corazón o fingir que no me importa?” ¡Esas preguntas surgen especialmente cuando lo que sentimos no es correspondido!

En fin, se podría resumir cuestiones como esas en una única pregunta: “¿cuál es el lenguaje del amor?”
Y yo diría que el lenguaje del amor es el más sencillo y, al mismo tiempo el más complejo que pueda existir… ¡porque es el lenguaje del corazón! Sin embargo caería, inevitablemente, en un abismo, tan profundo y sorprendente que todas nuestras preguntas se encontrarían nuevamente sin respuestas preparadas, obvias o fáciles de obtener!

Y eso ocurriría porque el corazón de una persona es lo que ella tiene de más precioso y, al mismo tiempo, de más distante… Tal como un tesoro que Dios nos ha dado, pero con una condición: para que podamos disfrutar de esa riqueza, mucho tendremos que dedicarnos y empeñarnos para desbravar el camino del corazón…
Por tanto, frente a cuestiones como las que he citado más arriba, yo comenzaría diciendo que ¡hemos de ir “por partes”! Primero, consiguiendo entender y observar que en ese camino hasta el corazón (donde están nuestras respuestas), vamos colocando muchos obstáculos, miles de ellos, sin darnos cuenta…

Es como si yo dijese que nuestra mente, incluso como forma de defenderse de aquello que no conoce muy bien, crea algunos “enemigos” para el corazón, como el orgullo, la vanidad y el egoísmo. Estos enemigos actúan en nuestra mente, creando situaciones y haciéndonos imaginar por el otro, llegando a conclusiones precipitadas y renegando de nuestros sentimientos más genuinos y puros.

Nos dejamos contaminar por esos “enemigos”, adoptamos actitudes enmascaradas y, por fin, nos sentimos absolutamente insatisfechos y tristes. Obviamente, la mayoría de las veces, no nos damos cuenta de que estamos permitiendo esa contaminación… Al contrario, consideramos como legítimos nuestros sentimientos contaminados y perdemos la esencia, el contacto con la fuente: ¡el corazón!

Debo admitir que distinguir una voz de otra es una tarea extremadamente difícil y requiere trabajo para toda nuestra existencia. Confundimos esas voces frecuentemente y lo hacemos porque el corazón exige todo nuestro potencial, toda nuestra inteligencia, tanto la mental como la espiritual y la emocional.

El corazón conoce nuestra verdadera fuerza y no acepta menos de lo que podemos, mientras que la vanidad y la tendencia a racionalizar nos satisfacen con actitudes inmediatistas, tomadas de emociones equivocadas y parciales, si no injustas y distorsionadas.

La vanidad no nos deja ver lo esencial; el orgullo nos revela tan sólo sentimientos mezquinos, pequeños y que no nos hacen felices en hipótesis alguna. Nos trae apenas una sensación de satisfacción momentánea, pero a continuación nos remite al vacío y al estancamiento.

Sin embargo, cuando conseguimos escuchar la voz del corazón, sabemos que nuestra felicidad no está en lo que nos hacen o nos dicen. Está en nuestras propias actitudes, en nuestros propios sentimientos y en nuestras propias intenciones.

Ciertamente escribir todo esto es infinitamente más fácil que practicarlo, pero es una cuestión de consciencia, de entrenamiento. Como he dicho anteriormente, conseguir escuchar al corazón es tarea para toda nuestra existencia y equivocarnos hoy no anula nuestra ocasión de acertar mañana (y viceversa). Todos nosotros sentimos ira, nos dejamos ofender y lastimar y eso es absolutamente humano y comprensible.

Tal vez, al leer este artículo, te quedes con la impresión de que no sabes escuchar tu corazón, pero la verdad es que todos nosotros sabemos y, al mismo tiempo, no sabemos. Es decir, el corazón siempre habla, pero el orgullo también siempre habla. Nosotros, poco a poco, vamos ajustando el sonido de uno y de otro, hasta que consigamos dejar que el corazón hable más alto.

Y eso no significa ser bobo, correr para los brazos de quien ya no nos quiere o insistir en una relación ya terminada… Sino que significa detener las tentativas de encajar nuestras actitudes en normas, ¡como si el amor fuese un juego, donde uno debe ganar, y el otro perder!

El amor es más noble sentimiento que pueda existir… Y es en ese sentimiento, que existe dentro de nuestro corazón, en lo que debemos basarnos para llevar a cabo nuestras opciones, sea para intentar o para desistir, sea para hablar o callar, ¡pero siempre, siempre, basándonos en lo que realmente sentimos y no en lo que queremos hacer que el otro sienta!

Texto adaptado del libro “Alma Gemela – ¡todo lo que necesitas saber para encontrar la tuya!”, de Rosana Braga. ¡Solamente en portugués!


estamos online   Facebook   E-mail   Whatsapp

Gostou?   Sim   Não  
starstarstarstarstar Avaliação: 5 | Votos: 1


foto
Rosana Braga é Especialista em Relacionamento e Autoestima, Autora de 9 livros sobre o tema. Psicóloga e Coach. Busca através de seus artigos, ajudar pessoas a se sentirem verdadeiramente mais seguras e atraentes, além de mostrar que é possível viver relacionamentos maduros, saudáveis e prazerosos.
Acesse rosanabraga.com.br para mais conteúdos exclusivos!
Visite o Site do Autor

Saiba mais sobre você!
Descubra sobre STUM WORLD clicando aqui.

Deixe seus comentários:



Veja também

As opiniões expressas no artigo são de responsabilidade do autor. O Site não se responsabiliza por quaisquer prestações de serviços de terceiros.


 


Siga-nos:
                 


© Copyright 2000-2024 SomosTodosUM - O SEU SITE DE AUTOCONHECIMENTO. Todos os direitos reservados. Política de Privacidade - Site Parceiro do UOL Universa