Menu

Cuando el esfuerzo es excesivo

por Bel Cesar em STUM WORLD
Atualizado em 29/06/2006 10:16:35


Traducido por Melissa Park - [email protected]

Anoche, soñé que me había propuesto hacer un recital de piano en homenaje a mi abuela que había fallecido. Fue un sueño tenso, en el cual me resistía en admitir que no sabía tocar piano. Sufría por el esfuerzo excesivo de intentar estar preparada para algo que yo, de hecho, inconscientemente sabia que no lo estaba. Cuando reparé en el piano que sería usado para el recital fue ahí que me relajé: él estaba viejo y desafinado... había una buena disculpa para sentirme aliviada... ¡no podría tocar en él! Comprendí entonces que no solo yo, no estaba lista, ¡también las condiciones eran inapropiadas! En seguida, busqué una nueva solución para homenajear a mi abuela: fui a preguntar a las personas que vendrían al recital, de que manera ellas podrían participar de la ceremonia...

Este sueño me hizo pensar sobre la importancia de explorar más los recursos a nuestro alrededor cuando no nos sentimos preparados delante de un desafío.
Cuando nuestro esfuerzo se torna excesivo, es señal de que nos tornamos rígidos, por lo tanto, hay algo que debemos cambiar; de lo contrario, no tendremos fuerza para seguir adelante.
Nuestras metas pueden continuar siendo las mismas, pero el modo de alcanzarlas debe ser alterado: podemos encontrar una manera de ser más realistas de acuerdo con nuestras condiciones y habilidades.
Son tantas las veces que nos auto-imponemos expectativas exageradas que ni nos percatamos que ¡ya ultrapasamos nuestros limites!

Cuando la tendencia de abusar de nuestras propias fuerzas se convierte en un hábito, ya nos distanciamos de nosotros mismos, dejamos de escucharnos, perdemos la capacidad de alertarnos que ¡ya es hora de regresar!

Al escribir esta frase, me vino a la mente una imagen clara de esta idea: mi hija tiene un perro (de raza Golden Retriever) que le encanta nadar en el mar en dirección al horizonte. Ella se preocupa al verlo irse, fascinado en nadar siempre hacia el frente, pues teme que él no tenga fuerzas para volver. Entonces, grita innumerables veces su nombre llamándolo de regreso. Creo que tenemos que hacer lo mismo con nosotros cuando ya no medimos esfuerzos en seguir nuestros objetivos. Muchas veces, estamos tan fascinados por los horizontes que se abren a nuestro frente que ¡olvidamos ver como andan nuestras fuerzas!

No se trata de pensar en pequeño; podemos (y debemos) tener metas elevadas como la de alcanzar la iluminación en beneficio de todos los seres, pero si no reconocemos nuestros límites estaremos expuestos al agotamiento.

El miedo y la inquietud son señales de alerta, informándonos que ultrapasamos nuestras capacidades. Ellas nos muestran donde estamos frágiles y vulnerables para seguir nuestro combate. Cuando algo nos deja inquietos, significa que estamos perdidos: precisamos reorientarnos, pues probablemente la “sed al pote” nos endureció. Precisamos tornarnos flexibles nuevamente, ver el camino bajo un nuevo prisma. En el camino de la evolución interior, precisamos constantemente ¡ desaprender para volver a aprender!

En vez de nadar alucinadamente en dirección a nuestras metas, podemos parar para rescatar nuestras fuerzas antes de que ellas se agoten, así como para rever nuestras estrategias antes de que ellas se tornen demasiado exigentes.

Creo que eso es particularmente importante cuando estamos empeñados en hacer cambios radicales en nuestra vida: cuando queremos divorciarnos, cambiar de empleo, de ciudad o aún cuando sabemos que estamos delante de la muerte. No precisamos intimidarnos delante de los obstáculos, pero aceptar cuanto y donde no estamos preparados es, en sí, una actitud saludable que siempre nos ayudará.

Admitir que nuestros esfuerzos son excesivos es, con seguridad, el primer paso. En seguida, precisamos abrirnos para un nuevo aprendizaje. Como el sueño me inspiró, un buen tips puede ser ¡buscar ayuda junto a otras personas! Por ejemplo, podemos comenzar teniendo la curiosidad de saber como otras personas enfrentaron desafíos semejantes a los nuestros. Así como dice Dugpa Rinpoche: “Yendo en dirección a los otros, podemos descubrirnos nosotros mismos”.


estamos online   Facebook   E-mail   Whatsapp

Gostou?   Sim   Não  
starstarstarstarstar Avaliação: 5 | Votos: 1


bel
Bel Cesar é psicóloga, pratica a psicoterapia sob a perspectiva do Budismo Tibetano desde 1990. Dedica-se ao tratamento do estresse traumático com os métodos de S.E.® - Somatic Experiencing (Experiência Somática) e de EMDR (Dessensibilização e Reprocessamento através de Movimentos Oculares). Desde 1991, dedica-se ao acompanhamento daqueles que enfrentam a morte. É também autora dos livros `Viagem Interior ao Tibete´ e `Morrer não se improvisa´, `O livro das Emoções´, `Mania de Sofrer´, `O sutil desequilíbrio do estresse´ em parceria com o psiquiatra Dr. Sergio Klepacz e `O Grande Amor - um objetivo de vida´ em parceria com Lama Michel Rinpoche. Todos editados pela Editora Gaia.
Visite o Site do Autor

Saiba mais sobre você!
Descubra sobre STUM WORLD clicando aqui.

Deixe seus comentários:



Veja também

As opiniões expressas no artigo são de responsabilidade do autor. O Site não se responsabiliza por quaisquer prestações de serviços de terceiros.


 


Siga-nos:
                 


© Copyright 2000-2024 SomosTodosUM - O SEU SITE DE AUTOCONHECIMENTO. Todos os direitos reservados. Política de Privacidade - Site Parceiro do UOL Universa