Cuando la noticia se vuelve navidad
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 12/04/2012 13:22:44
por Bernardino Nilton Nascimento - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
El destino de cada uno existe como expresión personal perfecta. Un puesto que nadie puede ocupar por ti. Algo que solo nosotros debemos hacer y que nadie puede ejecutar en nuestro lugar.
Cada uno que sabe escribir su destino debe mantener sus sueños, sus objetivos alineados al plan divino, que está dentro de cada uno de nosotros. Este plan debe ser ejecutado para satisfacer el motivo para el cual Dios nos creó. Un plan que aguarda ser reconocido y puesto en práctica, a todo instante.
Siendo la imaginación nuestra facultad creadora, es preciso que registremos, en el mundo de las ideas, los sueños y los objetivos, para que se materialicen. Así, la más elevada petición que podemos hacer, es la de tener conocimiento de nuestro divino designio en la vida.
Es posible que no tengamos una mínima conciencia de lo que vaya a ocurrir, pues nuestros poderes pueden estar ocultos, en lo más recóndito de nuestro interior. Podemos estar dotados de maravillosos talentos, que nos abrirían diversas posibilidades. Nuestros ruegos deben hacerse de la siguiente forma: “Grandioso espíritu divino, abre mi camino para que se manifiesten mis más puros deseos. Que se despierte el genio que está dentro de mí. Que yo vea claramente la verdad, para que mis sueños puedan seguirla”. Nuestro plan perfecto incluye salud, prosperidad, amor y la expresión perfecta de nosotros mismos. Esa es la razón de la vida, de ella brota la perfecta armonía.
Entre una y otra petición habrá siempre un ángel materializado para ayudar a la realización de tus sueños, de tus objetivos. Esa persona, designada para ayudarte, forma parte de tus ruegos y de tu fe, de tu voluntad y de tu certeza, la que te encaminará hacia tu objetivo, hacia tu sueño. En algún momento de tu vida debes diseñar y a continuación imaginar tu objetivo materializado. Deséalo con toda tu fuerza interior, desafiando al tiempo, sorteando el viento y no modificando ni una coma por lo que viene de las opiniones ajenas que surjan para bien o para mal. Ese es el momento de diferenciar tu verdad de la de los demás.
Cuando hacemos las peticiones con fe y creemos en nuestros ángeles divinos, los ocultos y los materializados, abrimos espacio para las grandes transformaciones. Los que cometen errores se desvían mucho de su destino, es decir, van hacia el lugar donde su más puro sueño no se encuentra.
Las buenas y las malas noticias no eligen los momentos para presentarse. Hay navidades que traen denuncias profanas, noticias tristes, altercados de familia, pero hay carnavales que se convierten en unas verdaderas navidades. Una noticia de un empleo tan esperado, una comunicación que nos hace estar a un paso de nuestro tan anhelado sueño: la aparición de nuestro ángel materializado. La verdad es que toda buena noticia puede transformar tu día, y el de mucha gente, en una linda y armoniosa navidad.
Las buenas noticias unen a las personas, unen a las familias. Todo se convierte en alegría, unión y buenos deseos, que traen de vuelta la esperanza. Son a su vez extremadamente estimulantes y retadoras. Son el verdadero placer de la vida. Así el carnaval, que las religiones nombran como fiesta profana, pasa a ser divino.
Haz con fe una oración definitiva, y tu camino se volverá más fácil y más próspero.
¿Quién sabe si aquel que se acerca a ti, como extraño, pueda ser tu ángel materializado? Puede que sea aquel que va a ayudarte a realizar tus sueños, haciendo de palanca, transformando cualquier época del año en una preciosa navidad. Recuerda que tú también puedes ser un ángel para alguien. Para ello basta desear la felicidad del prójimo. Actuando así, pronto estarás rodeado de gentes que comenzarán a formar parte de tu vida, y a partir de ahí empezarás a ayudarles en la realización de los sueños, de los objetivos sinceros, donde el ángel, nota en la mirada, en la fuerza de voluntad, en la sonrisa y en el corazón, la alegría cuando alguien cuenta su sueño y lo materializa, los ojos brillan y entonces toda la energía divina hace de ti un ángel materializado. Cuando esto ocurre, los buenos vientos provenientes de lo alto soplan en tu favor, y todo cuanto tú, ángel, deseas para tu protegido sucede con más facilidad, con más alegría y todos los caminos a seguir se franquean para que tú y tus protegidos podáis caminar en buena dirección hacia vuestros sueños, vuestros verdaderos objetivos.
Ningún viento puede desviar tu barco ni cambiar la marea de tu destino. Permítete convertirte en un ángel para alguien, para así tener la posibilidad de transformar un carnaval en una preciosa navidad.
BNN
