El amor destructivo
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 07/10/2012 21:06:08
Traducción de Silvana Partucci - [email protected]
Observamos personas que entran en relaciones llenas de conflictos que causan bastante sufrimiento. Son mujeres y hombres que se relacionan con personas con problemas de bebida, drogas o con personas que tienen grandes dificultades emocionales. Parece que entran en una relación para sufrir. Cuando acaban una relación problemática, en seguida entran en otra. ¿Por qué será que sucede esto?
Estas cosas no suceden por casualidad. El origen de este patrón que busca relaciones enfermas está en la infancia. Durante este período, el niño precisa atención y el amor de sus padres para desarrollar su amor propio. Cuanto este niño aprenda a amarse y aceptarse, depende de cuánto los padres lo aman y lo aceptan. Su autoestima es completamente afectada por la relación con sus padres.
El niño tiene una necesidad emocional de recibir atención y reconocimiento a través del contacto físico, elogios, interacciones. Cuando recibe bastante atención positiva (elogios, cariño y afecto), aprende que esa es la forma normal de relacionarse. Su autoestima y amor propio se desarrollan, y cuando crece se vuelve un adulto saludable que buscará relaciones afectivas positivas.
Sin embargo, los padres que no dan mucha atención de forma positiva, acaban dando atención de forma negativa a través de críticas, castigos, palizas. En esos casos, el niño aprende que esa es la forma normal de recibir amor; queda grabado en su inconsciente. Su autoestima se deteriora y en la vida adulta entra en relaciones que traen sufrimiento.
El niño tiene avidez por atención y reconocimiento. Cuando no gana esto de una forma positiva, lo buscará por el lado negativo. En algunas familias, el elogio y el reconocimiento positivo son escasos, o aún inexistentes. Cuando el niño hace algo bien, su comportamiento es visto como normal y es ignorado, no recibiendo ningún tipo de atención. Pero, cuando hace algo que desagrada a sus padres, enseguida recibe la atención negativa.
Para el niño, recibir este tipo de atención es mejor que no recibir nada. Él precisa tener su existencia reconocida, y, si no es de una forma positiva, que sea entonces de una forma negativa. Como en ese tipo de familia es mucho más fácil recibir esa atención negativa, el niño inconscientemente busca ese tipo de amor, deseando muchas veces ser maltratado por los padres, pues es mejor tener ese tipo de relación con ellos antes que ser ignorado.
Al crecer, esos niños forman en su inconsciente un patrón emocional de recibir amor de forma negativa y acaban buscando relaciones que van a repetir los mismos sentimientos de la infancia: rabia, rechazo, abandono, tristeza, miedo…
El adulto que entra en ese tipo de relación no tiene esa comprensión. Parece que las cosas suceden por casualidad, por azar. Pero en su interior tiene una fuerza inconsciente que lo hace sentir atraído por situaciones problemáticas.
Si por ventura se encuentra con una persona equilibrada, no sentirá atracción por ella, o, si comienza a relacionarse enseguida perderá el interés y va a creer que todo eso ocurrió por diversas razones: “no había química entre nosotros”; “es una buenísima persona, pero no la amo”; “no combina conmigo”.
Pero, en realidad, la falta de interés ocurrió porque aquella persona no es capaz de darle el sufrimiento que ella busca de forma inconsciente. Observa mujeres que se relacionan con hombres mujeriegos, que las traicionan y las hacen sufrir. Ellas dicen que desean encontrar un hombre que sea bueno y fiel. Sin embargo, cuando encuentran un hombre con ese perfil, no consiguen interesarse por el, dicen que sienten apenas amistad, cariño, pero no amor. Ya se enamoran fácilmente de los hombres que provocan sufrimiento.
Este tipo de atracción parece amor, pero, en realidad, es un vicio en buscar sufrimiento generado por la falta de amor propio. El hecho de no haber recibido amor de los padres en la infancia genera un sentimiento en el niño de que no tiene valor. Este sentimiento permanece hasta la vida adulta. Y cuando sentimos en el fondo no tenemos valor, vamos a buscar sufrir y castigarnos. Enfatizo que todo eso ocurre de forma inconsciente y sutil. Parece todo obra de la casualidad.
Observa cómo andan tus relaciones, si son placenteras, saludables, o si siempre traen sufrimiento y dificultades. Cuando esa segunda opción sucede con frecuencia, es una señal de que existen problemas de autoestima que precisan ser curados.
Las personas intentan, muchas veces inútilmente, mejorar las relaciones por la propia fuerza de voluntad. Pero la calidad de las relaciones sólo mejora cuando la autoestima se eleva. Si esas emociones inconscientes no son curadas, los patrones de comportamiento y sufrimiento continúan repitiéndose a lo largo de la vida. Es preciso liberarse de esas emociones, pues ellas tienen un fuerte poder sobre nuestros pensamientos y acciones.
A través de la práctica de la EFT conseguimos limpiar esas emociones del pasado. Nuestra autoestima se eleva y los patrones de auto sabotaje son eliminados. Así, nuestras relaciones pasan a ser más saludables.
André Lima - EFT Practitioner. *EFT - Emotional Freedom Techniques
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