¡Homenaje a la mujer !
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/03/2017 09:19:54
Autor Sandra Cecília F.de Oliveira
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Traducción de Teresa
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Mi generación vivió mucho y resistió bastante. Llegó al siglo XXI. Y, estábamos por cerca, cuando vosotras, mujeres, luchasteis por un espacio mayor en la comunidad, por el derecho de voto. Por el derecho a la libertad de elección. Nosotras siempre por cerca al acecho. Estábamos presentes, cuando luchabais lado a lado con los hombres para avanzar en la carrera profesional. En el cielo – pilotas aviones. En la tierra – con maestría pilotas el fogón. Administradora en el hogar y en el trabajo. Atenta al tránsito. Y sufres con las hormonas inestables. ¡Éstas gastan sus bromas, cambian tu humor, y una mancha en la ropa puede ser una grande tragedia! Una declaración de amor produce lágrimas. La falta de noticias del enamorado en las redes sociales se convierte en un ataque de furia. Grandes mujeres y, nosotras, siempre al acecho. Observamos cada victoria de ese maravilloso ser femenino.
Nosotras estamos siempre por cerca. Y, con nuestro instinto mediocre, continuamos vivas también. La mujer en el cuarto amamanta al bebé. Dentro de una UVI salva vidas. En la carretera conduce austeros camiones. El salario mínimo hace milagros en manos de esas luchadoras. Unos pocos frijoles se convierten en una sopa suculenta. La inspiración de la madrugada da a luz el discurso político de una diputada, concejala o presidenta. Y, en la sala de parto, la adolescente mujer da a luz a su bebé. Boxea dentro de un cuadrilátero. Escribe libros. Teclea en el despacho. Está en la lidia del campo. Y, en la cocina, hace el corte impecable del bistec para el almuerzo. En el centro quirúrgico, la magia de una cesárea. El corte preciso del bisturí. ¡Siempre hay una mujer! En todos los lugares, situaciones y profesiones. Hace el amor. Se echa novio. Se casa. ¡Fabrica bebés! ¡Adopta bebés! Lucha contra el acoso y los prejuicios de etnia, religión y orientación sexual. Y, dentro de su cuarto, hace meditación. O llora, debido a la sensación de nido vacío. Danza en los bailes. Practica el senderismo.
En su mejor edad, practica natación. Hace dieta. Y, en la madrugada de verano, ¡toma cerveza con amigas! Por cierto, ¡nuestra bebida preferida también! ¡Está claro! Una lágrima se escurre de tus ojos en el momento de la despedida del hijo muerto por una bala perdida. Valor altanero en las filas de la penitenciaría. Se enfrentan a la vida en los callejones, en las favelas, en los lavaderos llenos de ropa. Y en la labranza con sol abrasador. Se internan en los bosques, en los lugares escarpados en busca de niños enfermos, hambrientos y abandonados. Y, en las mansiones, lloran el dolor de las almas vacías. La mujer sufre. La mujer sonríe. Su corazón abriga muchos corazones. Y su alma llega a la Tierra para vivir, amar y generar vidas.
¡Estudia en la Universidad! Da una conferencia. Hace una embajada con un chiste jovial. Corre. Actriz de TV. Aplica una inyección al enfermo. Ordena los cajones. Cuida de una mascota. Pastora. Mãe de Santo. Médium. Militante de la paz mundial. ¡Siempre una Mujer! Mujeres de todos los colores. Cabellos coloridos, pelirrojos, rubios, negros. Educan niños. Adultos.
Nuestra raza se considera mediocre. Somos ortópteros. Somos cucarachas. Y de tamaño pequeño, comparado con vosotros los seres humanos. Mujeres valerosas, os haremos una pregunta: “¿Por qué el grito despavorido cuando pasamos corriendo? ¿O cuando salimos de dentro de las gavetas? ¿O incluso cuando estamos en la cocina de madrugada? ¡Necesitamos alimento! ¡Nosotras también sentimos miedo de vosotras! Y preguntamos ¿por qué el ser humano femenino grita cuando nos ve? ¡Vosotras sois gigantes a nuestro lado! ¡Vosotras poseéis un espíritu eterno! Y nosotras, tan sólo las antenas y unas alas ágiles. ¿Por qué caéis en pánico cuando nosotras volamos? No tenemos dientes. No mordemos. ¿Será por miedo o por asco? Sí, os oímos gritar cuando pasamos. ¡Tenemos más miedo que vosotras, mujeres! Luchamos por nuestra raza hasta hoy. Y sobrevivimos incluso dentro de un frigorífico. Y sólo las entomólogas tienen cierto cariño por nosotras. Alimentamos escorpiones. Defendemos el ecosistema. Y vosotras, mujeres, con aquel artefacto extraño llamado chinela ¡extinguís nuestras vidas para todo el siempre! ¡Nos hacemos las muertas! Escalamos paredes. ¡Somos fuertes en nuestra pequeñez! Y, cuando criadas en ambientes limpios, somos inofensivas. Quizá en un futuro próximo podremos servir para pesquisas y erradicación de enfermedades. Nosotras volamos, y vosotras mujeres, ¡voláis también! Voláis hacia el futuro… animosas, perseverantes… pero siempre que una cucaracha no se cruce en vuestro camino! Y, después que nuestra especie quede extinguida, vosotras las mujeres continuaréis en la Tierra bendiciendo la vida, la paz y el amor! ¡Viva la vida! ¡Viva el Amor! ¡Viva la mujer!
Sandra
- Texto inspirado por una ágil y pequeña cucaracha bautizada como Alicia. Hoy, ella apareció corriendo como un relámpago en mi patio. Y, obviamente, la pobrecilla me oyó gritar y se deslizó ágil con sus antenas largas y llenas de presunción. (risas).
Dedico este texto a todas las mujeres del mundo – a las que tienen miedo a las cucarachas también, ¡claro! ¡Casi todas!
