Ho´oponopono... cómo no amarlo
por Rubia A. Dantés em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2012 17:00:19
Traducción de Teresa - [email protected]
Una de estas noches, mientras el sueño no venía, me puse a pensar en esas cosas, en esas desavenencias que tenemos con nosotros mismos, en las cuales una creencia va por un lado y otra por el lado opuesto... en esas caídas de brazos que todo el tiempo estamos haciendo.
Queremos una cosa, pero nuestras memorias quieren otra... u otras, y nos vemos con el querer dividido...
A menudo queremos algo con tanta fuerza y tanta certeza y no lo alcanzamos, o si lo alcanzamos, enseguida algo va mal... cuántas veces al cumplir un sueño, pronto viene el miedo a perderlo o la sensación de que algo malo puede suceder... un sentimiento de no merecer... y entonces surge el auto-sabotaje, buscando la forma de desandar todo aquello que marchaba tan bien.
Y solemos repetir siempre las mismas historias, el mismo tipo de situaciones, con nuevo ropaje quizá, porque si fuese tan obvia probablemente no entraríamos de nuevo en aquella historia que, en el fondo se revela como la misma... el mismo patrón.
Y de ahí a empezar a protestar y a quejarnos de que nada sale bien va un paso... pero un paso muy peligroso, porque nos lleva directamente a la auto-piedad, a aquel ciclo interminable de lamentaciones y de buscar energía en la piedad de los demás... Lástima no es amor, si bien por falta de éste mucha gente suele alimentarse de esa ilusión... y prefiere atraer situaciones donde está siempre en la posición de víctima indefensa.
Considero que todos nosotros, alguna que otra vez, resbalamos hacia esa posición de víctima, pero resbalar no es problema, incluso puede permitirnos liberar lo que nos ha llevado hasta ahí si... asumimos el 100% de la responsabilidad.
Ah... ese 100% a veces es duro de aceptar, porque no conseguimos ver dónde tenemos determinadas cosas que nos dan verdadero pavor... sin embargo, mirándonos más profundamente vamos a descubrir que tenemos todo dentro de nosotros...
Nosotros hemos creado la realidad que estamos viviendo...
Una vez hemos aceptado ese 100% de responsabilidad que parecía tan pesado y difícil... vamos a descubrir cuán precioso es eso. Nos quita de aquella incómoda posición de víctima... al fin y al cabo, si somos el 100% responsables no somos víctimas de nada fuera de nosotros mismos... Ni del mundo, ni de la familia, ni de otras personas... o del destino... de nada y, mejor todavía, pasamos a ver todas esas cosas como bendiciones. Como oportunidades.
Si solo ese cambio de perspectiva ya constituye un salto de libertad... el Ho'oponopono nos obsequia además con la posibilidad de liberar lo que en nosotros causa los problemas, sean cuáles fueren o con quién fueren, al fin y al cabo no hay nada ni nadie que nos cree problemas, que no esté dentro de nosotros...
Entonces, manos a la obra.
Y qué obra maravillosa es practicar el Ho'oponopono, tan sencillo y tan profundo que va limpiando, con una energía extremadamente amorosa, y va curando las heridas más antiguas...
Hoy el Ho'oponopono forma parte de mi vida, lo mismo que beber un vaso de agua... se convierte en algo tan natural que hasta olvidamos cuán vital y preciosa es para matar nuestra sed.
Desde que lo conocí nunca he dejado de practicarlo, y últimamente he venido practicándolo mucho, por el gran movimiento de cambios que nos está acometiendo a todos... y cuando empiezo a repetir... ¡Lo siento mucho! ¡Perdóname! ¡Te Amo! ¡Gracias!, entro en un fluido de energía tan nítido y amoroso que es casi tangible... parece que me conecto al fluido creado por los miles y miles de personas que lo practican... y siento una fuerza cada vez mayor.
Gratitud y Amor siempre, a quien nos trajo esa bendición del Ho'oponopono. ¡¿Cómo no amarlo?!
