Kwanzaa, fin de año a la moda pan-africana
por Adília Belotti em STUM WORLDAtualizado em 02/12/2008 14:32:10
Traducción de Teresa - [email protected]
Ya he hablado sobre Maya Angelou. Debo haber hablado, sí, porque hasta olvidé ya cuántas veces su poema, Fenomenal Woman, me ha ayudado a mantener la barbilla erguida y el pecho abierto…
Maya Angelou es una gran poetisa americana, pero, sobre todo, es una mujer que se implicó con los problemas de su tiempo y logró ser oída en una época en que ser mujer, y negra, era, fundamentalmente, callarse. Nacida en 1928 en St. Louis, estado de Missouri, se puede imaginar de qué modo su historia está cosida a la historia de los EUA, y, sobre todo, a la historia de las relaciones entre negros y blancos, en los EUA.
Fue ella quien hizo el discurso de toma de posesión del ex presidente Clinton, y, si has observado, ella estaba allí escuchando el discurso del presidente recién elegido, Obama. Y lloró, dicen. ¡Ya lo creo!
Pues todo esto sólo para que entiendas por qué me entusiasmé al descubrir que es ella, Maya Angelou, la narradora del documental The Black Candle, una película inspiradora, sobre familias, comunidad y cultura negra, todo girando en torno a una celebración típicamente afro-americana: Kwanzaa.
Kwanzaa es una fiesta que dura siete días. El nombre “Kwanzaa” se deriva de la expresión “matunda ya kwanza”, que significa “primeros frutos” en suahili, la lengua más hablada entre las centenas de lenguas tribales que existen en África. La fiesta de los primeros frutos es típica de los pueblos ancestrales, el origen de la Navidad cristiana sería una celebración de ese tipo, la fiesta de la victoria de la vida contra la muerte, de la luz contra las tinieblas, de la cosecha abundante que garantizaba la continuidad de la tribu contra la amenaza del hambre y del exterminio. No es poca cosa… En África, según leo en el website oficial, los rituales asociados a la cosecha existían en el pasado y existen aún hoy: “Estas celebraciones eran corrientes en los tiempos antiguos, pero también existen hoy, cultivadas por inmensos grupos sociales, como los zulúes, tanto como por los pequeños agrupamientos, como los matabelos, los tonga y los lovedus, todos del sudeste del continente africano.”
La idea de crear un día festivo “pan-africano” se atribuye a un profesor de estudios africanos de la Universidad de California, Maulana Karenga, en un tiempo difícil, que ha quedado conocido como “el movimiento por los derechos civiles americanos”, pero que duró más de una década, tuvo aires de guerra civil y literalmente ha vuelto cabeza abajo a la sociedad racista de los EUA. El Kwanzaa fue celebrado por primera vez desde el 26 de diciembre de 1966 al 1 de enero de 1967, Martin Luther King sería asesinado un año más tarde y los negros americanos peleaban por el derecho de voto.
Supongo que en esa época haya sido un grito de protesta y de dolor y tampoco ha de ser mera coincidencia que los días de la fiesta de los primeros frutos estén pegaditos a la Navidad y Año Nuevo, pero hoy, en tiempos otros, tiempos de Maya Angelou y de Obama, el tono también es otro. Y los 7 valores propuestos por el profesor Karenga en 1966, Umoja (unidad), Kujichagulia (autodeterminación), Ujima (trabajo colectivo y responsabilidad), Ujamaa (cooperación económica), Nia (propósito), Kumba (creatividad) e Imani (fe) invitan a la unión de las familias, a la reverencia al Creador y a la celebración de las bendiciones de la vida.
Este año, quien no suele celebrarlo, tal vez se anime. ¡Estamos lejos todavía de la igualdad racial, pero debemos andar muy cerca, es tiempo de celebrar, ciertamente!
