La Añoranza del Hogar Cósmico
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 02/09/2011 12:58:30
por Bruno Borges - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Basta una buena melodía y una inspiración profunda. Cierro mis ojos y entro en mi Reino de Luz. Un mundo desconocido para muchos en esta sociedad, pero un Eterno Hogar para quien sabe de dónde vino. Al mirar frente a mí toda esa correría, es difícil hacerse visible para el mundo. Mi mundo es todo invisible. Una inmersión en el océano de Luz me trae más fuerza y voluntad para seguir adelante. Me limpio y me energizo de un día desgastante, en una dimensión donde las moléculas quedan todas presas, adheridas en una densidad como en pocos lugares cósmicos puede existir. Acostumbrado a expandir mi energía infinitamente, a descubrir nuevos mundos y reinos, a veces soy obligado a contenerme con lo que tengo en el momento. Pero nada como tendernos un poco y desparramar nuestra energía por todo el cosmos, yendo en todas las direcciones, en un movimiento de expansión sin bloqueos, sin dudas en el camino, sin dificultades, únicamente siguiendo el flujo de la vida eterna y atemporal.
¿Y ahora? Ya me he expandido tanto, es tan difícil regresar. Lo mejor es continuar, seguir hacia delante… sin embargo, parece que alguna fuerza superior nos conmina a retornar. Nuestros átomos son atraídos de vuelta, y no tenemos fuerza para controlar. Poco a poco nos damos cuenta de que regresamos.
Estamos aquí. Vemos nuestros átomos y moléculas presos nuevamente. Cuando accedemos a nuestros orígenes, cada vez se nos hace aún más difícil volver. Mantener la conexión con dos realidades tan distintas es arduo y fatigoso. Lo mejor sería vivir solamente en una sola. Por eso vemos a la sociedad y a sus personas que parecen vivir como si nada estuviese ocurriendo. Por no conocer realidades mucho más agradables para nuestro corazón, viven como si estuviese todo muy bien. Eso es todo lo que conocen, y siendo así, no pueden desear algo cuya existencia todavía no han descubierto.
Y vamos pasando nuestro tiempo aquí. Expandiendo nuestro corazón como siempre hemos hecho… mucho antes de que aquí arribásemos. Manteniendo la Llama Divina siempre prendida y vibrante. Mostrando al mundo que hay formas de vivir a las que solo el corazón tiene acceso.
Pon una buena música, inspira profundamente. Sigue también ese viaje…
Luz en el Camino,
Bruno Borges
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