La conquista de la alegría
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 04/05/2012 13:20:55
por Bernardino Nilton Nascimento - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Todo responde a la llamada de la alegría. Todo se reúne donde la vida canta. Este es el aliento del Universo, de los nuevos tiempos. La verdadera conquista de la alegría está en ultrapasar los desafíos, en realizar nuestros sueños y objetivos sin dejar que la ansiedad nos domine, y para que esto suceda, tendremos que estar totalmente equilibrados.
La alegría de vivir puede explicarse por la síntesis de las aspiraciones del ser humano. Es un estado de vida que hay que conquistar a través del perfecto dominio de la naturaleza emotiva. No habrá alegría donde reine el miedo, la aprensión, la angustia, la ansiedad, la envidia, la ira, el recelo.
Cuando tengamos fe en que existe un poder invencible que nos protege, lo mismo que a todo aquello que realizamos en justicia y de corazón, nuestra tensión nerviosa desaparecerá y pasaremos a vivir con más alegría y satisfacción.
No podemos dejarnos perturbar por las apariencias contrarias. Una mente afligida se vuelve confusa, empieza a guardar mucho rencor. La rabia, el resentimiento, la maldad, los celos y el deseo de venganza nos roban la alegría, dejándonos desazón, fracaso y tristeza.
Para mantenernos alegres debemos conquistar nuestra estabilidad emocional. Esa conquista solo puede hacerse efectiva mediante el sentimiento de seguridad, que resulta de ser conscientes de la presencia del poder interior y de su energía infalible. Junto a nosotros, en nuestra andadura, siempre encontraremos un aviso o una indicación de cómo debemos seguir. Basta mantenernos firmes, centrados en nuestros verdaderos sentimientos. Así, los ojos del espíritu comenzarán a iluminar nuestro camino, que pasará a desbordarse de alegría.
En el juego de la vida la alegría se opone siempre al amor propio, y donde uno se encuentra, el otro jamás aparece. Cuando nos decidamos a sacrificar nuestro orgullo, el aliento del universo nos indicará el camino de la alegría. Aquello que repudiamos u odiamos permanece a nuestro lado, pues nos convierte en una especie de imán para esos malos sentimientos. El odio se vuelve imagen viva en la mente, dejando huellas de espinas y tristezas.
El único medio para borrar esa imagen es el deseo de ver al prójimo feliz. Si procedemos de esa forma venceremos barreras que nosotros, y aquellos que no creen que el camino para la alegría está en el amor, jamás habíamos imaginado franquear. Debemos hacer de la compasión y la justicia nuestra misión, nuestra razón de vivir.
Las experiencias desagradables se repiten tantas veces como sea necesario para nuestro aprendizaje. Entonces, no seamos empecinados con la vida, pues ella, en su esencia, es puro placer y alegría. Cuanto más agradecemos, más alegría se instala en nuestro corazón.
La ley de la cosecha es perfecta. Si plantamos una semilla en la tierra, sabremos que el sol brillará y que la lluvia vendrá. Le dejamos a la ley la producción de los resultados. El proceso de la naturaleza es una verdad. Ocurre que el deseo, cuya imagen se forma en el mundo invisible, es una semilla. En los momentos en que cerramos los ojos para ver interiormente la imagen, es como si el sol estuviese brillando intensamente, y nuestra constante fe, sin ansiedad, fuese la lluvia, en un cultivo necesario para producir resultados absolutamente seguros, puesto que apoyados por la ley de la cosecha.
Sin duda el ideal es el primer requisito para lo que se quiere conseguir. No te limites, pues el objetivo es idealizar una lucha contra una gran fuerza. Por eso no hagas más que ejercitarte en la formación de ideales, hasta poder formar una mente firme, y así hacer posible que te otorgues a ti mismo el derecho de romper los lazos que te sujetan a condiciones limitadas.
Cada ser humano es diferente del otro. Para que se mantengan siempre alegres necesitan estímulos diferentes, pero el camino siempre tendrá por objetivo el bien del prójimo. Si no es así, nada tendrá sentido.
No hay motivo para sentir envidia de la alegría del prójimo. No pierdas tiempo con esa clase de sentimientos, solo lucha con alegría para que tus deseos y sueños se vean cumplidos. Ten fe en tu triunfo. Busca una alegría constante en vivir y haz valer la alegría del prójimo, aunque para ello tuvieses que hacer el payaso, solo por estampar una sonrisa en un rostro. Alimentando pensamientos de armonía, amor, verdad y justicia, recibiremos proporcionalmente intensas vibraciones enviadas por el Universo y por aquellos que comparten nuestra misión de vida.
BNN
