La energía de la voluntad
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 12/11/2011 10:09:48
por Bernardino Nilton Nascimento - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Cualquier trabajo honrado está al servicio de la evolución y del progreso. Por voluntad del Universo seguimos adelante.
Es un deber sagrado luchar contra la pereza, la miseria y la ignorancia. Debemos luchar contra todo lo que es indigno del progreso. La actitud positiva ante los valores y la conquista de los bienes en la Tierra, que se nos proponen explícitamente como un deber de la Creación, aumenta nuestra autoestima.
La renuncia de ciertos conceptos se enseña dentro de esta perspectiva.
Esto no es propiamente nuevo. La energía de la voluntad nunca ha dejado de lado los sacrificios a enfrentar para la realización de nuestros sueños materiales y no hay nada equivocado en buscarlos y adquirirlos para obtener una vida más placentera. No venceremos en los sacrificios y las luchas diarias sin extraer de dentro de nosotros esta energía.
Lo que se ofrece a tus sueños como sacrificios, en realidad, son los más puros valores de tu sudor y de tus luchas, que se han convertido en tus más preciados trofeos. Cuando llegues a vencer a tus propios enemigos interiores, tendrás la plena convicción de que los bienes de la Tierra son dones divinos, y que todo bien es ofrecido por la energía de la voluntad. Pero solo encontraremos esa actitud fundamental de la energía de la voluntad en los momentos más difíciles y la transformación profunda que debemos hacer en nuestra vida, en nuestros métodos, nos convertirá en personas más esperanzadas y llenas de bondad.
Simplemente, esta atmósfera de transformación y la búsqueda de la energía de la voluntad, convertidas en palabras y metas, son actitudes iluminadas, que no podrán desfigurarse so pena de hacerse incomprensibles. La actitud más noble que debemos adoptar es tener el alegre coraje de dar nuevo sabor al optimismo encantador de los más bellos sueños, aunque estén todavía en el plano de las ideas. Sabemos que todo triunfo del ser humano partió de una imaginación para hacerse realidad después.
Un período de sufrimiento puede surgir a cualquier momento; sin embargo, si estamos en equilibrio, y contamos con la energía de la voluntad, no será más que un aviso armonioso de que la victoria está por llegar. Uno de nuestros grandes méritos parece ser el esfuerzo de mantener vivos – al mismo tiempo – los dos polos de las actitudes repletos de bondad. Así, no dejaremos escapar la bella energía creativa que nos indicará el camino a seguir. No es necesario renunciar a los bienes de la Tierra, a nosotros mismos, ni tampoco a los bienes espirituales, ya que uno ayuda al otro.
La Tierra y toda la energía que en ella se encuentra, como creación de Dios, vibran intensamente cuando vivimos alegres y llenos de esperanza. Quien cree en sus sueños cree en Dios, para así cumplir las tareas terrestres. Nuestros sueños eternos de progreso y de desarrollo nos conducen y guían a través de las técnicas creadoras que nacen de la fuerza de voluntad que supera los obstáculos del día a día.
Me vino a la mente una oración que me gustaría indicar ahora, porque resume bien aquello en lo que creo: “Todo lo que he elegido en este Mundo, la fuerza de mi voluntad y la influencia que ejerce sobre mí, se haga todavía más fuerte por mi esfuerzo de vencer y convertirme en un ser humano mucho mejor de lo que fui ayer”.
Lejos de ser accidental, tenemos cierta tendencia a proyectar un ideal absoluto, y en ese sentido, divino, que manifiesta un rasgo esencial de la acción, de la voluntad de realización profesional, material y espiritual.
Si sabemos colocar la realización de nuestros sueños y nuestras victorias diarias, sin desviarnos de nuestro propio camino, en una obra definitiva para el crecimiento del ser humano, ciertamente llegaremos a donde habíamos imaginado.
Mi mayor alegría fue experimentar la síntesis de mi vida y constatar que todo es posible y viable. El ideal humano es la consagración de sí mismo. El mundo puede derrumbarse, pero siempre quedará un árbol en pie y este árbol dejará caer sus semillas en busca de compañía, puesto que uno solo no va muy lejos.
La alegría de mi vida también será presenciar que, enamorados el uno del otro, los dos ingredientes, “fuerza y voluntad”, han de reaccionar fuertemente entre sí, con una lucidez extraordinaria y desprendiendo una luz muy intensa, que hará transfigurar las profundidades de tu interior.
Así es como la vida te pone frente a frente con tu voluntad. Sin energía, sin fe, sin el deseo real de librar el buen combate interior, la vida te gana; sin embargo, lo más importante es que tú le ganes a la vida. Ganarle a la vida es conocer la fuerza que cada cual posee, venciendo los obstáculos sin agredirla.
No hace falta ningún tipo de locura para vencer los obstáculos, pero es preciso equilibrio, fe y fuerza de voluntad para alcanzar nuestros sueños.
