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¿La medicina o las medicinas?

por WebMaster em STUM WORLD
Atualizado em 30/05/2012 15:26:04


por Mauro Kwitko - [email protected]

Traducción de Teresa - [email protected]

Hay afirmaciones que con el tiempo pasan a ser “verdades” y casi nadie percibe que no es una verdad, sino únicamente algo que, un día, fue afirmado y con el tiempo, se ha hecho firme. Una de esas afirmaciones que se ha convertido en “verdad” es la de que la Medicina Alopática es “La Medicina” y que el Consejo Federal de la Medicina alopática debe fiscalizar el ejercicio de la “Medicina”, cuando lo cierto es que no hay una Medicina sino varias Medicinas, siendo que la Alopática es solamente una de ellas, y el CFM no debería tener ese nombre, sino llamarse Consejo Federal de la Medicina Alopática (CFMA), y tener únicamente un poder disciplinante y fiscalizador sobre los médicos formados en las Facultades de la Medicina Alopática, que es el nombre que deberían tener las “Facultades de Medicina”.

Con solo cambiar “de” para “de la”, se pone de manifiesto la diferencia, puesto que es diferente la denominación “Facultad de Medicina” de la denominación “Facultad de la Medicina Alopática”. Y añadiendo el tipo de Medicina después del nombre de su Consejo, se definen sus atribuciones, poder y campo de acción.

El CFMA está extrapolando su derecho, que debería ser únicamente el de disciplinar y fiscalizar el ejercicio profesional de los médicos alópatas, formados en las Facultades de la Medicina Alopática, y no decidir cuáles Medicinas deben formar parte de la “Medicina”. Según se ha visto anteriormente, con el tiempo la Medicina Alopática ha pasado a auto-titularse “La Medicina” y su Consejo Federal se ha otorgado, entonces, un derecho que no tiene. Las autoridades constituidas tampoco se han fijado en esa cuestión, y tratan a la Medicina Alopática como “La Medicina” y al Consejo Federal de la Medicina Alopática como “Consejo de Medicina” y también consideran a los demás médicos de otras Medicinas como “otros”, cuando son igualmente médicos.

Yo soy médico alópata, licenciado en 1971, en la Facultad de la Medicina Alopática de la Universidad Federal de Río Grande do Sul y durante varios años ejercí la Medicina Alopática, habiéndome especializado en Pediatría alopática en el Hospital de los Servidores del Estado, en Río de Janeiro, que es un hospital de Medicina Alopática, y estuve afiliado al Consejo Regional de la Medicina Alopática de aquel Estado y, más tarde al de nuestro Estado. Cuando la Medicina Homeopática me curó de un herpes “incurable”, me fui a estudiar esa Medicina durante tres años en Curitiba y me hice médico homeópata, pasando entonces a ejercer dos Medicinas. Y entonces comenzó mi pequeño calvario, pues el CRM de mi Estado (que debería tener la sigla CRMA), considerándose un órgano disciplinante y fiscalizador de la Medicina (cuando debería ser únicamente el órgano fiscalizador de la Medicina Alopática), empezó a invitarme a visitar sus dependencias, donde, entre cafelitos, abrazos, palmaditas en la espalda y juicios de valor, yo fui siendo condenado, primero a la advertencia privada, después pública, después al peligro de ser suspendido y, más tarde, a la prohibición de ejercer “La Medicina”. Sin embargo, como yo ya no ejercía “La Medicina”, sino la Medicina Homeopática, la Medicina de los Florales, la Medicina de la Psicoterapia Reencarnacionista y la Medicina de la Regresión Terapéutica, o sea, yo trabajaba con cuatro Medicinas, decidí, en 2009, presentarme ante el CRMA y entregar mi acreditación como médico alópata, dejando de ser “médico de un tipo de Medicina” para poder dedicarme libremente al ejercicio de cuatro Medicinas, que es lo que hago hoy día. Yo no he dejado de ser médico, he dejado de ser médico alópata.

Asistiendo atentamente al debate y a los embates entre “La Medicina” y las demás Medicinas, puesto que los “médicos”, una vez han decidido que la Medicina Homeopática y la Medicina de la Acupuntura eran “Medicina”, están luchando para que éstas sean competencia exclusiva de los “médicos”, y puesto que los acupunturistas y homeópatas “no médicos” están luchando para poder ejercer ese derecho suyo, pienso: ¿hay médicos y no médicos?

La mejor manera de que los médicos de la Medicina Homeopática y los médicos de la Acupuntura luchen por ese derecho, y no estoy hablando de personas que se han formado en las Facultades de la Medicina Alopática, es dejar claro y establecido que no hay una sola Medicina sino varias Medicinas. De esa manera, un día habrá Facultades de las varias Medicinas y las personas que en ellas se formen, se afiliarán al Consejo de aquel tipo de Medicina y todos los Consejos estarán unidos y subordinados a un Órgano superior, centralizador, disciplinante de la profesión de médico, en el sentido amplio del término. Así, encontraremos la paz entre todos nosotros, pues de continuar como está, considerándose a los médicos alópatas “médicos” y estando los demás médicos de otras Medicinas considerados como “otra cosa”, nunca tendremos paz y la lucha será interminable.

Tal como se contempla la cuestión, muy pronto los médicos de la Fitoterapia, los médicos de la Terapia Floral, los médicos de la Terapia de Regresión, y otros que practiquen otras Medicinas, e incluso los psicólogos, podrán perder ese derecho ante la “Justicia” y esas Medicinas pasarían también a estar bajo el control de un Consejo Federal de una Medicina, la alopática, y perder el “derecho legal” a ejercerlas. Y de cautelar en cautelar, de recurso en recurso, nunca llegaremos a un entendimiento y estaremos disputando entre nosotros, cuando lo que nos mueve, cualquiera que sea la Medicina que haya elegido cada cual, es el deseo de ayudar a las personas que necesitan de ayuda y no estar peleando entre nosotros.

Entonces, las Facultades de Medicina Alopática deben añadir una “A” a su nombre, su Consejo Federal ídem, los médicos formados por esas Facultades y los colegiados de ese Consejo añadir “alopático” a su título y continuar ejerciendo esa Medicina caritativa, maravillosa e imprescindible en las urgencias y emergencias donde reina soberana, y debe continuar así, salvando nuestras vidas, mientras que las demás Medicinas deben crear sus propias Facultades y Consejos y formar sus propios médicos.Así, muy pronto, tendremos las Facultades de la Medicina Alopática, las Facultades de la Medicina Homeopática, las Facultades de la Medicina de la Acupuntura, las Facultades de la Medicina Fitoterápica, las Facultades de la Medicina Floral, las Facultades de la Medicina de Regresión, etc., y las personas que han nacido con el don de ayudar a sus semejantes y sienten deseos de estudiar en alguna o algunas de ellas, podrán hacerlo y, una vez licenciadas, colegiarse en el CFMA, el CFMH, el CFMAc, el CFMFito, el CFMFlor, el CFMReg, etc., todos esos Consejos subordinados y dirigidos por un verdadero Consejo Federal de Medicina. Y todos viviremos en paz, recordando que la Medicina es una palabra derivada del latín, “Ars Medicina”, y significa “El arte de la curación”, y la curación puede ser alcanzada por medio de varios tipos de Medicinas, cada una apropiada a un tipo de paciente y a un determinado momento, necesidad e indicación.


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