La química del coraje está en tu alma
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 20/04/2008 10:37:15
por Wilson Francisco - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Mira, K, tú no eres la única criatura en este mundo que está buscando un camino. Somos todos buscadores de caminos. ¿Quién no está sintiendo cierto sofoco en esta vida? ¿Quién tiene absoluta seguridad de lo que desea para sí? Suelo decir que soy investigador. Me gusta pesquisar cuestiones, personas, el Universo en fin.
Me agradan las novelas de la TV. En una de ellas vi un diálogo extraordinario entre Belizario y su hijo, el magnate Antenor; fuertes emociones rodaron cuando el padre reconoce su fragilidad y habla de ella; percibe el amor que siente por su hijo y lo confiesa. Y el gran empresario, inaccesible hasta entonces a sentimientos y reflexiones abstractas, desata el nudo de su alma y desde los sótanos de su inconsciente trae a la superficie al niño confuso que un día no comprendió la actitud del padre, encadenándose en trincheras y fortalezas.
Yo, también, en un determinado momento de la vida, empecé a buscar respuestas y me encontré. Hoy puedo decir que soy una persona a bien con la vida, pero no he encontrado las puertas de par en par. Algunas tengo que abrirlas a empellones, otras con mucha inteligencia, y otras más, con mucho amor, descubriendo los secretos o inventando situaciones que me permitan la entrada.
Veo las señales que muestran los cuerpos, observo y procuro escuchar el alma de las cosas, de los animales, de las gentes. Y con esto voy procurando seguir mis pasos. Soy feliz, sí. Puedes creerlo. Pero batallo mucho también, nada me cae del Cielo, saltando de paracaídas a mi regazo.
Digo esto, amiga mía, para que sientas que te comprendo, leo tu alma, veo que eres encantadora,tienes todo para ser feliz y no lo aprovechas. Hay críticas en cuanto a tus costumbres, a tu forma de apreciar las cosas. Pero ellos no saben de qué hablan. Que lo sepas.
Aún hoy, en un curso que doy en el CE Nosso Lar en Santana – SP, aquí cerca del Instituto, hablé sobre eso a la gente. No es bueno juzgar, siquiera sabemos cómo es, en realidad, el alma de aquellos que conviven con nosotros. Ahora bien, imagínate la de un extraño. ¿Qué sabemos de esa persona que pasa por la calle, con su actitud, hablando sobre esto o aquello? Pero las gentes insisten en juzgar, en exigir a otros aquello que no exigen a sí mismas.
El Universo está abriendo un espacio e invitando a ti y a muchas otras personas a realizar un Camino. No sé si será el Projeto Mutação (Proyecto Transformación), pero es hora de que arriesgues, de que vayas a lo desconocido. Buscar algo, aunque no estés segura de que sea lo mejor. Ya has recorrido caminos determinados por tus padres, por la sociedad, por tu ansiedad, ahora es tu alma quien pide.
Deja de ser la oruga perezosa, arrastrándose por la tierra, sin tener coraje para realizar otros y mejores caminos. Entra en el capullo, es decir, reflexiona sobre tu vida, haz una reseña de todo cuanto has aprendido hasta hoy, relaciona tus deseos, agencia nuevas actitudes y búsquedas. Y, entonces, rompe el capullo, sal de tu intimidad y deja que las alas de la mariposa surjan en tu cuerpo. Muestra tu belleza, encanta e irradia paz y alegría.
¿Has leído acerca de la ostra? Pues bien, ese crustáceo, sabe Dios por qué, tiene una misión muy cruel. Criar perlas, para adornar el cuerpo de las mujeres. Y ¿sabes cómo desempeña ella su tarea? Es sencillo. Ella vive en el mar y alguna que otra vez entra en su cuerpo la arena de la playa. Este residuo la incomoda, lastima sus vísceras, hiriéndola todo el tiempo. Entonces, ella, como si guiada por un instinto, produce dentro de sí un elemento químico y este líquido envuelve la arena, encapsulándola. Con el tiempo el líquido se endurece y de ahí empieza a surgir la perla. Es un fenómeno divino, ese proceso. Y ella ejecuta con maestría esa misión.
Quién sabe, amiga mía, esa arena que algunas personas soplan a tu ojo sea una invitación a que arranques a tus entrañas la química del coraje, de la tenacidad y de la solidaridad para transformar las palabras duras, las desatenciones y los enjuiciamientos en perlas con las que habrás de adornar tu alma.
Puede que este sea un camino áspero, estrecho, pero que ha de pulirte, dar brillo a tu cuerpo y permitir que tu alma te encante a ti y a los otros.
Aún ayer, estuve con una cliente, que anduvo a vueltas con dificultades en el matrimonio. Y no veía una luz al final del túnel. Hemos conversado mucho, hemos descubierto valores que ella había dejado guardados en su intimidad, sin explorarlos ni utilizarlos para su propio Bien. Llena de coraje, tomó algunas decisiones, permitiéndose decir al marido que de aquel modo como vivían no llegarían a lugar alguno; pidió vacaciones en la empresa y entró en una auto-escuela, aprendió a conducir. Pasó a hacer ella las compras del supermercado, fue a visitar a sus amigas, mientras el marido, inaccesible observaba.Fue adoptando actitudes que la hacían sentir alegre, realizada, y determinó un plazo para su compañero: Todo habrá de decidirse en el mes de julio.
Me contó de manera confidencial, que en su íntimo sentía un frío en la tripa cuando se acercaba el tiempo de la decisión, pero sujetó sus miedos, detuvo las oleadas de ansiedad que aquella actitud creaba en su alma...
Pues bien, ayer ella ha venido aquí para decir que todo se ha transformado. De repente, el marido, como impulsado por una fuerza extraña, había empezado a hacer cosas diferentes, se había vuelto cariñoso, salía con ella, iba al supermercado, etc. y tal. Ella retiró la demanda de separación que ya tenía en manos del abogado. Su marido consiguió ascenso en la empresa y ellos viven una relación maravillosa.
¿Qué fuerza extraña será esa? Tal vez, amiga mía, ni siquiera sea un fenómeno. Pero puedes estar segura de una cosa: ella ha removido montañas de miedo e inseguridad de sí misma con tamaño coraje que la intensidad de esa actitud se irradió y contagió al propio marido. Y hoy ambos viven el placer de una convivencia armoniosa.
Por tanto, si alguien insiste en señalar defectos, si otros prefieren estar juzgando tus aparentes desatinos, no les des importancia, no saben de qué hablan, desconocen los valores que están contenidos en tu alma. En vez de procurar justificarte o entender a los demás, entiéndete tú, busca en ti misma los caminos mejores para encontrar tu paz.
Barbara Hand Clow da un recado importante: “aprende que es tu pensamiento lo que determina dónde estás y quién eres. Deja que él te conduzca y no tengas miedo, porque es en él donde existe la conciencia divina.”
