Madre obsesora
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 14/03/2010 08:50:36
por Wilson Francisco - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
El libro “Autistas do Além” (Autistas del Más Allá), psicografiado por Nelson Moraes, autoría espiritual de Eduardo, narra el caso de Raúl. Este muchacho había dejado el cuerpo y había quedado atrapado en un proceso obsesivo con su propia madre. Los Espíritus Superiores convocados para atender ese caso elaboraron un informe en el cual exponían que la madre, Elizete, había cuidado con exceso del hijo y éste había vivido durante su tiempo terreno en un régimen de dependencia que le había debilitado el carácter. La tibieza y la falta de voluntad predominaban en el temperamento del joven.
Debido a esto, en la otra dimensión registraba con frecuencia y nitidez la desesperación de la madre aquí en la Tierra.
Un día, los vigilantes espirituales ya no pudieron contenerlo y él se evadió de donde estaba para proyectarse en el mundo físico, agarrándose a su madre como un niño miedoso.
Semejaba una sombra irradiando ondas mentales y emocionales densas sobre el córtex cerebral de la mujer, estableciendo verdadera y extraña simbiosis.
En tal situación, la intervención para separar al uno de la otra era peligrosa. Al fin y al cabo, ambos se daban las manos, espiritualmente, en un consorcio energético intenso y dramático.
Espíritus coordinadores salen al encuentro de Elza, su novia cuando aún habitaba el mundo físico. Ella, durante el sueño físico, se había comprometido a ayudar a su ex novio.
Asesorada, va al encuentro de él y con el corazón en las palabras habla con Raúl. Él se estremece, parece oírla, los lazos se aflojan. El joven estaba a punto de desligarse de su madre. Pero ésta presiente la situación y temerosa de perder al hijo querido, se agita y despierta.
Una vez despierta, Elizete aún siente el peligro y sabe que puede perderlo. Una oleada de pensamientos enfermizos la invade. Es mejor morir que perder al hijo. La inminencia de un suicidio pone en sobresalto a todo el equipo socorrista.
Alteran la estrategia y recurren a Julia, empleada doméstica de Elizete, médium que actuaba en un Centro Espírita cercano. Convocada, la mujer acepta el trabajo de apoyo.
Sintonizada, va hasta su señora invitándola a hacer una oración y a ir al Centro Espírita. No consigue nada. La mujer no recibe con interés el llamamiento de su servidora.
Ingenian otro plan, nuevo y audaz. Hacer enfermar a Elisa, la hijita de Elizete, hermana de Raúl. Con la hijita enferma ella se siente culpable de abandonar a la niña. Inconscientemente, abre mano del apego al hijo desencarnado y olvida la idea de suicidio.
Florinda, médium experimentada del Centro Espírita, invitada por la empleada, va a visitar a Elizete y en ese encuentro el Equipo Espiritual consigue llevar a cabo el desligamiento de Raúl, librándolo de la madre.
Desligado, y sin condición satisfactoria, Raúl entra en un proceso de Autismo, ausentándose de todo y de todos. En ese estado es llevado a una sesión mediúmnica para recibir auxilio. El universo de energías de amor que encuentra en el momento mediúmnico lo alienta. Se siente reconfortado, revigorizado.
Sintonizado con la médium, Raúl ve a su ex novia ofreciéndole un universo de cariño y comprensión que restaura sus fuerzas y le hace “volver” a la vida.
Con el éxito de lo que habían emprendido, los Espíritus Coordinadores encaminan a Raúl a una estancia localizada en la dimensión extra-física, acompañado de Elza, la ex novia, y de la abnegada servidora.
En verdad, el amor es una fuerza que todos poseemos. Lo que pasa es que no hemos aprendido a aplicarla. La encontramos desequilibrada en las pasiones, perturbada en los celos, transfigurada en el odio, controvertida en el egoísmo y sublimada en los ángeles.
