Modernas prácticas de Energía
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 23/07/2015 09:13:35
por Wilson Francisco - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
El Espiritismo es una revelación que desvenda los misterios de la vida después de la muerte y esclarece detalles expresivos de la relación del mundo espiritual con el mundo físico, eliminando la distancia entre estos dos espacios del Universo y, por consiguiente, acerca el ser humano a Dios.
Las fronteras han sido vencidas. La invasión organizada anunciada por Arthur Conan Doyle, en vísperas del siglo XX, se manifiesta ahora integralmente.
Hoy la mediumnidad, popularizada, migra hacia una nueva expresión. El aspecto experimental, en la revelación espírita, sugiere que sea observado este nuevo camino. El médium/instrumento inconsciente, hoy es raro. Los espíritus, en la actualidad, no “bajan” a los instrumentos, como decía mi madre.
La propuesta ahora es que el médium desarrolle sus talentos personales y busque la presencia de los Espíritus para llevar a cabo su misión. O sea, el médium se transforma, adquiere confianza y va, en el día a día, estableciendo conexiones.
Es preciso, entonces, que los dirigentes eviten restricciones, exceso de cuidados. El médium es un canal divino, y tiene protección de Dios. El principiante necesita más apoyo y esclarecimiento. Impedirle actuar o imponerle reglas puede inhibirlo y crear oportunidades para invasiones negativas.
Lucia estaba ligada al Catolicismo, vino al grupo con su madre para tratamiento espiritual. La invité a participar en el apoyo. Uno de estos días, ella andaba en moto con su novio, cuando se depararon con un accidente.
De pronto ella dice: “¡Vamos! ¡Sal de ahí, venga, marchémonos!” El novio, creyendo que hablaba con él, puso en marcha la moto y se fueron. En casa se puso a reflexionar sobre lo ocurrido, sin comprenderlo muy bien.
Yo le hice la lectura del proceso. Hubo un accidente, un muchacho murió. Su Espíritu aún estaba preso en el cuerpo, su propia aflicción y el apego de las personas es como si lo aprisionasen. Entonces, los Mentores recurrieron a alguien que estuviese por allí para servir de apoyo y de intermediario.
Lucia fue convocada y “vio” la escena. Cuando se aproxima, queda envuelta y protegida por los Buenos Espíritus y, por compasión, irradia intensa energía. Y da el comando: ¡Vamos, sal! Y el Espíritu salió del cuerpo, para ser amparado en otro sitio más adecuado.
Esa es la nueva práctica de la mediumnidad a que me refiero; en ese episodio observamos todos los detalles de una sesión espírita, en plena calle. Y con una médium sin experiencia.
Yo convoco siempre a los integrantes del grupo para estas experiencias. Y la palabra de orden que genera confianza y crea el campo vibracional propicio es: estoy listo y disponible.
Dios está presente en la vida de todos y habita el interior de cada ser existente en la Tierra, desde los cristales, vegetales, animales, aves, hasta los humanos. Y actúa en todo y en todos.
¿Cómo? Mediante el principio inteligente. Dice Léon Denis, “el Espíritu duerme en el reino mineral, sueña en el vegetal, despierta en el animal y adquiere consciencia en el ser humano para reencontrar su luz en lo angelical”.
Traigo el pensamiento de ese ilustre filósofo porque entiendo que la seguridad del médium está, principalmente, en la presencia divina. Los recursos que apoyan una actividad mediúmnica pueden ser adquiridos en cursos y estudios que el propio médium debe realizar. Y sobre todo, en la fe y el coraje que llegue a desarrollar por su voluntad y con el apoyo y la comprensión de aquellos que lo acompañan.
¡La mediumnidad es un camino de luz!
