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Psicoterapia Reencarnacionista en 10 lecciones - Parte 2

por Mauro Kwitko em STUM WORLD
Atualizado em 30/07/2005 20:16:49


Traducido por Teresa - [email protected]

2ª Lección: La Personalidad Congénita

Contrariando la concepción básica de la Psicología oficial de que nuestra personalidad se forma a partir de aspectos genéticos, familiares y sociales, la Psicoterapia Reencarnacionista sostiene que ya nos encarnamos con una personalidad definida: la que hemos venido presentando en nuestras últimas encarnaciones. Las características individuales de nuestro modo de obrar y de reaccionar son las tendencias que ya traemos latentes con nosotros y que, al confrontarse con las situaciones de la vida terrena, pasan a manifestarse. Son modos de pensar, de sentir y de expresarnos que traemos en nuestros cuerpos emocional y mental, que nos caracterizan y que ya nacen con nosotros. Nosotros no formamos una personalidad, sino que la revelamos. Somos un ser de varios cuerpos, siendo el físico el único fácilmente visible, por eso parece que apenas éste existe, pero aparte de él tenemos el cuerpo emocional, de los sentimientos y emociones, y el cuerpo mental, de los pensamientos.

Después de la muerte, que es tan sólo la muerte del cuerpo físico, más tarde, al reencarnarnos, llegamos aquí con el mismo nivel de pensamientos que teníamos cuando salimos de la última vida terrena, y por lo tanto, cada cual, al pasar por las situaciones actuales de la vida intra-uterina y de la infancia, reaccionará a su modo. Esto es fácilmente observable en familias con varios hijos, en que cada uno tiene su manera de ser desde la más corta edad: uno es áspero, impaciente, agresivo, el otro es calmo, suave y afectuoso, otro más se siente lastimado con facilidad, es retraído y se entristece fácilmente, y así sucesivamente. Todo es una continuación, somos el mismo que desencarnó en la vida terrena pasada, tan sólo cambiamos nuestra forma física, el nombre y los demás rótulos, pero permanecemos intrínsecamente iguales.
Esas tendencias negativas revelan, por sí solas, aquello que hemos venido a curar, o a mejorar, cuando reencarnamos. Estas características se verán reforzadas o atenuadas por vivencias actuales, intra o extra-uterinas y que ocurran durante el transcurso de la encarnación, es decir, el empeoramiento, la mejora o el mantenimiento de lo que ha venido ya con nosotros al nacer. Ese aspecto intrínseco (lo que ya vino) rotulado como genético, en verdad es energético, pre-genético, o sea, son características impresas en nuestros cuerpos emocional y mental.

Nacemos ya con características propias, inherentes a cada uno de nosotros, desarrolladas durante las sucesivas encarnaciones. Por ello observamos que algunos niños son calmos y otros agitados, unos cariñosos y otros refractarios al cariño, unos egoístas y otros altruistas, unos ordenados y otros que no lo son, los extrovertidos y los introvertidos, los autoritarios y los sumisos, los miedosos y los valientes, etc. Todo es una continuación, "vida" después de "vida".Ahí se revela la Personalidad Congénita.
No estamos negando las consecuencias de las vivencias y situaciones a que somos sometidos durante la infancia, pues son de la mayor importancia, pero, a decir verdad no son más que refuerzos patógenos a las características de personalidad, pensamientos y sentimientos que traemos ya de vivencias anteriores a esta encarnación, o sea, traemos una tendencia a reaccionar emocionalmente de una determinada manera a ciertas situaciones específicas. Y estas tendencias que nos son inherentes, al pasar por situaciones que las hacen aflorar y manifestarse, no harán más que revelar algo que existe ya en nosotros, aquello que ha venido para ser mejorado o curado. Esta es nuestra principal Misión al reencarnarnos; la otra es buscar la armonización con Espíritus antagonistas.

Ese modo de ver y de ejercer la Psicoterapia amplía enormemente los horizontes trazados por los enfoques tradicionales, que solamente trabajan con el limitado espacio de tiempo entre el inicio y el fin de esta vida.
Reencarnamos para "limpiarnos" de sentimientos y pensamientos aún inferiores, no somos perfectos, pasando por situaciones que los hacen aflorar y transparentarse, con el objetivo evolutivo de enfrentarlos y vencerlos. Estamos aquí, nuevamente, para detectar esas características negativas y modificarlas positivamente, por no haberlo conseguido todavía en tentativas anteriores (encarnaciones pasadas), o bien ya lo hemos conseguido, pero con el paso de los siglos las hemos vuelto a crear.

Reencarnamos para encontrar nuestras imperfecciones, sin embargo cuando las encontramos no nos gustan las personas y/o las situaciones que las hacen aflorar...Por poner un ejemplo: un paciente refiere un fuerte sentimiento de rechazo y dolor moral por haberse sentido abandonado y no querido durante la infancia. Considera que la causa ha sido el hecho de no haber su padre asumido la paternidad y haber abandonado a su familia. Ese paciente revela, desde niño, una postura ante la vida calcada en esos sentimientos y durante su vida frecuentemente se siente triste, lastimado y con la sensación y el miedo de ser rechazado. Sin embargo, innumerables otros pacientes, que cuando niños han pasado por situaciones semejantes, no refieren esos pensamientos y sentimientos o, al menos, no a tan profundo nivel.¿Por qué? Claro que los factores atenuantes como las atenciones y orientaciones de los demás familiares, la atención psicológica precoz, etc., ayudan a que esto no ocurra de modo grave. Pero la explicación para el hecho de que aquél paciente haya demostrado enormes sentimientos de abandono y rechazo, para que hubiese sentido aquella situación de un modo tan intenso (y que no ha sido sentida tan fuertemente por otras personas que pasaron por situación semejante), es que él traía ya esa tendencia consigo - a sentir de ese modo - de situaciones semejantes vividas en encarnaciones anteriores, y que en esta encarnación ha reforzado, por la actitud paterna.
El psicoterapeuta reencarnacionista debe hablar sobre la reencarnación con sus pacientes, sobre la necesidad de nuestros reencuentros, sobre los cordones energéticos, sobre el Karma, es decir, transmitir al paciente una visión de la infancia y de la vida desde el punto de vista reencarnacionista.Sobre el aprovechamiento de la encarnación el psicoterapeuta conversa con sus pacientes, ayudándoles a profundizar en su entendimiento sobre la vida terrena, haciéndoles ver las cosas de manera diferente a como las veían antes. El conocimiento de la reencarnación amplía enormemente la comprensión de los hechos "negativos" de la infancia y de la vida terrena. Nosotros bajamos del Plano Astral a la Tierra para pasar por sucesos "negativos" necesarios y para purificarnos pasando por ellos.

Los ejemplos se multiplican en la lid diaria del consultorio. Aquel desfilar de penas, tristezas e iras no es real, es una visión equivocada de un propósito mayor, anterior, pero olvidado. Son ilusiones viviendo de ilusiones y realimentándose patológicamente. Aquello que de "negativo" nos está sucediendo es una oportunidad más para que eliminemos una tendencia inferior, como la ira, el rencor, la Ley del Retorno, ¿o ambas?

No recordamos los objetivos, las metas y las decisiones pre-reencarnatorias porque durante la vigilia nuestra Conciencia permanece todo el tiempo en el cuerpo físico, mientras que esas informaciones se encuentran en el cuerpo sutil. Durante el sueño (del cuerpo físico) nuestra Conciencia sale y va para esos cuerpos, si bien al despertar no recordamos qué sucedió, qué vivencias hemos tenido, qué cosas aprendimos, o nos parece un sueño o pesadilla...Cuando muere nuestro cuerpo físico y nuestra Conciencia asume el cuerpo astral, accedemos a estas cuestiones y ahí vienen los arrepentimientos, las lamentaciones, las expresiones "Ah, si yo hubiese recordado"... o "Ah, si yo lo hubiese sabido"...
Entre las premisas básicas de la Psicoterapia Reencarnacionista se colocan las tendencias que traemos (aquello que queremos curar) y las situaciones que las hacen aflorar, aparentemente negativas y desagradables, pero necesarias para nuestro crecimiento y evolución. Debemos conversar con los pacientes acerca de estas cuestiones y enfatizar la finalidad de la encarnación: la búsqueda de la purificación, de la evolución espiritual.

Hemos sido acostumbrados, por una Psicología no-reencarnacionista, a considerar que nuestros problemas psicológicos y características negativas de personalidad son oriundos de los hechos de la infancia. Más recientemente, las situaciones durante la gestación han pasado también a ocupar su lugar en la "génesis" de los traumas, no las negamos, pero no atribuimos a estos hechos el origen de nuestros problemas emocionales. El que nació airado, reaccionará de este modo a situaciones que en otra persona se manifestarán como tristeza, en otra como timidez e inseguridad, en otra como miedo, y así sucesivamente, siempre dependiendo de lo que traemos con nosotros al reencarnar. Y según vemos en las regresiones, así nos hemos venido comportando y sintiendo desde hace siglos.

Constituye un obstáculo para la curación, el atribuir los sufrimientos y características negativas de personalidad a sucesos de la infancia y a situaciones del transcurso de la vida. Lo que menos se piensa es justamente lo que estoy colocando aquí, el por qué de reaccionar de una determinada manera a esas vivencias. Los pacientes depresivos atribuyen su depresión a los eventos tristes de su vida desde la infancia, pero no piensan por qué han reaccionado/reaccionan con depresión ante esos hechos. Prefieren culpar a alguien, constituirse en víctima, buscar explicaciones y justificativas para el hecho de ser depresivos. La explicación es sencilla: reaccionan con depresión porque reencarnaron con tendencia a reaccionar con depresión ante las dificultades y obstáculos de la vida terrena.Y lo que necesitan entender es que su meta reencarnatoria es justamente esa, es su Misión, y las situaciones aparentemente dificultosas y limitadoras se sucederán en su vida hasta que curen esa tendencia.Ésta ya estaba allá, al reencarnar, en su Personalidad Congénita.Las personas o situaciones que las han hecho/hacen manifestarse no son perjudiciales para su evolución, antes al contrario, están mostrándoles qué es lo que han venido a curar en sí mismos.

Muchos pacientes refieren miedo, baja autoestima, falta de confianza, etc., y suelen atribuir estas características a sucesos en su infancia y/o situaciones de la vida.El raciocinio es el mismo: ¿Por qué han reaccionado/reaccionan con miedo e inseguridad ante esos hechos?¿Por qué no han reaccionado/reaccionan con agresividad y rebeldía, por ejemplo?Porque han traído miedo y no ira, inseguridad y no rebeldía, y es esto lo que deben curar en sí.¿Por qué he reaccionado/reacciono yo así?De esta manera sabremos qué hemos venido a curar o mejorar, en esta encarnación.

Los tímidos han venido a curar su timidez; los miedosos, su miedo; los airados, su ira; los celosos, sus celos; los envidiosos, su envidia; los materialistas, su materialismo; los egocéntricos, su egocentrismo; los desconfiados, su desconfianza; los deprimidos, su depresión, y así en adelante.Deben entender que ya han nacido con esas tendencias, que los hechos de su infancia y los que ocurren durante el transcurso de su vida son factores reveladores y no causantes de esas inferioridades que deben eliminar.El paso aquí por la Tierra, que es el Astral Inferior, tiene por finalidad poner de manifiesto nuestras inferioridades, y por ende todo lo que acontece o lo que "nos hacen" son elementos reveladores de esas características que hemos venido a curar, para liberarnos de ellas, por medio de un cambio de postura.No hemos de culpar a nadie que nos ayude a detectarlos, al contrario, debemos agradecérselo, pues está actuando en nuestro favor.


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clubestum Mauro Kwitko é médico auto-licenciado do Conselho de Medicina para poder dedicar-se livremente ao seu trabalho como psicoterapeuta reencarnacionista. Em 1996, começou a elaborar e divulgar a Psicoterapia Reencarnacionista. É fundador e presidente da ABPR. Ministra Cursos de Formação em Psicoterapia Reencarnacionista e Regressão Terapêutica há muitos anos, tendo formado centenas de psicoterapeutas reencarnacionistas.

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