Sé tú misma un canal de bendiciones en tu vida
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:10
por Aurora de Luz - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
"Por dondequiera que andamos vemos personas en sufrimiento, inmersas en angustias infinitas, desesperadas por una ayuda, cualquiera que fuese. Es como si fuésemos por una ciudad de miserables, todos sentados en la orilla del camino con la mano extendida pidiendo ayuda. Suelo traer a mis pupilos para andar conmigo por ese lugar, ellos sienten inmediatamente el batacazo vibracional al pasar del nuestro lugar de procedencia a la Tierra; y cuando empiezan a caminar por las ciudades, entre la muchedumbre, viendo y oyendo los pensamientos y sentimientos desesperados y desordenados de la multitud, pronto se sienten apiadados, surge en ellos el chispazo de la pena y piden permiso para ayudar a aquellas almas encarnadas que andan de un lado para otro por la ciudad, apresuradas con sus quehaceres, pero con el corazón doliente y pesado, enmarañado de hilos oscuros que lo envuelven.
Y así comienza la lección. Explico a mis pupilos la diferencia entre pena y compasión. Fina es la raya que separa la pena de la compasión, pero la diferencia es clara como el agua de un río cristalino. Y nada mejor que un ejemplo práctico para que esta explicación quede grabada de modo indeleble en el espíritu.
Basta ofrecer ayuda a una de estas pobres almas, a cualquiera de las que pase por la calle, corazón enmarañado de hilos ennegrecidos que lo envuelven con las preocupaciones del día a día y brindar a esa alma un poco de linimento, de energía, que sorbe como un sediento en un desierto y luego pide más y más, que va sorbiendo.
Entonces le explicamos que puede producir en su corazón toda la energía que quiera, basta solamente llevar a cabo la reforma íntima. Normalmente, en ese punto es donde perdemos la conexión con el encarnado, que se desliga de nosotros, algunos con pensamientos de indignación como si quisiésemos cobrarle por la ayuda; otros, desanimados y muy apegados a sus estilos de vida, no piensan que puedan algún día librarse de ellos. Y siguen así, por la calle, de lamento en lamento, sintiéndose víctimas del sistema, del universo, de Dios.
Pero no se les pasa por la cabeza que eso es tan solo su propio mundo interior, que aquí mismo en la Tierra podemos tener una vida completamente diferente, incluso en medio del caos; basta solamente cambiar nuestro mundo interior para que entremos en contacto con dimensiones más sutiles de realidad y con energías buenas, que están aquí y por todo el universo, abundantes para alimentar a los trabajadores de buena voluntad. Para acceder a ellas basta solamente convertirse en uno de éstos. El camino para ello está dentro de tu corazón, entra hasta el fondo de ti mismo y recorre el sendero hasta las altas esferas espirituales.
La ayuda está diseminada por todas partes, invisible y visible, a ti te incumbe elegir de cuál de los lados deseas la ayuda, de la luz o de las tinieblas. ¿De qué lado te apetece estar?"
Dictado por Lucila
Yo misma no creía posible mantener una buena vibración espiritual mientras permanecía inmersa en los problemas del día a día, con la vida intensa que llevamos, en familia, en sociedad, en el trabajo. Constantemente arrollados por presiones energéticas provenientes de la baja vibración colectiva y por las interferencias y dificultades de la vida diaria, en la cual apenas hay tiempo para dormir, entre trabajo, estudio, familia, cómo ponernos a meditar, como predican algunos. Con todo, mis amigos espirituales insistían en que sí era posible.
Algo incrédula, pero sin nada que perder, a lo largo del tiempo he ido poniendo en práctica lo que decían (disponible en mis artículos de mi Sitio Web). Poco a poco he ido modificando mi postura, cambiando de canal, alcanzando vibraciones mejores y con ello puedo realmente afirmar que he cambiado mucho, sin que mi vida cotidiana hubiese cambiado en nada. Sigue la correría de siempre, apenas tengo tiempo para dormir, cuanto más para meditación, pero quien ha cambiado he sido yo, ha sido mi postura frente a la vida.
Hoy advierto que soy un canal de bendiciones y abundancia, para mí y para el universo. Soy paz, amor y abundancia. Todos pueden serlo también, basta querer.
