¡Tu relación es infeliz, entonces, desapégate!
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 29/09/2009 12:09:56
por El Morya Luz da Consciência - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
“No decir ‘no’ a la otra persona cuando toda prudencia, inteligencia, cautela, y experiencia nos impelen a hacerlo es simplemente cobardía moral y verbal”. (Paul Brunton)
Para no perder los afectos que hemos conquistado en la vida, pasamos por encima de nuestras propias necesidades y derechos como seres humanos, y nos faltamos al respeto, muchas veces sometiéndonos a situaciones de imposición e indignidad. Pero si observamos el ritmo de evolución acelerado que sigue la humanidad veremos que una pérdida puede significar crecimiento, alivio de las cargas que sobrellevamos y la libertad para encontrar uniones superiores.
Cuando estamos en el camino acertado, con la persona adecuada, la vida propicia las condiciones favorables para que la relación se sostenga sin mayores complicaciones, e incluso las diferencias acaban siendo resueltas. Si una compañía no es favorable para la evolución de nuestro espíritu, inclusive con enorme esfuerzo, no resulta en nada. Dice el Maestro El Morya que “incluso un encuentro de almas gemelas solo se verifica aquí en este plano si existe un propósito de evolución y crecimiento”.
Saber cuando seguir adelante con una relación o dejarla es una cuestión de buen sentido y conciencia, pues hay que poner dos cosas en la balanza: la realidad interna y la externa. Reflexionar sobre cuánto hemos invertido en todos los sentidos, para vivir bien y felices, y cuál es el resultado que hemos obtenido. La conciencia expandida de aquel que tiene su ego unido a su ser interno avisa cuando es hora de decir ‘no’ a alguien, pero nuestra naturaleza egoica, apegada a patrones de la sociedad se resiste, y esa resistencia causa muchos sinsabores. “Una de las razones de la infelicidad es el apego.”
Cuando así procedemos, no permitimos que se produzcan cambios naturales y necesarios para nuestro crecimiento, y manifestamos en la vida inflexibilidad, rigidez, falta de aceptación y de movimiento. Y la vida es un movimiento continuo; sin él nos quedaríamos estancados. Si la relación no te aporta felicidad, ni contribuye a tu evolución, acéptalo así, y desapégate. Disponte a abrir mano de cuanto concierne a las necesidades de tu ego, en favor del espíritu, abriendo tus brazos a la vida y dejándola tocar tu corazón.
Las leyes de la materia no consiguen limitar a aquellos que llevan el corazón abierto. Nuestra evolución da saltos cuánticos cuando logramos decir ese ‘no’ a aquello que ya no nos sirve, conscientemente, conocedores de las consecuencias, muchas veces dolorosas al principio, porque hemos decidido por nosotros, por nuestra felicidad, y damos la ocasión que el espíritu necesita para manifestarse aun en este plano. Empleamos el poder personal para decir un ‘basta’ al sufrimiento y abrimos el corazón a otras oportunidades.
En ese momento, percibimos el amor incondicional de Dios por nosotros. Ese desapego consciente aumenta la claridad de pensamientos, el discernimiento, y nos da coraje y estructura, pues elegimos por nosotros mismos. El propósito personal solo se revela en la conciencia expandida y percibimos que la ayuda al prójimo empieza por la ayuda a nosotros mismos, primeramente.
VERA GODOY
