¡Tus resultados vienen de tus actos y no de tus intenciones!
por Rosana Braga em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:11
Traducción de Teresa
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¿Ya te ha pasado conocer a alguien que vive haciendo daño a los demás, "olvidándose" de ser amable o de preocuparse por el otro y, cuando se le cuestiona, simplemente responde que no tenía esa intención? ¿Que ha sido sin querer?
¡Que todo el mundo se equivoca, es un hecho! ¡Y es comprensible! Pero repetir los mismos errores indefinidamente con la disculpa de que no se ha tenido la intención de ofender, perjudicar o hacer daño a nadie, eso es inadmisible.
Y no estoy clasificando ese comportamiento por mi cuenta, ¡no! Estoy segura de que la vida no admite esa justificativa. He visto a muchas personas pagando por errores que no tuvieron la intención de cometer. Pero los cometieron. Y lo repitieron. ¡Suponiendo que bastaría pedir disculpas una, diez, mil veces y todo estaría arreglado! ¡No! ¡No lo está!
Nuestra vida es consecuencia de nuestros actos y no de nuestras intenciones. Nuestros resultados se construyen a partir de lo que hacemos y no de lo que "no queríamos haber hecho". Mientras continúes actuando sin conciencia, sin preocuparte poco ni mucho por las personas con quienes convives y suponiendo que tus intenciones es sólo lo que cuenta, estarás únicamente acumulando posibilidades de resultados mediocres, si no miserables.
¿Si creo en arrepentimientos? ¡Ciertamente que sí! Aquellos que se arrepienten son los que se dan cuenta de sus errores y de sus limitaciones y se comprometen, de veras, a intentar, día tras día, hacerlo diferente. ¡Son personas que, finalmente comprenden que somos todos uno! Que estando solas no tiene sentido. Que no pueden usar y manipular a los demás a su antojo. ¡Que no pueden pisotear el corazón de alguien sólo porque esa no era su intención!
Por lo demás, vale recordar que el Universo es un gran engranaje, perfecto y justo. ¡Gira conforme a los efectos generados por cada una de nuestras actitudes, las cuales, sumadas, hacen que es mundo sea exactamente como es! Hago votos para que mi corazón y el tuyo despierten. Y se mantengan atentos. ¡Porque sólo así podremos actuar de modo coherente con nuestras mejores intenciones! Y si hacemos daño a alguien, que haya espacio para - con toda nuestra alma - ¡asumir nuestros actos y ser auténticos!
