En los últimos tiempos he estado bastante en mi silencio, logrando más clareza y paz que en los gritos impuestos por las industrias de la información, segura de lo que es individual e intransferible: ¡Mi camino EN BUSCA DE LA PAZ!
¡Donde quiera que estés, estate por entero, acepta que toda falta de paz y felicidad está en tu ausencia! Hace mucho comencé de hecho mi jornada hacia el proceso evolutivo, abandonando lo que no me pertenecía. Pero ¿qué es esto? Vengo conectándome bastante mejor con mi conciencia, soy más coherente en mi proceder y mucho más: me he librado del comportamiento condicionado y ya no respondo con pasos largos en el antiguo patrón de referencia en que vivía.
Esto es maravilloso, intenso y a menudo doloroso, por más sublimes que sean las palabras. Las crisis llegan y también el reto de convivir con personas que no vibran en tu misma sintonía, ya sea en el trabajo, en una relación amorosa o con los amigos. Pero el foco de la atención no debe ser ese, sino tú, para después pertenecer sin dejar de diferenciarte.
En esta vida, los demás son instrumentos que nos empujan hacia el aprendizaje, siempre. A veces los vientos nos desequilibran demasiado, ¡otras no! Depende de lo que necesariamente se deba aprender.
Hoy viví un caluroso diálogo de conflicto conmigo misma, reflexionando sobre mi hija y cuando llegó al final, creedlo, fue maravilloso. Maravilloso porque el ahora es siempre la solución, ya que limpia el corazón de los venenos de la mente.
He podido percibir que mi corazón quedó en calma: el CORAZÓN ya no vibra a niveles automáticos como antes. Pese a que la emoción materializase las palabras y a menudo se repitiese más de lo necesario y alejase la consciencia. Es muy importante observar el corazón, porque éste ha de estar siempre limpio, fluido y sereno. Al menos cuando todo termina y empieza.
Al sentarme a escribir estas palabras con calma, haciendo una profunda reflexión, he podido percibir la coherencia entre mi nueva filosofía de vida y mi corazón, que está en sintonía y se niega a arrastrar tensiones. Amor a uno mismo, amor a otros… porque todo en esta vida es temporalidad y aprendizaje.
¡QUE TODOS SEÁIS FELICES!
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