Nada puede separarme del Amor de Cristo.
Porque Él está en mí.
Así como está en todos.
¡Me desperté!
Y vi que todos dormían.
Entonces, hablé de lo que vi…
Dudaron de mis visiones.
Pero yo seguí en mi convicción…
¡Y mi corazón se convirtió en sol!
Sol de Amor…
Que calienta y no me abrasa.
Así, he renacido en Cristo.
Ahora, camino despierto.
Por donde voy, hablo de ese Amor.
Y mis palabras tienen el sello de Él.
Ya no soy el mismo de ayer…
Porque hoy es el tiempo de Él en mí.
Cuando mis rodillas se doblaron, besé el polvo…
Y vi estrellas.
Entonces, Él vino…
Él me abrazó como hermano querido.
Yo sólo lloraba, rendido de Amor.
Yo no lo sabía, pero estaba muriendo…
Y renaciendo en Él.
Mi viejo yo se deshizo…
Las escamas de mi ego cayeron por tierra.
¡Él me mostró la Luz!
Y todo cambió…
Así camino yo hasta hoy.
Por donde voy, el Amor de Él me acompaña.
Los días antiguos se fueron…
Hoy es el tiempo de Él en mí.
(Y que también sea el tiempo de Él en cada uno de vosotros).
¡Que así sea!
- Anónimo -
(Recibido espiritualmente por Wagner Borges).
- Notas:
* El mentor extra-físico que me pasó este mensaje está ligado a las Vibraciones Crísticas. Él opera en los bastidores de los trabajos de desobsesión y no quiere ninguna divulgación en relación a su personalidad. La atmósfera psíquica en torno a él es amorosa y verdadera. Le doy las gracias por los toques espirituales.
Publicado por Wagner Borges
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