Apreciados lectores, este texto sirve para inducir a reflexión sobre cómo estamos aprovechando las oportunidades de crecimiento y evolución que recibimos en nuestras vidas todos los días.
Cada día que vivimos recibimos esas oportunidades, unos días más y otros días menos, pero las recibimos todos los días; y la gran mayoría de las personas no se da cuenta siquiera de esas oportunidades que le son ofrecidas por el universo.
Son oportunidades únicas en los campos de las relaciones humanas, de las emociones, de los sentimientos, de los negocios y también de los asuntos del corazón; en fin, son retos que debemos afrontar con consciencia, vivir y corregir los pequeños y grandes fallos que cometemos y que se vuelven como piedras en nuestro camino.
Si observamos bien, muchas situaciones desagradables se repiten a lo largo de nuestra vida, y es de eso de lo que estoy hablando.
Entonces ¿que hay que hacer para detener ese ciclo repetitivo?
Primeramente hemos de tomar conciencia siempre que observemos el ciclo de esas repeticiones; éstas son las perlas a que me refiero, son ricas y felices ocasiones de romper el ciclo pasando a generar nuevas oportunidades y un ciclo nuevo de prosperidad, de paz y realizaciones concretas y duraderas que aporten felicidad.
Si no conseguimos aprender por la observación consciente de los acontecimientos en nuestra vida, seremos como el mono con un valioso collar de perlas al cuello; jugando con cosas serias, desperdiciando tiempo y energía que, si debidamente empleados, podrían llevarnos a verdaderos saltos evolutivos, sólo con observarnos, cambiando pautas de conducta, aprendiendo a abordar cada situación con más flexibilidad, implementando nuevos procedimientos para viejos problemas; así cambiaríamos los resultados insatisfactorios obtenidos a lo largo de toda una vida.
La vida es dinámica todo el tiempo, los cambios que se producen a nuestro alrededor están íntimamente ligados a nuestro mundo interno, pensamientos, palabras, gestos, actos; por tanto, la propuesta es auto-evaluarnos todos los días, saber que cada cosa que nos sucede es una de esas perlas de aprendizaje, crecimiento y evolución, que formarán el valioso collar de perlas de sabiduría, para llegar un día a ser mejores y más realizados.
El mundo de las acciones y reacciones mecánicas e instintivas induce a la ignorancia de esta sabiduría de vida (en que vive el mono) y ha venido transformando a la gran masa humana en verdaderos autómatas, que sólo actúan y reaccionan sin reflexionar, siendo esto permitido por el instrumento del libre albedrío.
Sin embargo, urge saber que una mente que se esclarece y conoce la verdad jamás retornará a la ilusión, porque la duda sobre el camino a seguir desaparece y una certidumbre arrebatadora la guía hacia el camino de su evolución.
Amar, perdonar, tolerar, buscar la paz interior serenando el corazón, sin dejarse contaminar por la confusión aparente del entorno, será el collar de perlas más valioso que podremos ostentar; hay que entender que cada cual está en su escalón evolutivo y que para cambiar el mundo, ayudando a nuestros hermanos, hemos de empezar ese cambio por nosotros mismos.
Sed felices, observando y valorando las perlas de sabiduría que se os ofrecen todos los días.
João Sposito - Brasilia- DF
Agosto 2019
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