Procuro, desde hace tiempo, comprender en real significado de 'saudades'. ¿Qué razones hay implícitas en el contenido de esta palabra que es tan singular en nuestro vocabulario? La pregunta permaneció en el aire durante mucho tiempo.
El uso de la meditación me ayudó en el primer gran descubrimiento, cuando percibí que saudade debe ser diferente del sentimiento de ausencia.
Confieso que para mí todo cuanto se encajaba en el concepto de falta significaba saudade. Gran equivocación, ¿no es cierto?
Hoy sé exactamente que ausencia es la falta que jamás será cubierta, mientras que saudade es el recuerdo de algo o alguien que significó mucho en nuestras vidas y que podrá venir a repetirse.
Frente a esto, a este descubrimiento, jamás sentí, nuevamente, la saudade que duele; mucho menos me he permitido sentir la ausencia de alguien.
Mi Maestro me enseñó que la ausencia tiene origen en el apego. La materia es apego. El sentimiento es saudade.
Apego genera dependencia y falta de iniciativa. Varios e-mails que recibo demuestran que las personas no saben convivir con el apego, que ha de contener una dosis consistente de dependencia.
Nuestra felicidad jamás puede estar vinculada a las personas que nos rodean, porque cada una ve y siente la vida a través del prisma de su evolución. Somos nosotros quienes proyectamos en los demás lo que esperamos que ellos sean. Y esto es un gran error.
Los valores son individuales y nadie logra sentir lo mismo que el otro, aunque estén viendo, viviendo, o conviviendo, en el mismo escenario.
No hay, por tanto, regla que pueda aplicarse para generar la propia felicidad. Como tampoco hay forma de explicar la diferencia entre saudade y apego. Esta diferencia hemos de descubrirla con esfuerzo propio, sintiendo. Para sentir es preciso aislar la materia envuelta en el caso y simplemente dejar que la emoción aflore, sin forma y sin tiempo.
Forma y tiempo son materia. En la esencia del Universo el tiempo no cuenta. ¿Quieres un ejemplo?
Cuando estás absolutamente feliz con la compañía de alguien, ¿se percibe el paso del tiempo? No, ¿verdad? Pues eso. Fuera de este planeta no hay tiempo. No tenemos necesidad de dormir. Dormir es físico. No somos humanos, simplemente estamos humanos.
No hay apego... Somos felices.
De mi pasado solo admito sentir saudades. Cuando percibo que es apego, procuro execrar el sentimiento.
De mi pasado elimino todos los escenarios que contemplan dolores. Éstos son un fardo muy pesado para arrastrarlo en el presente. Ellos, los dolores, contaminan mi futuro. No se puede proyectar una buena vida si el pasado negativo la contamina.
La muerte enseña el dolor del apego.
Si tu apego tiene dependencia, elimínalo.
Si tu saudade tiene dolor, elimínala.
Si tu vida no tiene saudades, créalas.
Vivir sin ese sentimiento es lo mismo que cocinar sin sal... El sabor se marcha.
El amor enseña el dolor de la saudade.
Vivir sin el pasado enseña a crecer.
¿Cómo vas a vivir? Tú eliges. Tus cosechas actuales dependen de tus decisiones tomadas en el pasado.
No te irrites, ni te sientas culpable, solo modifica conceptos y valores. Culpa e irritación crean enfermedades en el cuerpo físico. Procediendo así, vas a alterar el flujo de tus pensamientos y actitudes. Obviamente será a tu favor.
Saul Brandalise Jr. é colaborador do Site, autor do livro: O Despertar da Consciência da editora Theus, onde mostra através das narrativas de suas experiências como extrair lições de vida e entusiasmo de cada obstáculo que se encontra ao longo de uma vida. Email: [email protected] Visite o Site do Autor
Publicado dia 8/10/2010 9:47:04 AM em STUM WORLD
