En el día a día observamos en otras personas y en nosotros mismos cierta tendencia a mirar y valorar las cosas negativas y a dejar de lado las cosas buenas que ocurren. Conozco a una persona que pasó el fin de semana en un hotel maravilloso, todo era estupendo, pero. Uno de los camareros no era simpático y hubo un servicio prestado de manera no satisfactoria. El resultado es que esa persona hablaba más de esos pequeños detalles no buenos, que del 95% maravilloso. O sea, el 80% de la conversación era sobre el 5% de factores negativos. Tuve una clienta que andaba en busca de un empleo para tener su independencia económica respecto del marido. Ella se sentía infeliz y se quejaba de cuán difícil era hacerse con un trabajo. Al fin logró ser contratada. Pero cuando recibió su primera paga empezó a quejarse de que el salario era bajo, que las compañeras eran muy chismosas, etc. ¿No es extraño? En vez de ser feliz por haber cobrado el primer salario (antes no ganaba nada), se puso triste porque era poco.
Recuerdo que yo tenía un patrón de conducta parecido a ese cuando aún tenía una empresa de ingeniería. Por aquella época, mi vida financiera era terrible. Me desesperaba tratando de cobrar a los clientes, pero cuando me pagaban, me ponía mal porque ya me daba cuenta de que el pago no llegaría para hacer nada. Como no me daba para pagar todo lo que yo debía, era un tormento elegir cuáles facturas pagar y cuáles aplazar y negociar.
El patrón se manifestó de forma semejante cuando dejé la empresa y me hice terapeuta. Al comienzo, como era de esperar, yo tenía pocos clientes. Y siempre que recibía el pago por algún atendimiento que hacía, en vez de ponerme contento, acababa poniéndome triste porque sabía que aquella cantidad no era suficiente para llevar la vida que me apetecía.
Cuando nos sentimos insatisfechos con lo que cobramos o con lo que tenemos, las consecuencias negativas son muy obvias. Dejamos de crecer, pues el desánimo se apoderará de nosotros, influirá sobre nuestros actos, y nuestra tendencia será quedar estancados. Peor todavía, si la insatisfacción es muy grande llegaremos incluso a perder lo que tenemos. Me acuerdo de cuán abatido me sentía en los tiempos de la ingeniería y de que ciertamente eso me había llevado a crear más problemas económicos.
En cambio, alguien que constantemente ve el lado bueno y se siente agradecido por lo que recibe, siente ánimo, lo cual va a influir sobre su proceder de forma positiva, llevando a esta persona a progresar.
Observa cómo funciona el mecanismo de la gratitud. Hace unos días llevé a una amiga unos aguacates del patio de mi casa. Ella se puso muy contenta y agradecida con ese pequeño regalo. En otro momento, hablando conmigo por teléfono, comentó que los aguacates estaban deliciosos, que gustaron a todos los de casa y me dio las gracias una vez más. Como iba a estar con ella nuevamente, me acordé enseguida de llevarle más aguacates. Y esa vez fue una bolsa más grande. Es una satisfacción dar algo a quien se siente agradecido. El hecho haber expresado su gratitud hizo que ella recibiese más.
Supón que ella hubiese reaccionado así: "No me gustan mucho los aguacates. Estos aguacates son pequeños. El aguacate engorda". ¿Qué hubiera hecho yo? Ciertamente no le hubiera llevado ninguno más. ¿Y si ella solo hubiese dicho un "gracias" sin demasiado entusiasmo? Probablemente yo no me acordaría de llevarle más.
Cuando no tengo sitio en la agenda para nuevos clientes, suelo enviarlos a terapeutas que han sido alumnos míos y que sé que harán un buen trabajo con la *EFT (técnica para auto-limpieza emocional, véase cómo recibir un manual gratuito al final del artículo). ¿Sabes qué terapeutas me acuerdo más de indicar? Aquellos que siempre agradecen y me mandan correos informando de que han atendido al cliente recomendado y contando el resultado que se obtuvo. Los que no agradecen simplemente acabo por olvidarlos. Es algo que ocurre naturalmente.
Lo mismo ocurre en tu relación con el universo. Cuando te sientes agradecido por lo que tienes y por las cosas que recibes, la tendencia es a que recibas más y a que haya una expansión. Pero cuando te quejas a la vida por tu casa, tu trabajo, tu salario, o lo que quiera que fuese, la tendencia es a que permanezcas estancado en aquello, o incluso pierdas lo que tienes. El universo se siente satisfecho de darte más cuando lo agradeces, al igual que te sentirías tú recibiendo el agradecimiento sincero de alguien.
Cuando somos bebés, nuestra única forma de pedir es demostrando nuestra insatisfacción. El bebé llora, o sea, se queja de que algo le está incomodando, y la madre tiene que buscar la forma de descubrir qué es lo que quiere y satisfacer sus necesidades. Solo que después crecemos, pero acabamos por permanecer sujetos inconscientemente a esa forma infantil de pedir quejándonos.
Una creencia saboteadora es la de que si yo agradeciese por lo que tengo, es como si estuviese conformándome con aquello y de esa forma no tendré nada mejor. Esa es una perspectiva infantil. Es el bebé que llora hasta conseguir lo que quiere. Lo que presupone tal creencia es que, si yo me quejo bastante de lo que tengo, ganaré algo mejor; lo cual no tiene el menor sentido.
Tú puedes sentirte agradecido por lo que tienes, y aun así puedes desear y sentir que mereces algo mejor. No hay incompatibilidad alguna. Sentir gratitud por lo que se tiene en este momento te abrirá los caminos para obtener cosas mejores, cada vez más.
En el trabajo con la EFT podemos limpiar los sentimientos negativos que nos llevan a quejarnos de las cosas insatisfactorias de nuestra vida. Esto trae aceptación y a menudo hace brotar el sentimiento de gratitud. Ese es un paso importantísimo para que el cambio de vida deseado por la persona llegue a ocurrir. El primer paso es hacer una relación de las cosas que te tienen insatisfecho, así como los motivos de esa insatisfacción. Después, solo hay que aplicar la EFT para disolver todos los sentimientos malos que hayan brotado, hasta eliminar completamente esa sensación y sentirse en paz con aquello. En el próximo artículo expondré con más detalle cómo hacer la EFT para generar el sentimiento de gratitud. Pondré ejemplos prácticos.
André Lima - Práctico en EFT, Terapeuta Holístico, Maestro de Reiki e Ingeniero.
*EFT - Emotional Freedom Techniques - Es la auto-acupuntura emocional sin agujas. Enseña a desbloquear la energía estancada en los meridianos, de forma fácil, rápida y extremadamente eficaz, proporcionando la curación en cuestiones físicas y emocionales. Tú mismo puedes auto-aplicarte ese método. Para recibir un manual gratuito de esa técnica y comenzar ya a beneficiarte, haz clic aquí y baja tu manual.
por WebMaster
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Publicado dia 4/8/2020 11:34:11 AM em STUM WORLD
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