El Universo viene insistiendo tanto por señales y sincronías, pidiéndome que yo observe algunas cosas que… aparentemente no quería mirar, puesto que he creído en ellas hasta hoy, sin cuestionar. Y viene siendo así día tras día, sin tregua… Como si hubiese urgencia en abrirme los ojos para algunas cosas…
Al tenerlo algo más claro, me puse a pensar… y si todo lo que aprendemos como verdad fuese ilusión… ¿Y si todas las historias que nos han contado sobre las religiones fuesen pura ficción que se desmorona ante una mirada más libre… una mirada sin condicionamientos?
¿Y si estuviésemos atados todo este tiempo por cosas tan equivocadas, que nunca nos hemos parado a pensar… a cuestionar… cosas que nos echan encima una culpa tan absurda, que origina sufrimiento y sacrificio… de las cuales sólo podemos liberarnos a través de la Consciencia?
Muchas de esas cosas se nos han mostrado a un ritmo tan acelerado, poniéndonos ante hechos que liberan, pero que hacen pensar en cómo hemos podido estar prisioneros tanto tiempo… La parte de nosotros que se deja someter por esas creencias y dogmas que las religiones nos imponen y que es controlada por éstas, es una parte que ciertamente tiene mucho miedo y guarda memorias de sufrimiento ligadas al hecho de que cuando hemos intentado liberarnos hemos sido punidos, y esa parte inconsciente prefiere permanecer sujeta al control, por miedo… antes que avanzar por terrenos de libertad…
La historia está llena de casos en que personas que alcanzaban una consciencia que iba más allá de los esquemas de la época y osaban traer lo nuevo y la libertad respecto de lo viejo, de lo establecido, sufrieron punición… y nuestra memoria también está llena de registros de ese miedo. Ese miedo nos ha llevado a menudo a desistir de buscar lo que realmente es la verdad… nos ha llevado a aceptar verdades absurdas y tan represoras, que los que vivimos hoy sólo las seguimos porque de alguna forma parece que ellas eran invisibles y, por más explícitas que estuviesen, no las veíamos en toda su incoherencia… alguna parte nuestra tenía tanto miedo que no osaba retirar los velos… y sólo obedecía… Puede ser muy peligroso cuestionar ciertas cosas… es una de las creencias que nos hacen ir por el camino opuesto al de la libertad.
En los tiempos de hoy muchas de esas verdades están cayendo por tierra, porque este momento que estamos pasando, el final del ciclo y el comienzo de otro… es ciertamente la hora de un despertar para la humanidad… Es la hora de la revelación… de retirar los velos sobre lo que nos mantenía tan fácilmente manipulables… Y cada uno ha venido pasando por ese proceso, de acuerdo a lo que es su historia…
Y así fue como hoy una más de esas historias se ha revelado tan absurda para mí y tan sin consistencia, que me he visto frente a un dilema… Una parte mía se sentía libre y notaba que a partir de ahora aumentaban mucho las posibilidades… Otra parte se hallaba como sin suelo… así como si hubiesen quitado una alfombra que hasta ahora servía de apoyo… y surgió el miedo a dejar lo que hasta entonces de alguna forma daba seguridad…
En ese momento, voy al Facebook que me ha venido dando señales increíbles en cosas que son escritas allí en el momento en que aquello es una señal tan clara… que sólo puedes agradecer… y esa vez no ha sido diferente… La imagen de un pajarito amarillo saliendo de una jaula dorada y el mensaje que decía: “¡Tú puedes! ¡Libérate!”
Era lo que me hacía falta… tuve valor para ir más hondo en lo que estaba cuestionando y una nueva puerta se abrió…
Más tarde, aún bajo el efecto de ese movimiento de retirar velos muy delicados, pero que nos impiden vislumbrar la verdad… me pregunté: ¿qué hacer con eso?
Decidí abrir un libro buscando algún alivio para la presión que surge cuando estamos desafiando nuestras creencias más arraigadas… que por lo regular son aquellas que conscientemente pensamos que no tenemos, porque creemos justamente en lo contrario… Era el libro El Poder del Ahora, de Eckrat Tolle.
Abrí el libro y mis ojos enseguida se dirigieron a este mensaje… que en aquel momento era todo cuanto necesitaba para soltarme de una vez, y aun sintiéndome desprotegida, lanzarme a lo desconocido que ahora era la única salida… Percibir de repente que has venido estando preso al sufrimiento puede causarte un impacto. En el momento en que percibes esto, has acabado de romper con la atadura.
A lo hora de poner título a este artículo, me vino a la cabeza esa canción: “Libertad, libertad… abre las alas sobre nosotros” ¡y me pareció perfecto! Ni siquiera conozco el resto de la letra, pero la libertad es ciertamente todo lo que nos está haciendo falta… libertad de todo lo que nos sujeta y limita desde hace tanto tiempo…
Publicado dia 6/14/2013 12:14:27 PM em STUM WORLD
