Largos caminos recorremos; atajos sin salida tomamos a veces, pero el deseo continuo de realización personal siempre se presenta como combustible en nuestra andadura.
Un deseo del alma representa la realización de tu misión de vida. Este deseo puede venir de varias formas: en el deseo de ser madre o padre, en el deseo de conseguir algo, en el deseo de expandir tus ideas, en el deseo de conseguir cosas, en el deseo de hacer bien a los demás…
Pero un deseo que pulsa en tu corazón no debe jamás ser ignorado, pues abrir mano de él puede en tu futuro representar una frustración.
Las personas deprimidas y desesperadas niegan la esencia de su realización personal, nunca aceptan que lo que es ahora debería ser siempre. Ese pensamiento niega el flujo de la vida, te hace perder tu entrega y confianza en el Universo que todo lo provee.
Lo único que te impide realizar todo cuanto deseas es tu inercia, que significa permanecer en el estado en que te encuentras, agarrado a características que te destruyen.
Sentirte valorado, capaz, y un ser único, importante en toda la creación humana, despierta dentro de ti un enorme deseo de hacer el bien a los demás y de recibir amor incondicional a cambio.
Somos energía, todo lo que vibra en nuestro planeta está hecho de energía; por tanto, energía emitida es energía recibida. En este momento ¿podríamos detenernos a hacer una reflexión? ¿Será cierto que hoy, de veras, tú estás emanando lo mejor de ti, o tus frustraciones te impiden pulsar de esa forma? Las marcas que han quedado en nuestro pasado interfieren directamente en la energía que emitimos hoy; entonces, ¿por qué no eliminar tales marcas, para adquirir un nuevo patrón vibracional?
La cháchara que mantienes con pensamientos y emociones negativas es un enorme despilfarro de energía y el retorno que obtienes se concretiza en la conexión con cosas y personas negativas. ¡Cambiar a los demás y transformar el mundo es una misión casi imposible, pero tu propio cambio vibracional puede empezar ya hoy!
Comienza esta andadura cambiando tus pensamientos y actitudes; a continuación, tus emociones. En consecuencia, la ley natural de la atracción de tus deseos de alma llegará a aflorar, y descubrirás lo que realmente deseas para tu vida. Cuando hagas este descubrimiento y surjan ante ti algunas tentativas frustradas de conseguirlo, es el exacto momento de percibir que puede haber marcas en tu pasado que es preciso eliminar.
Hace unos meses atendí en mi consultorio a una muchacha que tenía enormes deseos de ser madre. Este deseo se sobreponía a todo, a su relación, a su profesión y a su familia.
Entonces empezó a decirme que su marido no quería hijos y que de ser necesario estaba dispuesta a separarse de él, porque lo importante para ella era ser madre… En el ámbito profesional, decía haber logrado todo lo que anhelaba y que la realización de su vida solamente vendría con la maternidad, estando dispuesta a abrir mano de su carrera. En el ámbito familiar, se enfrentaba al descrédito y a la desaprobación de su deseo de ser madre por la edad de 42 años que tenía.
Ya no tenía más argumentos con su marido, pues nada le hacía cambiar de idea.
Para empezar, le pregunté si su marido estaba enterado de que había acudido a buscar solución energética en la Radiestesia, y al decirme que sí, me sentí aliviada, pues a mi modo de ver, era nítido y claro que el tratamiento con la Mesa Radiónica tendría que llevarse a cabo por la pareja, eliminando los bloqueos que impedían al marido querer tener hijos y a ella quedarse embarazada.
Cuando atendí al marido, el bloqueo presentado se refería a una enorme restricción económica en su niñez: el miedo a no ser capaz de proveer al hijo que vendría se sobreponía a su deseo de ser padre. Tratamos aquel bloqueo y lo eliminamos con auxilio de la Mesa Radiónica.
En cuanto a ella, eliminamos algunos bloqueos, pero lo que más incidía en la dificultad de quedarse embarazada era un aborto que ella había provocado en su adolescencia. La culpa que arrastraba impedía energéticamente el embarazo.
Después que eliminamos los bloqueos de la pareja, emprendimos la fase siguiente, la de decidir una concepción natural o una fecundación en laboratorio.
La pareja, por su edad y para no tener que esperar, optó por la fertilización en laboratorios; así, de los tres embriones implantados en la primera tentativa, ocurrió la generación de dos hermosos niños que hoy representan la alegría y la unión de toda la familia.
Jamás desistas de tus deseos. Borrando las marcas del pasado, la energía se vuelve limpia para conectarte con todo lo que tú más deseas.
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Publicado dia 10/1/2013 1:45:52 PM em STUM WORLD
