Esa es una pregunta que me he hecho siempre. Sí, porque pese a haber leído todos los libros de Kardec y de Chico Xavier, siempre me ha gustado razonar si las cosas tenían o no sentido para mí, personalmente. He aquí que estos días una serie de “casualidades” ha venido a enseñarme que quizá existan más cosas entre el cielo y la tierra de lo que reza nuestra vana filosofía.
Empezó con el relato de una amiga que me contó la historia de su padre. Él estuvo con dos mujeres diferentes, aunque de mismo nombre. Los resultados fueron diferentes, aunque la situación era exactamente la misma ¿cómo es posible eso? Después empecé a analizar algunos acontecimientos de mi vida personal y de personas de mi entorno. Es increíble como algunas cosas que parecen absolutamente anormales ocurren más de una vez con la misma persona. O cómo el famoso “si es para ser, será” funciona.
El problema es que la palabra karma es muy complicada. Parece que es algo donde si entras ya no tienes cómo salir. Pero a mí me parece precisamente lo contrario. A fin de cuentas ¿para qué serviría eso si no es para enseñarnos algo? Pues bien, justamente enseñarnos a salir de aquella situación, a no enredarnos más en aquello.
Tengo la creencia de que nosotros, como espíritus, venimos con lecciones que queremos aprender. No es una imposición de nada ni nadie, sino de nosotros mismos. Y para que ciertas cosas sucedan, es preciso que hagamos acuerdos pre-renacimiento en la materia. Entonces sí, podemos hablar de karma, o de las cosas que necesitamos aprender y que llegarán hasta nosotros a través de los acuerdos que hicimos cuando aún estábamos fuera de la materia. O sea, si tu marido bebe y te pega (o te pega aunque no beba), no sirve de nada razonar que es el karma y quedarte llevando palizas el resto de la vida. Sí, tu “obligación”, como espíritu, es aprender a defenderte o a huir de eso y no volver a caer en lo mismo.
Entonces sí, quizá el karma sí exista. Pero no es un paquete cerrado como el de la TV por cable, que lo firmas y listo. El karma tiene sentido, dirección, principio y fin en sí mismo. Y si algo se repite mucho en tu vida de nada sirve echar la culpa al karma. Analiza en ti mismo ¿qué es lo que me atrae ese tipo de cosas? ¿Por qué será que yo necesito que eso se repita, a veces con personas tan diferentes? ¿Por qué yo necesito aún de mi karma? Seguro que se hace más fácil la curación cuando sabemos cuál es nuestra “enfermedad”. ¿No es cierto?
por WebMaster
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Publicado dia 8/23/2015 11:22:45 AM em STUM WORLD
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