Por lo regular, prefiero concentrarme en lo que hay que hacer para ser afortunado. Aunque últimamente me he dado cuenta de que sugerencias para facilitar, mejorar, ayudar y fortalecer el amor, las hay a cientos. Tanto es así que he venido hablando sobre ellas durante años, he escrito libros, grabado vídeos y desarrollado cursos que han ayudado ya a muchísimas parejas.
Entonces, me puse a pensar en qué es lo que hace que el amor fracase. Y me fijé en que, por fortuna, sólo hay tres maneras de estropearlo todo. De quedarse solo para siempre. De pasar la vida lamentándose por la falta de suerte. Estas maneras son:
1 - No intentarlo. 2 - Intentarlo sin saber. 3 - Desistir.
Así de simple. Directo al punto. Lo explico: para empezar, hay una canción de Jorge Vercillo (Monalisa) que revela bien lo que significan nuestros amores vividos. No son errores, sino puentes, preparación para la llegada:
(.) No te ates a sentimientos antiguos. Todo lo que he vivido me ha estado preparando para ti.
No te ofendas con mis amores de antes. Todos han sido puentes para que yo llegase hasta ti (.).
Siguiendo esta lógica funcional, no intentarlo es desperdiciar enseñanzas. Es ignorar la vida y sus infinitas posibilidades de ser feliz. No intentarlo es rendirse al miedo de sufrir, es caer en la trampa de sufrir siempre sin siquiera arriesgarse a sentir pasión, alegría y tantas otras sensaciones maravillosas que el amor nos inspira. No intentarlo es ser egoísta hasta el punto de privar al mundo de tu singularidad, y peor todavía, es privar a ese alguien que tanto ha estado intentando acercarse a ti.
"Intentarlo sin saber" es intentar sin elegir. Es quedar con alguien por carencia, por falta de autoestima, por miedo a la soledad. Intentarlo con el primero que aparece por delante, aunque tu intuición grita que no lo hagas, es no cuestionarte sobre lo que realmente quieres, sobre cuánto mereces, es disparar a todas partes. Y eso debilita el corazón, desgasta la esencia, te ensucia por dentro y te hace creer que tú no has nacido para ser feliz en el amor.
Y desistir te sitúa en el zaguán de los derrotados. Sólo pierde quien desiste. Considerar que todo el mundo es igual o que ya lo has intentado demasiadas veces y sólo has cometido errores es no entender nada sobre los bellos versos de la canción que he mencionado. Es arrogancia. Es creer que lo sabes todo o que no has aprendido nada. Basta mirarte. Entrar en contacto con toda tu historia. Y ciertamente tendrás mucho que aprender con todos los amores vividos.
Cada encuentro es una lección. Cada persona es un maestro. Cada amor es un regalo. Abre las puertas y las ventanas de tu alma. Mira fuera, pero mantente dentro, atento y consciente siempre. El amor está en el aire, ¡es un hecho!
Porque de algo puedes estar seguro: si lo intentas con consciencia, autoestima y sabiendo que lo mereces. Si no desistes por considerar que cada The End ha sido un error. Si persistes aprendiendo y evolucionando. Si ves puentes en lugar de abismos, más pronto de lo que imaginas, tú llegarás.
¡Y te darás cuenta de que cada paso ha valido mucho la pena, y que lo harías todo nuevamente si preciso fuese con tal de asegurar ese amor de ahora, que da sentido a todo el camino recorrido!
Rosana Braga é Especialista em Relacionamento e Autoestima, Autora de 9 livros sobre o tema. Psicóloga e Coach. Busca através de seus artigos, ajudar pessoas a se sentirem verdadeiramente mais seguras e atraentes, além de mostrar que é possível viver relacionamentos maduros, saudáveis e prazerosos.
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Publicado dia 4/8/2020 11:35:17 AM em STUM WORLD
