La mediumnidad es un atributo innato perteneciente a todos los seres humanos, religiosos o no.
No es preciso que frecuentes una casa espírita o que seas devoto para que tu mediumnidad se manifieste, en el trabajo, en la vida familiar, entre amigos.
Este fin de semana fui con mi marido al centro comercial y pasamos algunas horas por allí. Al regreso, él comentó que se sentía muy cansado, sin energía. Antes incluso de que él dijese eso, yo venía reflexionando, durante el camino de vuelta, que me sentía muy afectada con mareo, jaqueca y el cuerpo exhausto siempre que salía para ir de compras.
Me sentí un tanto frustrada, porque en ciertas ocasiones me veo en esa situación. Después de estar en la casa de ciertas personas, en ambientes cerrados o en otros muchos sitios. A menudo me gustaría que las cosas fuesen de otro modo, y no ser yo tan susceptible a las influencias ajenas.
Algunas personas son más sensibles que otras a las energías circundantes, por ciertos motivos. No es sólo cuestión de sintonía, lo es más de una anatomía y fisiología sutiles que proporcionan esa interacción más evidente para los médiums ostensivos.
No obstante, no significa que parte de las personas sean médiums y otras no.
Puede que tú no sientas conscientemente las influencias energéticas y espirituales, pero ellas están ahí y están interaccionando con tu campo áurico.
La mediumnidad es para todos y a medida que el ser humano evoluciona, su consciencia mediúmnica, que es como su sexto sentido, se vuelve más lúcida.
Las veinticuatro horas del día estamos viviendo nuestra mediumnidad, despiertos o no. Incluso en el centro comercial, en el parque, dentro del autobús, en las calles.
Por tanto, la mediumnidad no es dominio religioso y sí el camino bendito para el religare.
Debemos cuidar nuestro templo sagrado, nuestro mundo interior, siempre.
Por medio de nuestro microcosmos nos religamos al Todo.
Cuida tu cuerpo, tu mente y tu energía, en la práctica diaria de la vida.
Permanece atento, presente, y cuida de ti mismo con mucho cariño.
Un ligero descuido y. ¡Caemos en las tentaciones alucinantes del ego!
Baña tu espíritu con la energía azul luminosa, perfúmate con el sentimiento de gratitud. Higieniza tu aura y armoniza tus pensamientos y sentimientos.
¡Hazte bambú hueco y flexible y sé un canal de Amor!
¡Namasté!
por WebMaster
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Publicado dia 4/8/2020 11:34:27 AM em STUM WORLD
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