Ahora que el Nuevo Años Solar ha empezado, estamos siendo bombardeados por una energía muy intensa, que nos impone la rápida toma de decisiones que nos permitan ejecutar un cambio de dirección, o iniciar un desvío en nuestra andadura. Las configuraciones astrológicas actuales nos permiten algunas interpretaciones. El Sol, Mercurio y Urano están en tránsito en el signo de Aries. Mercurio está considerado como el planeta de la comunicación, del aprendizaje y del razonamiento, y rige el tráfico, los medios de comunicación y los transportes. Considerando que este planeta ya ha iniciado una aproximación con el planeta Urano, puedo deducir que en los próximos días seguiremos asistiendo a un noticiero repleto de informaciones sobre cambios súbitos de rumbo, escisiones y rupturas de colaboraciones, debates y discusiones acaloradas sobre temas relativos a educación, medios de transporte, documentos, papeleo, interceptaciones, etc. Todas estas cuestiones han estado muy en evidencia en las semanas recientes, ¿verdad? Asimismo se producirán manifestaciones y huelgas, rebeliones, y probablemente tendremos todavía actos terroristas y accidentes de avión, trenes y motocicletas.
A nivel particular, la conjunción entre Mercurio y Urano puede acelerar nuestro pensamiento a tal punto que nos impida evaluar adecuadamente nuestras decisiones. ¿Te acuerdas del refrán: quien dice lo que quiere, oye lo que no quiere? Bien, ese refrán debe permanecer en nuestra mente si no deseamos cometer errores de juicio capaces de comprometer nuestras relaciones. ¡Podríamos hablar sin pensar! No obstante, a lo largo de la semana, al hacer un trígono con el planeta Saturno - que se encuentra en Sagitario e inicia una prolongada retrogradación - esos dos planetas prometen un asentamiento, como si fuese la concretización de una situación que se ha venido manteniendo indefinida y caótica hasta ahora. El Sol forma un trígono con Saturno y una cuadratura con Plutón en el mismo período, indicando que figuras públicas y de destaque, como jefes de estado, artistas, personas famosas, estarán en evidencia en ese período, y no siempre por motivos agradables. Las situaciones están a punto de definirse.
Pero diréis: ¿por qué hice yo una analogía con el camino del Loco del Tarot? Porque al reflexionar sobre el Cielo de la Semana, me acordé de esa que es la primera y la última lámina de los Arcanos Mayores del Tarot. El Arcano del Loco puede ser situado al comienzo y al final de una lectura. Tiene el número 0, pero en algunos casos se le atribuye el número XXI. Esa lámina significa el inicio y final de una andadura, de un asunto o de una situación. Representa una figura humana, harapienta, con la ropa dilacerada por un perro. Va cargada con un hatillo, un fardo, con sus pertenencias, y avanza hacia un abismo. En la mano izquierda porta un bastón, con el cual puede defenderse del perro y que además le sirve de apoyo. El peregrino avanza sin darse cuenta de que podría librarse de su carga para avanzar mejor, y parece ignorar el monstruo que lo aguarda, escondido a la vera del abismo. Su conducta es extraña, ¡poco prudente, diría yo! ¿Avanza esperando que se produzca un milagro? ¿Que aparezca una mano divina para ayudarle frente a los peligros?
Ese Arcano, que también tiene el número 21, o sea 20 + 1, siendo 20 el fin de ciclo y 1 inicio de un ciclo nuevo, ¿no estará indicando que hemos llegado al fin de un proceso? ¿Y que tras ese fin, habrá un nuevo comienzo? En el campo de la manifestación, ese Arcano se sitúa por ahora en el plano mental, pero en breve tiempo (cuando Saturno haga el trígono con el Sol) esa energía astral va a transformarse y a concretizarse en algo físico, material. ¿Veis ahora por qué hice esa analogía?
Reconozco que mis razonamientos, que me llevan a hacer analogías entre las configuraciones astrológicas y los Arcanos del Tarot, no son fáciles y requieren mucho estudio y profunda comprensión del significado oculto de ambas disciplinas. Sin embargo, apreciado lector, mi consejo de esta semana es que, pese a todo, pese a la situación confusa y adversa que vivimos en este momento de la humanidad, continuemos avanzando hacia el abismo. ¡No debemos tener miedo del abismo! Él representa lo desconocido, ¡pero representa también lo nuevo! Allí ciertamente habremos de encontrar una pasarela y una mano providencial que nos ayudará a alcanzar nuestro destino. ¡Es preciso confiar! Del mismo modo que un niño que, al poner su pequeña mano en la mano fuerte del padre, avanza hacia su destino, ignorando el miedo y superando los peligros, debemos avanzar. ¡Debemos continuar confiando en el milagro! El simbolismo oculto contenido en la Astrología, en el Tarot y en otras muchas disciplinas esotéricas, puede ayudarnos en nuestras decisiones, pues nos ofrece esa mano segura que necesitamos durante este período, repleto de incertidumbres y peligros. ¡Invierte en una consulta!
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Publicado dia 4/8/2020 11:35:18 AM em STUM WORLD
