Cierta vez durante un trabajo espiritual, fui a atender a un amigo también médium que parecía estar muy triste. Luego de entrar en contacto con su energía pude percibir mediante la clarividencia ¡que su perrito tan estimado estaba sentado a su lado! Se había muerto hacía unos días, pues tenía mucha edad y ya se encontraba muy debilitado.
Entonces empecé a charlar con mi amigo que también estaba viendo el espíritu de su perro:
- César ¿estás percibiendo a Rex ahí a tu lado?
- Sí que estoy - dijo él.
- ¿Te das cuenta de que él está bien? ¿Y feliz?
- Sí, me doy - respondió.
- Entonces ¿por qué estás tan triste?
- Es porque. (llorando). Es porque lo echo mucho de menos, era mi gran amigo, mi compañero. Todos los días cuando llegaba a casa y me sentaba en el sofá él venía y se tendía a mis pies. Permanecía conmigo hasta la hora de dormir. Yo lo bañaba, le ponía la comida, era mi verdadero amigo.
- Pero ¿tú te das cuenta de lo que está ocurriendo?
Entonces percibí una conexión por un hilo muy tenue, que recordaba un hilo de telaraña, uniendo el chakra cardíaco de los dos.
- Debido a tu sentimiento de apego, tú no dejas que él se marche. Él ha venido a despedirse. Apareció para que tú lo veas, te sientas mejor y dejes que él siga su camino.
- ¡Pero yo no soy capaz! - repetía él.
En ese momento sucedió algo extraño, una cosa que yo nunca había presenciado.
Empezó a envolverme una energía sutil, pero que nunca había sentido, todo parecía ser diferente. Fue cuando mentalmente Rex empezó a establecer contacto conmigo. Él me transmitía impulsos de sentimiento que se me traducían como palabras. Son aquellos momentos en que las emociones imperan y hablamos con el corazón.
Él expresaba estar muy agradecido porque César lo había cuidado con tanto amor y dedicación. Agradecía a César el haberlo aceptado, pues le había sido dado ya de adulto, por otra familia que no estaba en condiciones de atenderlo.
Bueno, en ese instante César empezó a llorar y a sollozar porque aquello era algo que nadie hubiese podido imaginar.
Rex continuaba agradeciendo y dijo que ellos aún habrían de encontrarse en el futuro, pero que ahora él tenía que irse, ya que todavía le quedaba una jornada. La evolución continua del espíritu. La amistad, la gratitud y la oportunidad jamás serán olvidados, pero continuar era preciso.
Con gran esfuerzo, llanto y adiós, César consiguió liberar a Rex de la atadura emocional que los prendía. El Amor, la gratitud continuaban, pero ya no en forma de apego, sino por el Amor incondicional que libera y se alegra con la victoria y la felicidad del otro.
Realmente fue una experiencia muy gratificante. Aunque yo no tenía mucho que ver con las mascotas, después de esa he aprendido bastante a cultivar esa conexión con ellas, tanto que he tenido otras experiencias en ese campo que en otra oportunidad tendré el gusto de relatar.
Gratitud.
por WebMaster
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Publicado dia 4/8/2020 11:34:31 AM em STUM WORLD
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