...funcionando como agente-estimulador de la enfermedad.
La célula familiar:
La familia funciona como una célula única. Mientras cada componente no se haga consciente de sí mismo y auto-responsable de sus capacidades y dificultades, esta célula familiar funcionará como un cuerpo único, donde corresponderá a cada componente exteriorizar uno o más aspectos de este todo en nombre de mantener un seudo-equilibrio que sugiere cohesión.
El lugar donde el uno es extensión del otro, también puede ocurrir fuera del ambiente familiar.
Muchas estructuras familiares vienen configurándose de generación en generación dentro del contexto “unicelular”. Como ejemplo podríamos citar la predestinación de una criatura que nacerá dentro de poco. ¿Cuál es el lugar psicológico que ella ya ocupa en la mente de los padres? Innumerables son las expectativas, muchas conscientes y otras tantas inconscientes, que son, - a mi entender – las más peligrosas.
A partir del nacimiento las proyecciones de los padres empiezan a formatear este nuevo ser y éste, por necesidad de tener un lugar de acogida para sobrevivir, se va amoldando y significándose a partir de toda esa gama de idealizaciones.
Ejemplo de proyección consciente e inconsciente:
Entramos en la esfera de las identificaciones, cuando el crío llega al hogar y el padre de entrada ya percibe que “el niño tiene un genio fuerte”; la mayoría de las veces el crío está llorando tan sólo por una necesidad básica de supervivencia, porque quiere mamar y la interpretación de los padres acaba moldeando a priori una característica de personalidad. En ese momento, en un pensamiento satisfactorio y narcisista del padre (el bebé es la parte perfecta e idealizada de los padres), éste podrá pensar... Será tan buen negociante como lo soy yo y como lo ha sido mi padre... Todos de linaje de genio fuerte... Y así el nene va creciendo imantado a las necesidades básicas del padre, abuelo, etc., pero incorporando la necesidad primera también, la cual suele estar en el inconsciente, que podría ser el hacer de todo para no demostrar un miedo familiar de ser impotente, por ejemplo. En este caso existe una dependencia emocional, de mantener una verdad escondida y en nombre de esto un desgaste energético consciencial que muchas veces ultrapasa generaciones, creando dolencias “genético-familiares” que no son más que síntomas de este desgaste. En una tentativa de perpetuarse dentro de un patrón que oculta miedos más profundos, ahí podríamos tener una familia propensa a tensión alta y problemas cardíacos entre otros...
Otra situación que ocurre con frecuencia, pero no evidente, se da cuando un miembro de la familia es totalmente atípico, que desentona en el contexto familiar. Como ejemplo, podríamos pensar en un sujeto que sufre depresión o cualquier otro tipo de dolencia que tenga alguna sintomatología física. En cualquiera de los casos, la dolencia pasa a funcionar como válvula de escape para una situación familiar mal resuelta. Una depresión en un hijo puede ser un escape de algún aspecto mal resuelto en la relación de los padres, que genera ese tipo de sentimiento camuflado y exteriorizado por el hijo. En este punto, podemos ver el por qué de que muchas familias llevan a uno de sus miembros a hacer terapia, para en seguida retirarlo o protestar, observando que el tratamiento sólo está haciéndolo empeorar. En el caso de la depresión, la persona podría volverse más agresiva, exteriorizando otros aspectos de la relación, hasta que viese su implicación en ese todo. En las enfermedades es posible también que ocurra esto.
La ganancia secundaria en la enfermedad:
Por último, tenemos los aspectos de la dolencia que están en la esfera de la ganancia secundaria: Ej.: En algún lugar de mí, yo sé el daño causado en mí por la enfermedad, mi vida puede incluso correr un riesgo, pero sólo de ese modo siento que las personas me quieren de veras, me ilusiono con que soy importante para ellas. Otros aspectos que implican el dinamismo del psiquismo también pueden estar embutidos en este contexto.
En los casos citados, la dependencia queda a cuenta de la supervivencia de sí mismo y de la estructura familiar.
Silvia Malamud é colaboradora do Site desde 2000. Psicóloga Clínica, Terapias Breves, Terapeuta Certificada em EMDR pelo EMDR Institute/EUA e Terapeuta em Brainspotting - David Grand PhD/EUA.
Terapia de Abordagem direta a memórias do inconsciente.
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Autora dos Livros: Sequestradores de almas - Guia de Sobrevivência e Projeto Secreto Universos
Publicado dia 11/14/2007 5:34:59 PM em STUM WORLD
