Amigos, una vez más estamos aquí reunidos.
Por la gracia del TODO – que está en todo – hemos llegado hasta aquí.
Más que una reunión de presencias físicas, estamos unidos por suave ternura, que trasciende los motivos comunes.
Estamos unidos en espíritu, por los lazos del corazón iniciado en la Luz.
Juntos, somos más fuertes; aspiramos y respiramos el soplo vital en la misma (Egrégora - del griego – ‘Egregorien’, que significa ‘velar’, ‘cuidar’ – es la atmósfera colectiva plasmada espiritualmente en un determinado ambiente, resultante de la sumatoria de los pensamientos, sentimientos y energías de un grupo de personas dedicadas a la producción de climas virtuosos en el mundo.
Es la atmósfera psíquica resultante de la reunión de grupos dedicados a trabajos y estudios basados en la LUZ. Se puede decir que toda reunión de personas para la práctica del Bien y de la Virtud – con independencia de su línea espiritual – forma una egrégora específica, una verdadera entidad colectiva luminosa, a la que se agregan otras varias conciencias extra-físicas, alienadas con aquella sintonía espiritual para un trabajo inter-consciencial.
Probablemente por eso enseñó Jesús: ‘Donde haya dos o más reunidos en mi nombre, allí estaré yo’.
Muchos dicen que no se deben mezclar egrégoras de trabajos diferentes, sin embargo, cuando el Amor se manifiesta desaparece cualquier ideología doctrinaria y solamente permanece lo que importa: la LUZ.
El día en que los hombres despierten para climas más universalistas y cosmoéticos, ciertamente ese mundo será mejor para vivir.
Vive la LUZ, poco importa el nombre, el grupo o la doctrina que hable de ella. Y vivan los mentores, que ayudan a todos, con independencia de la raza, de la cultura o del credo que se haya abrazado) egrégora(*).
Somos más que lo que aparentamos; somos mejores de lo que suponemos; y nuestros ojos brillan más cuando pensamos, sentimos y hablamos de lo Eterno.
En la luz del discernimiento espiritual, desaparece el miedo de lo invisible y de la muerte.
Como contrapartida, aumentan el amor, la alegría, la amistad y el respeto por la Vida.
Hay una línea vital que nos ha traído hasta aquí hoy; una línea invisible, del corazón del TODO a los corazones iniciados en la Luz.
Hay una llama sutil ardiendo en cada uno de nosotros. Cuando nos reunimos, ese “fuego del alma” se expande por otros varios planos, calentando e iluminando miríadas de otros viajeros de lo Eterno.
Somos estrellitas en la carne, amigos míos. Pero, juntos, formamos un poderoso sol consciencial.
Cuando reímos juntos, también disolvemos la tristeza de otros, en algún lugar...
Cuando irradiamos energías juntos, soltamos antiguas escamas psíquicas, nuestras y de otros seres, y nuestros (Chakras – del sánscrito – son los centros de fuerza situados en el cuerpo energético, cuya función principal es la absorción de energía – prana, chi – del medio ambiente para el interior del campo energético y del cuerpo físico. Además sirven de puente energético entre el cuerpo espiritual y el cuerpo físico) chacras(*) están de fiesta.
Cada uno de nosotros lleva una carga de limitaciones, bloqueos, confusiones y cosas extrañas por dentro. No obstante, juntos, en la atmósfera secreta del mismo despertar, ¿a quién le importa eso?
Sólo queremos unir los corazones en la misma Luz y hacer fluir algo bueno; para que todos simplemente se sientan felices e integrados, como compañeros de los mismos ideales espirituales.
Hay conciencias extra-físicas que vienen desde muy lejos para sustentar el amparo invisible y hacer fluir, unidas a nosotros, las mejores energías. Y vienen porque saben que, cuando estamos juntos, ¡somos un sol!
¡Muchas veces, nuestros seres queridos, que hoy viven en otros planos de manifestación, también aprovechan nuestra reunión y se acercan! Y se ponen contentos al ver lo que estamos realizando en las lides del estudio espiritual.
Hay besos y abrazos invisibles, inspiraciones y toques secretos, susurrados espiritualmente a los corazones, en la sintonía de lo Eterno.
Por deseo de lo Alto, aquí estamos una vez más.
Por nuestros corazones, iniciados en la Luz.
Por los amparadores extra-físicos, amigos maravillosos, que jamás nos abandonan ni juzgan nuestras deficiencias. Ellos ven lo mejor en cada uno de nosotros.
Por la Vida; por lo Eterno; por el TODO...
P.D.: Nuestra música y nuestras risas son lindas.
Somos bastante más fuertes y luminosos de lo que imaginamos.
¡Juntos, somos un sol!
Porque sabemos que el TODO está en todo.
Porque un gran Amor ha tocado nuestros corazones.
Porque somos de la Luz.
- Nota: Mientras yo pasaba a limpio estos escritos, uno de los amparadores del grupo extra-físico de los iniciados me transmitió el siguiente mensaje, a título de complemento del texto:
“Estamos aquí.
Más que nunca.
La muerte no mata el amor.
Ni destruye la conciencia.
Quien se ha ido, continúa vivo...
Quien se ha quedado, también...
La vida es la misma, en todo lugar.
Aquí y allá, allá y aquí, son apenas limitaciones espaciales.
El corazón es el que sabe.
La diferencia solamente está en el envoltorio:
Denso o sutil, es igual.
La esencia es la misma.
Todo es vida.
Todo viene del TODO.
Estamos en la misma Luz.
Somos Luz.
¡Estamos aquí, juntos!
Más que nunca.
En la senda de lo Eterno.
En la luz del mismo despertar de la conciencia.
Con la protección de lo Alto.
Bajo la égida del Gran Arquitecto Del Universo.
Por los ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad.
En el amor que nos une.
En la senda de la luz.”
(Om Shanti – del sánscrito – paz divina; paz espiritual.
Om – el verbo divino; la vibración del TODO que está en todo.
Shanti – paz) Om Shanti... Shanti... Shanti... Om!(*)
- Ramakrishna, estos escritos van dedicados a ti.
(Todavía te recuerdo sonriente y recitando aquel mantra: “¡Ganga Narayana – Om Rama!”
Publicado dia 6/25/2008 2:49:47 PM em STUM WORLD
