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Ramakrishna y el mono embriagado - Parte 1

Ramakrishna y el mono embriagado - Parte 1
Publicado dia 11/18/2008 2:19:24 PM em STUM WORLD

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Traducción de Teresa - [email protected]

(Toques de Shradha del Maestro de la Sencillez)

Fue allí, en un viaje espiritual para fuera del cuerpo, donde yo Lo encontré nuevamente. Él rió con gusto, como siempre.
Parecía un chiquillo travieso. Y, sin embargo, yo estaba ante uno de los mayores maestros yoghis que haya visto el mundo.
Lo miré como un hijo mira a su padre, y le pregunté:
“¿Es llegada mi hora?” No sé si soporto la llegada de tanto amor en mi pequeño corazón. Añoro los espacios libres, como tú también los añorabas cuando estabas en la Tierra. Pero yo no tengo desarrollada la capacidad que tú tenías de transformarlo todo en luz y sencillez. Yo no soy maestro de cosa ninguna. Soy yo mismo, intentando crecer y haciendo lo mejor posible en cada situación. Y no es fácil, nunca lo ha sido.
Dime: ¿Te ha mandado la Madre Divina a buscarme? ¿Es la hora de volar hacia otros parajes? Este gran amor que siento ¿va a arrebatarme definitivamente hacia más allá del pequeño corazón? ¿Es la hora de escuchar música en otros sitios? ¿Y de reír en otros planos, junto a los amigos espirituales?”

Entonces, Él rió más todavía y empezó a dar saltos delante de mí, haciendo muecas y gestos humorísticos. Y me dijo:
“Tú pareces un mono embriagado intentando equilibrarte en las ramas. De esa manera no es posible explicarte nada. ¿Quién te ha dicho que yo sé el tiempo de vida de alguien? Quien lo sabe todo es sólo la Madre Divina. Pregúntale a Ella directamente. Pero antes, déjame mostrarte algunas cosas.”

A continuación él me sujetó por el brazo y me llevó por los aires. Desde gran altura, señaló el mundo abajo de nosotros y me dijo:
“Observa con el ojo espiritual y siente con el corazón. Mira bien las emanaciones oscuras que envuelven a la humanidad en su momento actual. Observa las franjas oscuras que presionan invisiblemente a los hombres. Percibe la gran intoxicación psíquica causada por el materialismo y por el egoísmo que reinan en sus corazones. Escucha los gritos de dolor, de los hombres y de los espíritus, que pocos escuchan. El hambre de amor es grande y el vacío existencial machaca la alegría de vivir. Y el resultado de eso es el sufrimiento, psíquico y físico.
Ante tanto trabajo de esclarecimiento espiritual por hacer entre los hombres, ¿tú quieres marcharte? ¿Quieres volar libre mientras tus hermanos lloran encadenados a los grilletes del mundo? ¿Te parece que es hora de volver a casa, cuando hay tanto por hacer en el mundo de los hombres tristes? ¿Piensas que la vida es sólo tuya?
Yo sé… Proyectar clarinadas espirituales en el seno del mundo no es tarea fácil. También sé de las repercusiones que esto tiene y de la soledad que se siente (que incluso compañeros de jornada podrían no comprender integralmente).
Sé de las añoranzas y de lo difícil que es anclar un gran amor en un cuerpo humano. Y de las dificultades que pasa un jornalero repleto de Shradha frente a las dudas y vacilaciones en derredor, incluso de quien le es cercano.
Pero las clarinadas espirituales que proyecta un trabajo firme en el medio humano tienen el valor que sólo el mundo espiritual sabe darle. Nunca mensures su efecto apenas por el ambiente físico y por las personas en torno a ti. Las clarinadas espirituales causan efectos en diversos planos y transforman conciencias. Elevan el patrón de discernimiento y amor y fomentan muchos trabajos de asistencia extra-física.
Eso, mira hacia abajo y observa el mundo de pruebas y expiaciones. ¡Ese es tu lugar! Para aprender y trabajar, como hombre, igual a todos. Para aguijonear el materialismo exacerbado con los toques conscienciales.
¿Cómo es que quieres marcharte, cuando las clarinadas espirituales son tan necesarias?
No sé cuándo será tu hora, pero sé que no es ahora. Aprende a transformar el gran amor en más luz y fuerza en la jornada y no esperes recibir igual amor ni comprensión respecto de lo que haces.
¡Quien de veras te ama es la Madre Divina! Ella sabe quién respira juntamente con tu corazón y es de la misma Luz. Ella sabe quién te acompaña, en espíritu y verdad. Ella conoce tu (Darma – del sánscrito ‘Dharma? – deber, misión, programación existencial, mérito, bendición, acción virtuosa, meta elevada, conducta sana, actitud correcta, motivación para lo que sea positivo y conforme al bien común) dharma(*) y sabe quién suma más apoyo y compañerismo en la jornada, de corazón.
Ahora, deja de comportarte como un mono embriagado y no me preguntes nada más. Continúa siendo tu mismo. Basta con eso.
Haz bajar un gran amor a tu pequeño corazón para que él cure a hombres y espíritus.
Para soportarlo, no busques reconocimiento o comprensión de nadie. Tan sólo escucha los gritos de dolor de tus hermanos y comprende por qué un gran amor baja entre los hombres. Compártelo en silencio. Si fuese preciso, llora quedamente, para aliviar tus emociones como hombre, pero nunca dejes de hacer lo que haces.
Vive simplemente. Como hombre de bien. Sintiéndote igual a todos. Haz tu música. Ya sabes: vive en el mundo, pero sin ser del mundo. Y, en la hora oportuna que determine la Madre Divina, yo vendré a buscarte. Pero, hasta allá, hay mucho dharma que realizar en este mundo.
¡Deja de ser como un mono embriagado, muchacho!”

Entonces, Él me dio una palmadita en el hombro y yo caí desde gran altura para dentro del cuerpo, con las inevitables repercusiones físicas (sacudida intensa y sensación de haberme despeñado desde lo alto y caído abruptamente dentro de la materia).
Abrí los ojos inmediatamente y reflexioné acerca de todo cuanto Él me dijo. Y hasta ahora estoy reflexionando. Aquí, en Curitiba, está lloviendo y hace frío. El propio clima invita a la introspección. Pero yo estoy quietecito por otros motivos, que no son de aquí.
El Gran Amor está aquí, en mi pequeño corazón. Y yo pienso en la inmensa trama dhármica tejida por la sabiduría de la Madre Divina. La misma traba que un día me condujo a los pies de ((Paramahamsa Ramakrishna: maestro yoghi que vivió en la India del siglo XIX, y que está considerado hasta hoy como uno de los mayores maestros espirituales surgidos en la tierra del Ganges. Para hacerse una idea de su influencia espiritual, puedo citar que grandes maestros de la India del siglo XX se han referido a él con mucho respeto y admiración, entre ellos el Mahatma Ghandi, Paramahamsa Yogananda y Rabindranath Tagore)) Paramahamsa Ramakrishna(*) y que me permitió vivir y aprender durante un tiempo con ese gran maestro lleno de sencillez y alegría.
Tal vez un día yo comprenda el por qué de haberme Ella dado el regalo de convivir con Él.
Sí, tal vez algún día yo sepa el por qué de bajar tanto amor a este mi pequeño corazón de mono embriagado.
Hasta allá, iré driblando la añoranza y haciendo lo mejor posible siendo yo mismo, siempre enamorado de la Luz.¡Om ((Viveka – discerenimiento espiritual)) Viveka!(*)
¡Om (Shradha – sobre esta expresión específica, dejo a continuación un texto antiguo donde la explico con detalles. Sigue el texto. ) Shradha!(*)
¡Om ( Prema – amor divino, incondicional. ) Prema!(*)

Paz y Luz.
(Texto publicado originalmente en la lista interna del Grupo de Estudios y Asistencia Espiritual del IPPB)
Wagner Borges, tu colega de evolución, intentando dejar de ser un mono embriagado).

SHRADHA

Cuando la ((Shradha: confianza espiritual basada en el discernimiento y en la intuición)) Shradha(*) de un hombre se debilita, el loto del corazón se mustia y el brillo de la espiritualidad desaparece de sus ojos. Sin Shradha el horizonte se hace turbio y la vida queda sin significación. Hay un descenso de la calidad espiritual y el hombre se empobrece internamente. Su esperanza es engullida en la miseria de sus anhelos y, por fin, el ((Cocodrilo de la tristeza es una expresión basada en las enseñanzas de Paramahamsa Ramakrishna) ) ”cocodrilo de la tristeza”(*) apresa en la boca su dignidad, arrastrándolo hacia el cubil del vacío espiritual.

Muchos tienen las oportunidades de crecimiento adecuadas. ¡Pero la Shradha de sus corazones es tan débil! Por eso titubean tanto en el trato con las verdades del alma. Quieren sumergirse en el océano de luz, pero sus ojos no brillan. Buscan la espiritualidad con real admiración, pero las “polillas de la duda” destruyen sus estudios.

São Paulo, 27 de julio de 1997.

“Invocamos a Shradha por la mañana.
Invocamos a Shradha al mediodía.
Al ocaso también invocamos a Shradha.
¡Oh, Shradha! ¡Cúbrenos de fe!
- in “RIG VEDA” -

por Wagner Borges

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Sobre o autor
wb
Wagner Borges é pesquisador, conferencista e instrutor de cursos de Projeciologia e autor dos livros Viagem Espiritual 1, 2 e 3 entre outros.
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