Pocos son los que se conocen a sí mismos.
Y, muchos menos, los que abrazan el mundo sin prejuicios.
El amor no ve raza, sexo o fronteras.
Nada juzga. Jamás se exaspera.
Es paciente y sereno, pues sabe el tiempo del despertar de cada cual.
Está en cada corazón y es la gran riqueza espiritual del Ser.
Por más que algunos intenten distorsionarlo, él no cede a los caprichos humanos.
Conoce todos los motivos y procede con base en la verdad.
* * *
Jesús enseñó muchas cosas a los hombres, pero muy pocos lo comprendieron.
Hablaba al corazón y ellos intentaban comprenderlo solo con la mente.
Hablaba de un Gran Amor, pero ellos solo querían emociones fugaces y juegos de politiquería y añagazas variadas.
Él lo sabía, pero no le importaba, pues veía más allá de los convencionalismos sociales.
¡Él sabía el tiempo oportuno para el despertar de cada cual!
Conocía el poder de transformación del amor.
Y sabía que hay muchas vidas, cada una con sus lecciones y aprendizajes.
Por eso enseñaba las cosas del espíritu a los hombres…
Aunque ellos no estuviesen preparados para comprenderlas.
¡Él tenía que sembrar!
Sí, tenía que sembrar el Gran Amor que había traído del Cielo.
Su corazón se desbordaba de luz y Él era un sol de amor.
La luz estaba allí, pero ellos estaban ciegos.
Sus palabras tenían el fuego del espíritu, pero ellos estaban sordos.
El amor estaba en la Tierra, pero ellos no permitieron que Él entrase en sus corazones.
Él sabía lo difícil que era sembrar en el desierto de ellos.
Pero Su corazón se desbordaba, y Él los comprendía, más de lo que ellos percibían.
Y, tal como descendió entre los hombres, Él volvió al Cielo.
Pero ha dejado un Gran Amor vibrando en la Tierra.
Sus palabras y Sus energías han quedado grabadas en el aura del planeta.
Sus pensamientos generosos todavía gravitan en la atmósfera que envuelve el orbe.
Y felices son los que sienten Su presencia en el propio corazón.
Sí, aun en medio de las probaciones del mundo, ellos sienten que un Gran Amor va guiándolos…
Y eso es algo que no se explica, solo se siente… En espíritu y verdad.
P.D.: Hay una luz que brilla más
que billones de soles juntos.
Es la esencia del alma.
Esa es la luz que tiene su morada en el corazón.
- Wagner Borges – sujeto con cualidades y defectos; espiritualista que no sigue ninguna doctrina creada por los hombres de la Tierra, ya sean occidentales u orientales; y que conoce el valor de un Gran Amor que inspira a un pequeño corazón.
Publicado dia 3/4/2009 3:26:06 PM em STUM WORLD
