Muchos vienen recibiendo regalos inestimables frutos del Ho’oponopono…
Regalos que se manifiestan por la transformación interior… por la apertura a recibir la orientación Divina… por sincronismos que pasan a guiarnos indicando el próximo paso…
Los signos que nos llegan se confirman por experiencias que vienen a través de otras personas… dándonos la certeza de que Somos Todos Uno… y de que los velos que nos impedían tener acceso a esa realidad se hacen cada vez más tenues.
Recientemente recibí un regalo por el retorno de una terapeuta que hizo una vivencia conmigo en la cual hemos empleado el Ho’oponopono.
Ella me dijo que después transmitió la técnica a una pareja, que deseaba mucho tener hijos, pero la mujer no lograba quedar encinta… y ya lo venían intentando desde hacía cinco años.
Ella enseñó el Ho’oponopono a la pareja, que lo practicó, y en poco tiempo la mujer quedó encinta.
En este caso, muy poco, por cierto… una semana.
Ella estaba radiante por la felicidad de los dos…
Claro que el tiempo y los resultados no dependen de nuestra voluntad, y no tener expectativas en cuanto a esto es fundamental… Pero siempre ocurre el cambio que viene de la limpieza de las memorias, si la practicamos…
Algunas veces los resultados nos parecen muy rápidos, como en el caso de esa pareja, y otras… no tanto, porque nuestro tiempo no tiene en cuenta el movimiento perfecto del Universo.
Vengo observando suceder ese movimiento del Universo y maravillándome cada vez más al percibir lo perfecto que es todo… entiéndase por perfección aquí… el hecho de que tenemos disponible todo el tiempo la configuración más adecuada para nuestro crecimiento… y felicidad.
Sería algo así como cuando vamos a hacer una torta, tener disponibles los ingredientes más perfectos para ello. Ahora… elegir si vamos a emplear este o aquel ingrediente… la medida de que nos servimos para medir cada uno… el tiempo que dejamos a la torta cociéndose, ciertamente puede hacer que toda esa perfección de ingredientes se transforme en una torta sosa, dura… y hasta quemada.
Así como el tener los ingredientes perfectos para hacer una torta deliciosa no da la garantía de una torta deliciosa, la configuración perfecta del Universo en cada día, no quiere decir que vayamos a aprovecharla de la mejor manera… y muchas veces ni siquiera logramos percibir lo que está pasando bien delante de nuestros ojos.
De una forma casi increíble el Universo nos hace regalos todo el tiempo… pero saber ver y recibir esos regalos es otra historia.
El Ho’oponopono nos facilita el percibir y aprovechar esos regalos, aunque éstos no vengan envueltos como tales… a veces, en cosas que ni siquiera percibimos y a las cuales no damos ninguna importancia, y hasta en aquellas de las cuales queremos distancia, pueden encontrarse dádivas que cambian nuestra vida para siempre…
A partir de la convicción de que todo cuanto atraemos como problemas, procede de las memorias que se repiten, lo contemplamos todo con otros ojos… pasamos a ver que incluso los obstáculos más difíciles encierran oportunidades preciosas de liberación.
Donde antes veíamos solamente el problema… ahora vemos posibilidad de ensanchar la consciencia.
Está claro también que es preciso emplearlos… no sirven de nada los mejores ingredientes para una torta maravillosa… si no los empleamos.
A veces preferimos permanecer horas y horas protestando por lo que no está bien… antes que hacer cualquier cosa para cambiarlo… al fin y al cabo, si ya nos hemos acostumbrado tanto con ese dolor ¿para qué arriesgar a ser feliz?
Menos mal que… como ha dicho Sergio, El “pobrecito de mí” es un ser en extinción y nadie reclamará por su fin inminente. Todos somos fuertes por demás, dotados de todos los instrumentos y herramientas necesarias para incluso – si fuese preciso – renacer de las cenizas.
Publicado dia 3/6/2009 4:00:36 PM em STUM WORLD
