La elección de un local para vivir o para montar un negocio depende de varios factores, incluso de nuestra energía en el momento de elegir. Cuando estamos en armonía con nuestra vida y equilibrados es muy fácil afirmar que elegiremos un local, para vivir o para nuestra empresa, que sea compatible con esa frecuencia energética que tenemos. En cambio, cuando nuestra frecuencia energética está desequilibrada por el hecho de vivir en un ambiente enfermo o por estar en un momento complicado, es también muy fácil afirmar que elegiremos una casa que tenga la misma frecuencia.
Por tanto, podemos afirmar que la elección de tu casa significa mucho con relación a tu futuro.
Otra preocupación importante al elegir una casa es la historia de los moradores que allí vivieron anteriormente. Muchas energías ruines que encontramos en el ambiente vienen de la reminiscencia que encontramos en las paredes, o, en otras palabras, la memoria de las paredes. Una casa energéticamente enferma, por vivencia de acontecimientos anteriores, hace que la historia se repita en la vida de los futuros moradores.
Relato a continuación la historia a que asistí, al inicio de mi carrera en la Radiestesia, de una empresa muy exitosa que decidió optar por un edificio más grande y muy cercano a sus instalaciones, a fin de mantener la clientela en el mismo ambiente. Lo cuento para referirme no solo a locales de vivienda, y con el fin de que nos preocupemos también de donde instalamos nuestra fuente de ingresos.
Esta empresa, representante de productos americanos, inicialmente en el área de la mecánica, obtuvo un éxito tan grande en el mercado brasileño que pasó, entonces, con auxilio de la matriz americana, a fabricar tales productos aquí en el Brasil.
Competencia no faltaba a los dirigentes de la empresa. Y, como no podía dejar de ser, la instalación de la empresa y el comienzo de la producción local fueron exitosos. Los negocios de la empresa se ampliaron tanto, que enseguida se pensó en la posibilidad de un local más grande para la producción.
Puedo narrar estos hechos, pues acompañé de cerca cada toma de decisión. Todo eso sucedió al comienzo de mi carrera de radiestesista y hoy afirmo que me entrometería para que tal error no fuese cometido.
Imaginad una inversión de esas proporciones sin un análisis de acontecimientos anteriores… es un pinchazo seguro.
Bueno, el local fue elegido, pues los dueños de ambos inmuebles eran amigos. El dueño de este inmueble a donde se mudaría la empresa, estaba terminando de desactivar su fábrica, por un motivo casi de quiebra… y el otro amigo, ingenuamente, le rogó que le reservase el edificio, por considerarlo una oportunidad de negocio, además de encajarse perfectamente en el tamaño planeado para la empresa.
La reforma se llevó a cabo durante un año y se invirtió mucho dinero, tanto por parte del socio brasileño como de la matriz americana.
Después de un año fui a visitar la empresa y me quedé maravillada con su belleza, pues por el buen gusto daba la impresión de ser otro local. Nunca dije ni cuestioné nada, pues estaba empezando el estudio de la Radiestesia y nadie me había solicitado nada… sin mencionar que en ese medio empresarial, hace unos 20 años, nada se hablaba sobre energía ni influencia de energías negativas.
Os confieso que cuando visitaba las nuevas instalaciones de ese amigo mío, notaba oprimido el corazón e inmensos deseos de hablar, pero nunca dije nada.
Él se mudó, entonces, para la nueva empresa y empezó sus actividades como un triunfo, ¡que era lo que ya ocurría de inmediato!
Pasado algún tiempo, en cambio, los problemas empezaron a llegar, ¡enfermedades constantes sin explicación!
Una persona como él, sano, deportista y joven, empezó a presentar cuadros clínicos cada vez más intensos; como si eso no fuese bastante, empezó a sufrir accidentes serios, sin ninguna explicación, pues el sistema de vida que llevaba seguía siendo el mismo.
Las tentativas fueron innumerables para superar todas esas barreras.
Los americanos no comprendían por qué todo aquel éxito se había convertido en decadencia. Muchas explicaciones se dieron, el dólar subía, la mano de obra se encarecía, la diferencia entre la moneda del Brasil y el dólar ya no valía la pena. El mercado brasileño estaba menguando debido a la apertura de las importaciones.
Yo qué se, oí millones de explicaciones, pues era amiga personal del dueño de esta empresa. Yo me interesaba y entendía que una explicación energética caería muy bien a este caso y podría incluso hacer revertir la situación, pero ¿cómo podría una principiante opinar?
Un día, entonces, después de escuchar toda aquella historia, decidí manifestarme y propuse hacer un análisis de Radiestesia en la empresa, a fin de verificar qué había de ruin energéticamente en aquel local.
Yo no sabía cómo llegar a la empresa y quedamos entonces en un centro comercial; y no sé si vais a creerlo, cuando estábamos llegando a la empresa, en una avenida próxima quedamos atrapados en un enorme atasco. A mi modo de ver, eso incluso pudo ocurrir para impedir que yo fuese allí, pero aún así, después de los ajustes típicos de ese acontecimiento, fuimos hasta la empresa.
Al iniciar la medición me quedé perpleja, nunca había encontrado tal cantidad de energías nocivas como aquella. Eran energías nocivas de los más diferentes tipos, además, claro está, del remanente de la energía de acontecimientos ocurridos y vivenciados anteriormente por la otra empresa, o sea, el fin era el mismo.
El lugar donde el empresario amigo mío había emplazado la mesa era el peor posible, con la presencia de varios tipos de energía nocivos para la salud; enseguida encontramos ahí la explicación de todos los problemas físicos.
Tras la verificación del local, elaboré un laudo, teniendo en vista la cura del local de la empresa, pero para que todo quedase resuelto era necesario un plazo de seis meses, a fin de lograr un completo equilibrio del local; mi amigo entonces dijo que ese tiempo era demasiado largo, debido a las condiciones financieras de la empresa y la exigencia de la matriz americana.
Hicimos entonces lo siguiente: evaluamos varios edificios antes de adoptar la decisión de mudar nuevamente la empresa, y elegimos juntos con el auxilio de la radiestesia un nuevo edificio para las instalaciones de la empresa.
Se hizo la mudanza, pese a no ser una época propicia para tales inversiones, y os aseguro, por formar parte de este relato, que en menos de dos meses la historia de la empresa empezaba a cambiar.
¡Se constató que los lucros se hacían nuevamente presentes y la empresa volvió a ser referencia de mercado!
Hoy ha crecido mucho y sigue en plena actividad.Conclusión: esta fue una historia que sucedió al comienzo de mi carrera de radiestesista, que me llevó a creer cada vez más que las energías presentes en un ambiente, si no son analizadas cuidadosamente, ¡pueden comprometer nuestro futuro!
El análisis de un ambiente para montar un negocio, o de una casa en la que vamos a vivir, debe hacerse siempre; hoy considero que este análisis debería llevarse a cabo como un laudo, que te permitiese o no vivir en aquel ambiente.
¡La importancia del análisis de radiestesia se comprueba en cada caso que vivencio en esta jornada mía sin fin de radiestesista!
Publicado dia 6/25/2009 11:45:01 AM em STUM WORLD
